Strawberry

Fresas maduras

-"nee~ Goldfishie me puedes quitar esto ya?"- Floyd señaló el collar que tenía, ya estaba harto de eso, pero sabía que si se lo pedía de mala forma solo conseguiría tenerlo más tiempo.
-"¿te portarás bien?"- cruzó los brazos
-"con mi pecesito siempre"- dijo sonriendo.

Su compañía era provocadora, casi intoxicante, talvez incluso cerca a lo adictivo.
Floyd se comportó en toda la cena, incluso sorprendió a Riddle, pero las preguntas seguían rondando por la mente del pelirojo.
Sin embargo, Riddle empezó a tener un poco de miedo, no a Floyd, sino a lo que le hacía sentir, apresuró la comida, le dió una cortes gracias y se puso de pie, camino a la puerta pero no la pudo abrir, una sombra se irguió sobre él, la mano de Floyd impidió abrir la puerta. El pequeño se dió la vuelta y lo encaró
-"Goldfish es tan pequeño que a veces puede pasar por alguien débil"-
Antes de que pudiera contestar, prosiguió. -"pero en realidad es muy fuerte, es talentoso y muy trabajador. Goldfish tiene un bonito rostro y se ve incluso más bonito cuando se sonroja, justo como ahora"- Riddle se quedó estático, incluso sintió que se hizo más pequeño, la mano de Floyd bajo hasta quedar al lado de su rostro, estaba entre la anguila y la pared. Su mente iba al mil kilómetros por hora, intentando encontrar sentido a todo lo que decía Floyd, incluso en un lugar lejano en su mente sonó como si fuera una confesión.

-"eres un excelente mago, pero tus muñecas son tan frágiles"- la mano que no estaba recargada en la pared tomo suavemente su muñeca izquierda, con el pulgar y el dedo índice la rodeo, intentando exponer su punto, después la tomó con la mano y aparentemente sin esfuerzo agarro la otra y las puso sobre su cabeza. La cabeza del peliaqua se acercó peligrosamente al del menor. Podía sentir al niño pelirojo temblar entre sus manos y se sintió tan bien.
Su nariz se escondío entre su hombro y cuello. Riddle cerro los ojos e incluso aguanto la respiración. Aunque temblaba estaba seguro que Floyd no haría algo imprudente.

-"Cuando me enteré de que mi pequeño pecesito sufrió un Overblott tuve miedo de que tú frágil cuerpo se rompiera en mil pedazos"- cualquiera no hubiera notado la octava más baja en la voz de Floyd, pero Riddle lo hizo, volvió a respirar y el olor del más alto lo envolvió, sus manos soltaron las suyas y bajaron hasta su cintura, de nuevo lo abrazó, pero está vez era diferente a las anteriores, su toque era sutil y delicado, sus dedos temblaban hasta que se enrollaron en la tela de su saco, el cuerpo de Floyd cubrió del suyo -"¿Pecesito dorado por qué te pasó eso?"-
El ambiente de la habitación se volvió etéreo, ya no importaba nada fuera de esas cuatro paredes, Riddle jamás se sintió tan seguro que entre los fuertes brazos del más alto.
-"Oí muchos rumores, incluso el mismo día que ocurrió oí que habías muerto"- se quedó unos momentos en silencio
-"decían que porque estabas solo, talvez si hubiera sido más cercano a ti, desde el principio, no hubier-"-

Riddle fue secuestrado a los eventos de hace semanas, sintió el dolor y la seductora voz que le susurraba y alimentaba sus miedos. Recuerda como sus ojos azules se volvieron rojos y las rosas a su alrededor empezaron a desprender sus pétalos. También recordó todo el odio, dolor y miedo que sentía combinados con el amargo sabor a tinta.
Con duda el también correspondió el abrazo, sus manos apenas rodearon el tronco del mayor, de dejo que su cabeza descansará en su hombro.
-"Así que se trata de esto eh?"- suspiró, intento ver la cara de Floyd pero no era posible, el niño más grande se ocultó más entre su cuello -"Floyd, era inevitable que pasará, cargaba con mucho desde antes, simplemente exploté un día. Nada lo hubiera impedido, pero...sabes? Me siento mejor, nunca antes me había sentido mejor"- tomo al gemelo de los hombres y lo apartó, se sorprendió al ver sus ojos y nariz rojos, irritados cómo si estuviera llorando. Floyd era tan volátil, sus emociones lo controlan. Supuso que talvez podría llorar con facilidad si la situación lo amerita. Riddle se avergonzó de si mismo, envenenado por la premisa de ser perfecto pase lo que pase y por su fe ciega casi había muerto y se habría llevado a sus amigos con él. No solo le había fallado a Heartslabyul, sino a él mismo y a su madre.