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Era por la tarde en la ciudad de los santos, y como siempre, las personas haciendo el caos por las tardes aumentaba, yendo y viniendo con sus autos a toda velocidad siendo perseguidos por la policía, aumentando los robos y algunos secuestros, se podría decir que la tarde era algo peligrosa para unos, y para otros, divertida.
Como en éste caso lo es para Gustabo y Horacio, que llegaban entre risas a mecánicos para reparar al aplasta problemas, un coche rojo perteneciente a Horacio que quedó con el parachoques suelto y varias abolladuras después de escapar de la policía.
–¿Y ahora que hicieron cabrones?–
El de coleta limpiaba sus manos llenas de aceite con un trapo amarillo, mirando con una ceja alzada como había quedado el coche de sus amigos.
–Una persecución–
Dijeron a la vez alzando los hombros.
–Oye Gustabo–
Dijo Horacio abriendo los ojos como platos al recordar algo.
–¿Si?–
Contestó tranquilamente.
–¿Dónde dejamos a Segismundo?–
Hubo un silencio entre los tres presentes, el cuál fue interrumpido a los segundos.
–¿¡Qué le hicieron a mi chikito pendejos?!–
Gritó el moreno amenazando a ambos chicos con una llave inglesa.
–¡Estábamos huyendo y fuimos a comprar ropa, cuando escuchamos las sirenas corrimos al auto!–
Contestó rápidamente el de cresta.
–¡Mierda, lo dejamos en la tienda!
–¡Seguro lo agarró el viejo!–
Mientras ambos amigos intentaban que Emilio no los golpeara con la llave, a mecánicos llegaba un auto reventado que fue directo hasta al fondo, y un par de minutos después, entró por el portón de mecánicos aquél que habían dejado olvidado.
–¡Mecagowentodo, casi me llevan!–
–¡Segismundo!–
El rubio y pelirrojo se cubrieron rápidamente detrás de él, abrazándolo fuertemente protegiéndose así de Emilio que no dudaba en darles con la llave.
El gallego sonrió al ver al mexicano, separándose para ir directamente a abrazarlo.
–¿Cómo va el trabajo Emi?–
Preguntó separándose un poquito.
Gustabo y Horacio suspiraron aliviados, ambos sabían que los corajes de Emilio desaparecían con la presencia del menor, y ahora más con la reconciliación de hace 3 días de la pareja.
Cómo por arte de magia, Emilio sonrió tomando por la cintura a Segismundo.
–Todo bien chikito, y ahora más–
Unieron sus labios en un casto beso, pero visto por los otros mecánicos y los pocos clientes que habían (2 para ser exactos aparte del dúo dinámico).
–¡Eh maliconas, aquí no!–
La parejita solamente soltó una risita.
Desde esos tres días dónde volvieron a salir como antes, cada día se demostraban que se querían sin importar dónde era.
–¡Necesito que reparen mi patrulla!–
Esa voz hizo que los tres que anteriormente huían de la ley se tensaran.
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🔷🔹Volviendo A Conquistarte-Segilio🔹🔷
FanfictionDónde Emilio y Segismundo eran una pareja que se querían mucho, pero por Emilio que quería proteger a su chikito, tomó la decisión de terminar la relación. Ahora está fuera de peligro al dejar la mafia y quiere recuperar a su amor, pero... ¿Logrará...