Capítulo 10

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Hola hermosxsss, volví jejje. Perdónnn se que se merecen una maratón, lo que pasa es que estuve muy ocupada estas semanas, pero prometo subirles un cap cada dos días. Lxs quieroo

Altagracia pov:

Ya habían pasado unas semanas y por fin hoy era el día; hoy Saúl venía a vivir conmigo... estoy tan emocionada de vivir con la persona que más amo, pero también estoy un poco triste porque se me van Isa y Regina, se que obviamente las voy a seguir viendo, pero no será lo mismo. También estoy un poco nerviosa porque no sé qué pasará con Felipe, yo le dije a Regina que irse a vivir con ese sinvergüenza era una idea demasiado precipitada, pero como de costumbre, nunca me hace caso. También me preocupa Isabella, no quiero que vea a Felipe como un padre porque ¿qué tal y las abandone como lo hizo el desgraciado de su padre biológico? Aunque sé que Felipe, por más desgraciado y miserable que sea, sé que cuando ama, ama de verdad. Pero eso no quita que sea un hijo de la chingada. Más le vale que no lastime a ninguna de las dos, sobre todo a mi hermana, porque ahí sí va a conocer a Altagracia Sandoval.

En fin, hoy falté a la constructora porque quiero ayudar a Saúl a acomodar todas sus cosas, no quiero que lo hagan las mucamas. De hecho, ni yo puedo creer lo que estoy diciendo porque si fuera cualquier otra persona ni lo ayudaría a desempacar. Pero Saúl... él se merece todo. El iba a venir a en un rato junto al camión de mudanzas, mientras yo estoy dejando la mitad, bueno, un poquito menos de la mitad, del clóset para él... Todo esto era extraño para mí, de hecho- nunca había compartido mi habitación con alguien, porque cuando vivía con Felipe, teníamos habitaciones separadas porque yo le puse la excusa de que teníamos diferentes horarios para ir a dormir y para levantarnos. Pero en realidad era porque de tan solo pensar que tenía que compartir habitación con él, me sentía asqueada, ni si quiera podía sentir su olor cerca. Pero con Saúl todo era distinto, de hecho, ni siquiera me dan ganas de separarme de él por mucho tiempo. Lo necesito cerca mío, siempre. Y es muy raro porque nunca había sentido esto, ni siquiera con...César. Nadie nunca me hizo sentir lo que Saúl me hace sentir, y eso es lo que más amo de él, que nunca me aburro.

También tenía algo pendiente, que ya había dejado pasar por bastante tiempo pero tenía que dejar las cosas claras; tenía que dejarle las cosas claras a esa vendetortas, si no me equivoco se llama Mónica, que de hecho hace un buen que no la veo trabajando en la constructora. Así que lo único que me queda por hacer es ir a buscarla a la vecindad, de hecho iré ahora porque Saúl no está allí, hace un rato hablé con el y me dijo que estaba en la fundación porque se le olvidaron unos papeles, así que era el momento perfecto para enfrentar a esa mosca muerta.

Saúl pov:

Estaba muy felíz, demasiado, porque por fin hoy iba a mudarme con mi mujer, no necesito nada más. La amo demasiado y me encanta verla así de felíz después de todo lo que ha sufrido, eso es lo único que se merece; ser felíz, y yo quiero encargarme de eso. En fin, estaba muy emocionado de irme a vivir con ella en una casa tan hermosa, aunque también me daba un poco de nostalgia por la vecindad, excepto por esos 3 años que viví con Jimena en Veracrúz, toda mi vida la pasé en la vecindad. Pero yo estaba más que decidido en irme a vivir con Altagracia. Al que no le gustó para nada la idea es a mi papá. Apenas le dije no tardó en comenzar a darme un sermón de que mi mujer me estaba usando y todas las excusas de siempre. Pero, no sé cómo, pero luego de horas de discutir, lo terminé convenciendo de un día invitar a mi mujer a almorzar en la vecindad. Todavía me faltaba decirle a Altagracia, esta seguro de que no querrá pero con ella se me hace más fácil porque estoy seguro de que con besos la puedo convencer.

En fin, vine a la fundación a buscar unos papeles de una mujer a la que tengo que defender en unos días y quiero saber y aprenderme bien su caso. Luego iré a la vecindad a esperar al camión de mudanzas para ir a la casa de mi doña, aunque ahora es nuestra casa, todavía no me acostumbro a decirle así.

Mi destino// saugraciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora