18.

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Había pasado mucho desde la última vez que sintió el mismo vacío, uno completamente innecesario y autodestructivo. Apostaba a ojos cerrados que siempre era el único en salir perjudicado y arruinar todo por sus propios actos y decisiones; tomadas de la mano a sus inseguridades absurdas.

Estaba siendo infantil, y quizás exageró la situación.

¿Cuál era el problema si había recibido todo, e incluso más, de su pareja? Sasuke muchas veces le demostró el cariño que sentía de diversas formas, haciéndole sentir seguro de lo suyo sin cansancio alguno. Además, los comentarios ajenos jamás fueron motivo de debilidad para él, en el pasado incluso habría golpeado sin dudar a todo aquél que dijera algo acerca de su relación o sus gustos. Al parecer, había perdido ese toque y sus ojitos llorosos se aseguraron de confirmarlo.

¿Por qué lloraba? ¿Por celos? No, no era eso.
Miedo, más bien, era la palabra que buscaba.

Miedo a perder alguien querido una vez más.

El ambiente era distinto al que acostumbraba, el tipo de personas que actualmente lo rodeaban pensaban distinto, y el pequeño trauma que pasó con su pareja anterior aún quedaba intacto en su memoria. Quizás era un estúpido por dejarse llevar por todo eso, pero no podía evitarlo, últimamente se sentía un completo idiota en todo momento.

Más aún, nunca se puso a pensar en lo que su relación conllevaría. ¿Qué dirían los padres de Sasuke? principalmente su padre; que tantos problemas le había estado causando. ¿Siquiera él se puso a pensar en los problemas que recibiría de ello?

— He bajado más de diez kilos buscándote, rubio.— Escuchó murmurar luego de que la puerta del salón se abriera con lentitud.— ¿Qué clase de juego es este?, ¿acaso no te gusta mi físico?

Sus orbes azules se abrieron por inercia y su cabeza, que se encontraba escondida entre sus piernas, se elevó en busca del dueño de dicha voz, causando que sus ojitos picaran nuevamente. Era él, el mismo idiota que temía perder. ¿Por qué lo había seguido? ahora no sólo parecía un exagerado, sino un actor de telenovela por lo dramático que había actuado.

El Uchiha observó en silencio el cuerpo del menor hecho bolita sobre el pequeño descanso del ventanal, evitando soltar un suspiro de cansancio por haberlo buscado sin descanso por todas las habitaciones. Para peor, se percató de que había tardado bastante en encontrarle, ya que parecía completamente consumido por sus malos pensamientos. Cerró la puerta con suavidad luego de adentrarse en el aula, para después acercarse al menor a pasos lentos; a medida que sus manos se escondían en los bolsillos de su pantalón.

El rubio acomodó su mentón sobre el pequeño espacio que se formó entre sus piernas apegadas a su cuerpo, mientras el agarre de sus brazos sobre las mismas se tensaba cuando el ajeno tomó asiento a su lado. Su nariz realizó aquél pequeño sonido característico y producto del llanto, causando que el mayor apretara sus labios con cierta frustración.

No podía decir algo, por más mínimo que fuera.
Se sentía patético.

Sasuke recostó su cabeza sobre el ventanal con total tranquilidad, mientras sus pies se removían con suavidad sobre el suelo, causando que el sonido emitido fuera la atención absoluta del más bajito. Sus orbes oscuras se deslizaron con disimulo hacía la persona que yacía junto a él, percatándose de que se encontraba mirando fijamente sus pies; aún abrazado a sus extremidades como si estas fueran su pequeña zona de confort.

膝の上 get on your knees and beg ━ sasunaruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora