Capítulo 17: Final.

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Lamento mucho haberme perdido tanto tiempo, pero las responsabilidades y la familia me tenían full; En fin, como sé que vienen a leer y no a recibir excusas, espero que disfruten el Ficsito.

Me despido con este capítulo y les deseo un próspero año nuevo 2021, lleno de cosas buenas... y zuculento y adictivo Lemon ;D

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Sábado, día de la pijamada, departamento de Mikasa.

-Por todo lo sagrado en esta vida, ¿quién demonios toca así un sábado por la mañana, luego de semana de parciales? Preguntaba irritada una azabache, mientras cruzaba la salita para abrir la puerta.

Ya se imaginaba quiénes podrían ser, pero igual le pareció necesario soltarles la retahíla, por interrumpir su reparador sueño luego de días difíciles con los parciales recién acabados.

-Mikaaaaa – se le abalanzó encima un rubio alegre que la apretó en un fuerte abrazo – te extrañé loca, en realidad estaba fatal sabiendo que ambos estaban peleados.

-También te extrañé, mi bebé hermoso – le acarició la mejilla como a un bebé que recibe mimos de mamá.

El rubio sonrió y se dejó hacer.

-¡Oigan, estoy aquí! Rezongó el castaño que aún estaba al margen de los apapachos.

-¿Quieres arrumacos Jaeger? – le contestó socarrona la morena

-No, gracias – se volteó sonrojado

-Eso creí – ella sonrió con todos los dientes – ahora déjame consentir a mi bebé, hace mucho no nos vemos ¿No es así ternurita? – le pellizca las mejillas con ambas manos.

-Sí, si, empalagosos... ¿me dejan pasar por favor? – dice, mientras pasa junto a ellos y de paso golpea a Armin en el hombro - ¡Gracias! – finaliza con sarcasmo.

Armin y Mikasa se ven a los ojos la una al otro y se parten de la risa; Eren no cambia, es obvio que está celoso, pero a la vez, su orgullo no lo deja darse por menos y aceptar que también le gustan esas atenciones por parte de su hermana.

-Creí que ya eras un hombre nuevo, libre de prejuicios y actitudes soeces – le reclama Mikasa.

-Tengo un plan de tres pasos, en los que no está incluido pasar por tu hijo adoptivo, soy un hombre Mikasa, ¡UN HOMBRE! – habla, mientras levanta el dedo índice para dar severidad a sus palabras – por el momento me enfoco en reconocer mis errores, pedir disculpas, y cambiar mis actitudes inadecuadas, el doctor me recomendó... - interrumpido.

-¿Qué les gustaría desayunar críos? – Mikasa camina rumbo a su habitación.

-Eres una mal educada Mikasa, estaba hablando – Eren la sigue con la mirada, ceñudo.

-Siii, bueno, ¿quién tiene hambre? – grita ella desde la habitación.

Luego de algunos minutos sale con un gatito negro en brazos, al cual le cuelga un collarín rojo con el nombre Kuro-chan.

-Awww, pero que cosita tan tierna – Armin le extiende los brazos y ella se lo entrega.

-Kuro-chan, quédate con el tío Armin mientras yo me pongo manos a la obra con el desayuno... - voltea a ver al castaño – Tú – lo señala – serás mi ayudante de cocina Erencio.

-Armin, ¡por qué le enseñaste ese sobre nombre tan feo a Mi cabañita!

La mañana pasó entre risas e interrogatorios, entre ellos, el reciente descubrimiento de que el rubio se puso de novio con una compañera de clase; Vaya sorpresa, siendo Armin el más tímido del trío.

Es el destino... eres el final de mi hilo rojo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora