Fresas celosas

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-"Goldfish, me gustan tus ojos"- la cabeza del niño estaba recargada sobre sus brazos cruzados, dejando descansa su pecho sobre el muelle mientras que su larga cola se mecía flojamente en el mar. -"son como el mar en un día despejado"-
-"uhm...los tuyos son como los dulces de miel y las aceitunas"- el niño pelirojo se dió cuenta que lo que dijo no sonaba tan bonito como lo que le dijo el niño tritón.
-"eh~? Qué es la miel o aceitunas? Se come?"- eso le recordó a Riddle que venían de dos mundos distintos.
-"si, son ricos, bueno solo el primero. Eso me recuerda, te traje el libro, tiene muchos dibujos que te van a gustar"-

Abrió una de las primeras páginas y señalo con el dedo
-"esto es un conejo, pero es raro que vista un chaleco y reloj, viven debajo de la tierra en sus madrigueras"- fue hacia otra página ,-" y este es un erizo, tiene su cuerpo cubierto de espinas pero son muy bonitos en realidad, me gustan mucho"-
-"ah~ la superficie suena tan genial, ya quiero ir ahí"-

-"no es la gran cosa..."- sus ojos se deslizaron por el brillo de las olas, no entendía la fascinación del otro con la superficie
-"Claro que si, escuché que hay comida que parece nieve de azúcar, la carne la condimenta y la ponen al fuego, hay suelo que es duro, frío y caliente. También puedes hacer muchas cosas con las piernas como saltar, correr, o bailar"- dijo con emoción, la mayoría de las cosas que decía el los conocía desde siempre, como el helado o caminar sobre nieve. Después se preguntó cuándo había bailado o incluso tomar una tranquila caminata. Toda su vida había estado encerrado en la mansión, había sido criado como un petirrojo al que nunca se le enseño cómo volar.

-"C-creo que ya debería irme, ya es muy tarde"- se levantó y la cara del niño anguila se descompuso en tristeza y decepción.
-"tan pronto~ quédate, veamos juntos el amanecer"-
-"no puedo, mi mamá se enojara mucho si descubre que me fuí... adiós, Floyd'-

Floyd estaba de buen humor, en realidad estos últimos días había estado en general de buen humor

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Floyd estaba de buen humor, en realidad estos últimos días había estado en general de buen humor. Llevaba una sonrisita en la boca y en los pasillos siempre buscaba con la vista una cabecita roja o en la había de los espejos o en la biblioteca o en el gimnasio o incluso afuera de la case 2-E.

Por otro lado, su gemelo parecia lo contrario, estaba desanimado aunque lo disimulaba muy bien, Floyd era el único que podría notarlo. Se preguntó entonces si él de algún modo fue culpable de esto, no pensó que el peliverde significará tanto para su hermano, pero al parecer sí. Tenía que arreglar lo que arruinó pero... él quedó expulsado de Heartslabyul, expulsado para siempre...pero eso no lo iba a detener.

Al principio pensó que haría enojar a su novio si entraba al dormitorio a buscarlo, pero por más que lo llamaba no contestaba, talvez tendría el celular apagado. Luego pensó que podría buscarlo por su club, pero describió que no había nadie ahí excepto los caballos.

Camino entonces, por el gran jardín de Heartslabyul, vió como algunas rosas se empezaron a despintar y pensó en qué talvez debería decirle a Goldfish después, aunque es raro que aún no lo haya notado.
Escuchó el suave sonido de su voz, apenas audible, parecía venir desde adentro del laberinto, pensó que simplemente podría atravesar el arbustos, pero de nuevo pensó que eso enojaría al más chico, sin embargo Floyd era lo suficientemente alto como para estirar el cuello y poder ver al otro lado.

Ahí estaba su pecesito, llevaba puesto su traje de dormitorio y estaba tomando el té y parecía murmurar algo, pero no había nadie alrededor, está completamente solo y parecía que tenía una conversación consigo mismo, incluso parecía pelear.
«¡Mi Goldfishie ya se volvió loco!»

