Me agarra por la coleta, echando mi cabeza hacia atrás y susurra unas palabras que me dejan sin aliento.
-He despertado el morbo dentro de ti Yaguchi, ahora que me deseas con tanto fervor vas a tener que suplicar que te toque-
<<Bastardo hijo...
Sus manos se ponen en mis hombros y ejercen algo de fuerza para que me tumbe. Kamitani se coloca entre mis piernas y se inclina, acercándose a mi cara. Debo estar dando una imagen lamentable, seguro que estoy totalmente rojo, que asco. Aprieta mis caderas contra las suyas y mete sus manos por debajo de mi camiseta, levantándola. ¿Qué cojones está pasando?, ¿por qué no me aparto?
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A pesar de que estoy molesto, no puedo evitar cerrar los ojos por el placer que me dan sus caricias. Obviamente me pasa algo, yo no soy homosexual, definitivamente no lo soy, soy heterosexual.
—Para, deja de tocarme—gruño
—¿Por qué debería parar?, lo estás disfrutando, pequeño idiota –
Sus manos están un poco frías, sin embargo, siento mucho calor donde él me toca. Esto no está bien, debería detenerlo ya.
—No quiero esto—digo en voz alta
Kamitani suspira, creo que molesto, pero se aparta de mí y vuelve a sentarse a los pies de la cama.
—Eres molesto, ¿sabes?—murmura
—¡Tú lo eres!—exclamo, con el ceño fruncido
—Yo lo soy—asiente—pero no como tú. No eres heterosexual, eso es todo, reconócelo de una maldita vez—
—Sí lo soy, me gustan las mujeres—replico—Cerdo estúpido—
—No digo que no te gusten las mujeres, pero también te atraen los hombres. No pasa nada, incluso yo soy bisexual, como mucha otra gente. ¿Por qué te cuesta tanto reconocerlo?—
—Porque no es cierto, ¡no soy como tú, asqueroso!—
Kamitani resopla, levantándose de la cama. Se revuelve el pelo, frustrado, y vuelve a acomodarse la coleta.
—Hoy no estoy de humor para lidiar con tu carácter de mierda, estoy muy cansado—me mira con indiferencia—No debería haber venido, ha sido una pérdida total de tiempo—
Sale de la habitación sin molestarse en decir adiós, como si realmente estuviera molesto por mi rechazo. Vaya... que raro es verlo así.
¡Soy yo quién debería estar molesto! No sé quién se cree que es para dudar de mi heterosexualidad. ¡Además, me ha metido mano, que desagradable!
Me siento en la cama y me pongo incómodo al notar como me aprieta el pantalón en la entrepierna. Joder, estoy muy duro. ¡No es por él! Solo son las hormonas, eso es todo.
Narra Kamitani:
Sonrío al cerrar la puerta a mi espalda. Actúo muy bien, estoy seguro de que Yaguchi de verdad piensa que estoy molesto y eso me viene genial, porque se va a sentir culpable y terminará incluso disculpándose por algunas cosas que ha dicho.
