Capítulo 3

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Altagracia pov:
Estaba tan felíz, anoche había pasado la mejor noche de mi vida, con la persona más importante de mi vida ¿qué más podía pedir? Por fin estaba siendo felíz, tanto, que ya no tenía presente mi venganza, ya no tenía esa maldita pesadilla de la noche que arruinó mi vida. Solo podía pensar en Saúl, en mi futuro con el, en su amor, en cómo el me ama como yo lo amo a el. No podía pedir más, estaba en uno de los mejores momentos de mi vida. Aunque obviamente no todo es perfecto, me preocupaba Braulio, me había dejado muy intranquila con lo que me dijo, pero no lo creo tan desgraciado como para abrir la boca, a parte, si lo hace sabrá lo que le espera, si el me hunde, el se hunde conmigo. También me preocupaba mi hermana, estoy segura de que tiene un amante, está demasiado rara, ya casi no la veo en todo el día. Matamoros todavía no encontró nada raro pero me dijo que en cuanto lo haga, sería la primera en saberlo. Un recuerdo de la cena de anoche invade mis pensamientos haciéndome sobresaltar; Saúl me dijo que MAÑANA es su cumpleaños!!! Podrán llamarnos raros pero nunca nos habíamos dicho la fecha de nuestros cumpleaños hasta ayer, en esa hermosa velada que usamos para conocernos más y hablar de nosotros. Iba a hacerle algo bien especial que sé que a él le iba a encantar, pero si pretendía llegar a tiempo, tenía que arrancar ya.

————mientras tanto en casa de Mónica

-Mona, no puedes irte sin antes saber si Saúl siente lo mismo por ti-

-Pero Lidia el se ve tan felíz con la doña... a parte ¿por qué se fijaría en mí? No soy ni la mitad de bonita que ella, ella tiene clase, tiene un cuerpo de envidia, tiene elegancia, todo lo que una mujer quisiera tener. Y claro, ¿cómo no se iba a enamorar de ella? A parte ¿Quién soy yo como para meterme en el medio? No, Lidia yo creo que lo mejor va a ser que me vaya a Italia con Yessenia y mi jefe

-Pero Monaaa, nunca sabrás si no lo intentas, mira si a el le pasa lo mismo, estarías perdiendo la oportunidad de estar con el amor de tu vida. Con intentar no pierdes nada. Y si te rechaza, pues ya, te vas pa' Italia

-¿Tú crees?

-Pues claro!!!

-No lo sé lidis, tengo que pensarlo
- - -
Altagracia pov:
Era la tarde, estaba en la casa de campo preparando todo lo necesario para la sorpresa de Saúl, la sorpresa iba a durar todo el fin de semana, creo que los dos necesitamos desconectarnos del mundo. Organizar todo esto iba a llevarme un laaaaargo tiempo, pero todo sea por Saúl, ya había avanzado bastante, y al ver cómo me estaba quedando, no pude evitar llorar de la alegría, nunca creí que un hombre iba a llegar a importarme tanto como para armarle la sorpresa que le armé, nunca creí que iba a volver a ser felíz, pero bueno, no había tiempo para lágrimas, todavía me quedaban 2 cosas muy importantes por hacer; la primera era hablar con Regina para avisarle que me iré a la casa de campo todo el fin de semana, y como mi hermana ya casi no anda por la casa, tendría que decirle que por lo menos trate de llegar más temprano para no dejar sola a Isa. Y la segunda cosa que tenía que hacer, también la más difícil, era hablar con doña azucena para avisarle que me llevaré a su hijo de noche así que si querían pasar el cumpleaños con el, que lo hagan de día, espero no se lo tome a mal

———————mientras tanto en casa de Felipe

-Ay mi amor ya tengo que irme, mi hermana y mi hija me deben estar esperando, hace mucho que no estoy con ellas y Altagracia no va a tardar en hacerme preguntas

-Tú no tienes nada que explicarle a esa víbora-

-Felipe!! Te dije que no me gusta que le digas así

-Bien, bien, tú no tienes nada que explicarle a tu hermana, ya estás bastante grandecita como para hacer lo que quieras y con quien quieras

-Lo sé amor pero ya conoces a mi hermana

Mi destino// saugraciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora