Capítulo 14

376 22 53
                                    



Holaaaa, PERDÓNNN. Hacía muchísimo no entraba aquí como pueden notarlo.. estaba dudando si continuarla o no porque ya pasó mucho tiempo pero me siguen pidiendo que actualice, así que aquí a sus órdenes<3333
En serio gracias por el apoyo❤️ y perdón por abandonarlxs !!
Lxs quiero muchísimo, espero que les guste el capítulo💕💕💕

Vecindad

Mónica pov:

Tenía los ojos hinchados de llorar toda la noche, no solo por Saúl sino también porque mi jefe cada vez estaba peor. Pero realmente lo de Saúl y la méndiga Altagracia me afectaba muchísimo. Ansío separarlos, me rehuso a tener una vida sin Saúl. Nunca había sentido algo así por alguien, y no voy a dejar que una mujer como la doña se quede con la única persona que me hace felíz. No soy una persona que renuncia fácil a las cosas, y esta no va a ser la excepción. Un forcejeo en la puerta interrumpe mis pensamientos, corrí aterrada a esconderme; era Gavino, pude notarlo y lo confirmé cuando escuché su voz. Este estúpido no entendía la palabra NO, yo no quiero estar con él y me quiere forzar, por eso vino a mi casa y casi más tira la puerta. Traté de esconderme pero fue inútil, me vio y me amarró con fuerza obligándome a caminar hacia fuera, yo estaba gritando, rogando que alguien me escuche, cuando veo que sale Lidia

-Lidia! Amiga, ayúdame por favor- digo entre llanto- Gavino me está secuestrando. ¡Llama a alguien! Haz algo ¡AYÚDAME!

Lidia, desesperada, trata de forcejear contra Gavino pero fue inútil. Él era mucho más fuerte

-Tranquila amiga, vas a estar bien. Buscaré ayuda y te vamos a encontrar. ¡ Resiste!- Alcanzó a decir Lidia antes de que Gavino me suba a un auto y empiece a conducir demasiado rápido. Realmente tenía miedo.

Flashback: Un día antes

Mónica pov:

Noté que Saúl y la doña habían venido a la vecindad nuevamente, lo cual era obvio que se habían reconciliado. Lo raro es que no entraron al apartamento de doña Azucena y don Jaime, sino que parecía que Saúl iba a dar un anuncio a los vecinos que estábamos ahí afuera

-Bueno- dice Saúl mientras le tomaba la mano a Altagracia- En principio iba a compartirles la noticia solamente a mis padres pero ustedes también son muy importantes para mí, así que lo diré aquí. Bueno, lo diremos- dice mirando a Altagracia- Mi mujer y yo... Nos vamos a casar

En ese momento algo se rompió dentro de mí; inconscientes lágrimas salían de mis ojos. Encima, a pesar de todo lo que Altagracia nos hizo a todos nosotros, los vecinos estaban contentos. Finalmente la habían aceptado. No podía ser. Esto no podía ser cierto

-Saúl tú no te puedes casar con esta mujer- digo tratando de que no se me quiebre la voz- Todas las miradas se voltearon hacia mí, en especial la de la doña, parece que me estaba matando con la mirada. Nunca nadie me había mirado tan mal

.¿En serio, Saúl? ¿Vas a casarte con esta mujer después de todo el daño que nos hizo? Después de todo lo que le hizo a tu padre, a la vecindad, a mi, a ti. Saúl, tú no puedes casarte, no con ella- A penas terminé de decir eso, una lágrima volvió a caer

- Sí, la muchacha tiene razón- concuerda don Jaime- Tú no te puedes caer con esta impostora, hijo. ¿Acaso te olvidaste todo el daño que hizo como bien dice Mónica? ¿Cómo sabes que no te está usando para que luego se le haga más fácil sacarnos el terreno? No, hijo. Tú no puedes casarte con esa mujer

-A ver, papá, ya- Lo interrumpe Saúl. Mónica, entiende, Altagracia y yo nos amamos. Y, papá, todo eso quedó en el pasado. Yo conozco a Altagracia y confío en ella. Sé que nunca nos haría eso -¿Verdad, mi amor?