-"¡Kingyo-chaaan~!"- gritó y atravesó la pared de arbustos que momentos antes dijo que no iba a atravesar.
-"¿...Floyd?"- no le dió tiempo siquiera de formular su pregunta cuando, como de costumbre, los fuertes brazos del más alto lo rodearon.
-"Kingyo-chan, no enloquezcas aún, kingyo-chan"-
-"¿De qué estás habl-?"-
-"Así que este es tu novio eh?"-
Floyd levantó la cabeza hacia la voz desconocida, pero no había nadie hasta que una sonrisa empezó a flotar y después apareció una cabeza.
-"Floyd, te presento a Che'nya, Che'nya, este es Floyd, mi no- mi novio"- fue una lastima que el tritón se perdiera la expresión del pelirrojo al decir eso, sus ojos estaban ocupados fulminando al extraño.

-"Que raro, todo esté tiempo pensé que tú y Trey iban a terminar siendo novios"- el chico flotaba y tomo un poco de té, ignorando la presencia de Floyd.
Desapareció de repente y volvió a aparecer al lado de Riddle. El pobre chico pelirrojo se sentía rodeado.
-"te acuerdas cuando jugábamos en el bosque y nos escondíamos juntos? Estábamos igual de cerca que ahora mismo"- el de cabello morado se acercó peligrosamente al cuello del menor, Riddle estaba acostumbrado a su inexistente respeto al espacio personal, pero incluso él virgen de su persona sabía que no actuaba con normalidad -"¿...o era más cerca?"-

El niño pelirojo parpadeo un par de veces cuando de un momento alotro se encontraba a 2 metros de distancia de Che'nya y sostenido al estilo nupcial en los brazos de Floyd.
-"No te acerques a mi Goldfish"-
Lo apretó más fuerte contra su pecho en un agarre receloso.
-"No es tuyo, yo lo ví primero"-
Floyd prácticamente lo dejo caer y se acercó a zancadas al otro chico arremangandose la manga de su saco, listo para pelear.
-"No es cierto! Yo fuí"- Che'nya también dejo de flotar y se acercó a él. Riddle no sabía cómo podría acabar esto, dejo pasar la actitud de su amigo pues sabía que solo lo quería molestar, pero no creyó que su broma fuera tan lejos como para pelear con Floyd.
-"Yo lo conocí cuando era niño!"
-"Yo cuando él-"-
-"¡¡Perderán la cabeza!!"- la familiar -para ambos- sensación del collar y el grito del prefecto interrumpió oportunamente la pelea antes de que siquiera comenzará.

-"Che'nya ya basta de molestar a Floyd!"-
-"y tú"- señaló a lo novio -"deja de ser un bruto impulsivo"-
Che'nya se levantó y sus orejas se irguieron hacia atrás como un gatito regañado -"lo siento, Riddle ¿Me puedes quitar esto? Ya tengo que irme a Royal Sword Academy"- sin magia, ahora el mayor no podría solo aparecer en su salón.
-"pues vete de una vez, no llegarás a tiempo para tomar el autobús"-
Solo una mirada bastó para saber que el pequeño Rosehearts hablaba en serio.

Había pasado una hora de todo ese desastre y de que se apiadará de Floyd y por algún motivo que quiere desconocer lo dejo entrar a su habitación

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Había pasado una hora de todo ese desastre y de que se apiadará de Floyd y por algún motivo que quiere desconocer lo dejo entrar a su habitación. Aún con el collar Floyd no dejo de soltarlo ni un minuto, sus brazos seguían enrollados en su cintura y acariciaba su mejilla contra sus cabellos despeinadolo.
-"en serio no tuviste nada que ver con él?"-
-"por enésima vez, No. Solo somos amigos, solo dijo esas cosas para molestarte"-
-"en serio?"-
-"si"-
-"uhmn...aún así, la próxima vez que lo vea, lo estrangulare."-
Dijo ahora cambiando su tono de voz a una alegre.
-"también estrangulare a cualquiera que toque o haya tocado a mi Kingyo-chan"-
Lo acercó más a él, incluso lo enredo entre sus piernas, más que una anguila parecía una boa.
-"apretare a cualquier que toque a mi Kingyo-chan, Kingyo-chan solo es mío"- termino su oración dándole un beso en la mejilla.
Riddle no sabía si era hora de empezar a preocuparse.

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