膝の上 get on your knees and beg ━ sasunaru

17.

Por más que quisiera, no podía echarle la culpa a alguien más, porque aunque realmente detestara admitirlo, se había metido en esta situación solo. Y, por encima de ello, su orgullo le impedía retroceder a sus propias palabras.

Observó con un leve rubor en sus mejillas el traje de Maid que yacía acomodando delicadamente sobre su cama, haciéndole suspirar. Ese imbécil, incluso se había tomado las molestias de traérselo.

A pesar de la idea maliciosa que presentó su pareja ante su propuesta en la clase, debía admitir que perdió limpiamente cuando los demás sortearon quiénes serían los encargados de atender el café con dicho vestuario. Sí, definitivamente no podía quejarse, en lo absoluto.

— Oh, mierda. Creo que lo hice mal.— Murmuró su compañero de habitación, mirándose al espejo con el ceño fruncido.

— Suigetsu, debes hacer un moño, no un nudo con miles de nudos por encima.— Aclaró, esbozando una diminuta sonrisa al ver el desastre que había hecho con las prendas.

— ¿Tienes experiencia en estas cosas, príncipe de cristal?— Cuestionó con diversión, observándole por el rabillo del ojo. Ante ello, Naruto simplemente tomó la almohada más cercana a él, para luego arrojarla con brusquedad sobre su espalda.

— ¿Por qué te avergüenzas?— Cuestionó Sai, su otro compañero de cuarto.— ¿Realmente usaste cosas así antes?— Inquirió, levantándose de su sitio.

— ¿Eres idiota?— Bufó.— Es mi primera vez.

— Sonaste como todo un virgen.— Se burló, acercándose al menor con diversión.— ¿Quieres que experimentemos juntos?— Preguntó en un susurro; incitando a que Suigetsu se acercara también, recibiendo un ceño fruncido por parte del menor.

— No me gustan los heterosexuales, pierden su tiempo.— Aclaró con firmeza, empujando con ambas manos el cuerpo de sus compañeros.

— Mentiroso.— Soltaron ambos al unísono, obviando su relación amorosa actual.

Naruto se limitó a guardar silencio luego de ello, esbozando una sonrisa incrédula al no saber muy bien qué decir en su defensa. No era propio de él quedarse sin palabras, mucho menos cuando era un blanco de burlas, pero ni siquiera podía concentrarse en encontrar una respuesta sarcástica.

Por alguna razón, un sentimiento de extraña indecisión y duda comenzó a ejercer presión sobre su pecho, a pesar de que esa no fuera la intención de sus compañeros. Probablemente lo habían a modo de una simple e inofensiva broma, como siempre. Y aún así, no pudo evitar cuestionárselo casi de forma inconsciente.

Sabía que su pareja, desde un comienzo y mucho antes de conocerle, estaba bastante cómodo con su sexualidad y en ningún momento se atrevió a dudar de ello. Siendo así, ¿realmente era posible que cambiara en tan sólo unas semanas? El dudar de los sentimientos del Uchiha era lo último que quería, pero no podía evitar preguntárselo una y otra vez, a pesar de olvidarlo por instantes. Es decir, no estaba siendo utilizado para saciar su curiosidad, ¿verdad?

— Oye, ¿siquiera estás escuchándonos?— Cuestionó Sai con cierta preocupación, arqueando levemente una de sus cejas.

— ¿Q-qué?— Balbuceó el mencionado, saliendo de su trance repentino.

— Deja de pensar en Sasuke.—Soltó Suigetsu, picando la frente del menor con su dedo índice; haciéndole soltar un quejido.— Cámbiate rápido, se hace tarde. Esperaremos afuera.— Anunció luego de tomar los últimos listones que adornarían su cabello, para luego salir junto a Sai.

— Seguro...— Susurró cuando escuchó la puerta cerrarse, sobando parte de su frente con sus dedos.

¿En qué estaba pensando? ¡No era tiempo de dudar!Lo último que deseaba actualmente era arruinar su corta relación por pensamientos innecesarios, mucho más cuando incluían el dudar de los sentimientos de su pareja. Sasuke lo quería y él también, no había necesidad de pensar en algo más.