- Por supuesto- dice Altagracia tratando de sonar lo más amable posible hacia dON Jaime- Señor, en serio, lo de la vecindad quedó atrás. Le propongo que empecemos de cero. De verdad quiero tener paz con usted y más ahora que nos veremos mucho más seguido. Y, por favor no se deje manipular de chiquillas enamoradas sin dignidad alguna- Pod'ía sentir como me miraba con disgusto mientras decía eso

Ya era suficiente, no podía más así que decido irme corriendo lo más rápido que pude de la vecindad. Realmente estaba destrozada y llena de rabia. Porque no importa lo que haga, Altagracia y Saúl siempre conseguían seguir estando juntos. Pero no me rendiré, no todavía, de aquí hasta el matrimonio pueden pasar muchas cosas. Iba caminando hacia la plaza cuando de repente me choco con Gavino

-¿Qué hubo, monita? Hace mucho no ted veía.. ¿Qué te pasa? ¿por qué lloras?-

-Es que... Saúl y Altagracia van a casarse- Pude ver su cara ese felicidad, pero realmente quería un abrazo así que lo abracé

-Mónica, ¿por qué no tomas esto como una señal del destino? Ya no hay obstáculos para que estemos juntos. Ándale bonita, di que sí. Sabes que me muero por tí- Apenas termina de decir esto intenta besarme pero yo lo detengo con una cachetada- ¿Qué haces? Gqvino, Mi corazón es de Saúl. Entiende que no me gustas, no voy a estar contigo nunca. Ya, deja de molestarme- Y salgo corriendo pero alcanzo a escuchar que me dice ¨Si no quisiste ser mía a la buena, entonces toca a la mala. Pero vas a ser mía, Mónica Hérnandez¨

Fin del flashback

Casa de Saúl y Altagracia

Saúl pov:

Era casi el mediodía y yo recién me despertaba, mi mujer seguía dormida, se veía tan hermosa, parecía un angelito. Comienzo a darle pequeños besos en toda la cara para despertarla- Buen día- le digo entre besos-

-Buen día- dice Altagracia abrazándome, entredormida- Sigo dándole besos para tratar de despertarla mientras ella reía- Ay Saúl ten el cuello no, ¡Sabes que soy bien cosquilluda!- decía mientras no paraba de reír- Besé su pecho y luego bajé a su abdomen, estaba a punto de sacarle su pijama cuando alguien toca timbre. Era raro, no esperábamos a nadie. Iba a ignorarlo y seguir en lo nuestro pero Altagracia me detiene- Amor, vayamos a ver quién es-

-Ahorita no, mi doña- digo mientras la sigo besando, ella me corresponde el beso y se deja llevar pero luego me vuelve a detener

-Ya, licenciado, no haga que caiga en sus trampas.. Acompáñame a ver quién es, amor. Y luego seguimos en lo nuestro- dice con una sonrisa pícara

-Bien, bien. Me convenciste, mi doña

Nos dirigimos abrazados hacia la puerta. Y cuando Altagracia abre, notamos que era Lidia y parecía desesperada

-Saúl ¡Tienes que ayudarme, por favor. ES URGENTE. necesito tu ayuda urgente!

-Lidia, tranquilízate ¿Qué pasa?

- Es... es Mónica. Gavino la secuestró y ese la llevó en un auto. Por favor necesito que me ayudes a buscarla, estoy muy preocupada, Saúl. Necesito que me acompañes ya

-¿Secuestrada?

digo impactado. Claro, Lidia. ¡Vamos!- digo dirigiéndome a la puerta cuando una suave mano me detiene

-Saúl ¿en serio vas a ir?- me pregunta Altagracia con un tono de decepción

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 30, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi destino// saugraciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora