Hola a mis bellas y hermosas unicornias. :')
Este es un nuevo comienzo y espero les guste y no sea arruinada la secuela de Amor Azul (la verdad es que no quiero que pase)
Tengo miedo. ¡Mucho! Ya que he oído y leído muchas secuelas que la segunda parte no es TAN buena como la primera y mi miedo es que no les guste /.\ bueno, no nos pongamos asi y les dejo el capítulo ya.~~~~~~~~~~
Suena mi reloj en la mesita de noche indicando que ya debo levantarme. Me arrepiento de haber puesto mi canción favorita como tono para que sonara, la verdad ya estoy por empezar a odiar la canción.
Ando sin animos de hacer nada, mi vida es la misma rutina día a día, si no es por mis amigas, Haylee y Kaylee, las gemelas Brooks mi vida fuera un asco. Zack Martin, mi mejor amigo, es una de las mejores personas que he podido conocer desde mi llegada a Connecticut.
Me levanto de la cama y me siento mas cansada que la noche anterior. Es el inició de las clases, pero imagino que tengo sueño por no haber dormido bien. Los sueños son mas que pesadillas para mi. Sueño que me ahogo, y es horrible.
Es mi primer día como estudiante de Stamford, mi primo va a esa escuela asi que yo tengo que ir igual. Al principio no quería, pero mis amigos me convencieron ya que ellos iban a ir a esa escuela. La verdad es que prefería la escuela de Watertown.
— ¡Skylar! — grita mi tía desde la planta baja. No le contesto porque la verdad solo quiero darme una ducha para quitar todo signo de insomnio.
Voy hacia el baño, me quito el pijama y me meto en la ducha. El agua fría no me importaba, al contrario prefería morir de frio que de calor, odio sudar. Hacia frio un poco de frio en la mañana pero no me importaba, todos los dias me baño en agua fría.
Termine con mi ducha matutina y fui a mi harmario, de ahí saque una camisa de mangas largas color verde claro, jeans ajustados y mis converse negras ya bastante desgastadas. Los lunes no era de ir muy arreglada a la escuela, podria ser mi primer día pero no dejaba de ser lunes. Podria que el viernes una falda con mis converse blancas no fuera mal.
— ¡SKAYLAR! — Escucho nuevamente el grito de mi tía Sammi y esta vez si le respondo porque se que va a seguir así todo el día.
— ¡Bajo ahora! — le grito de vuelta y me encamino al baño para lavar mis dientes para dirigirme al comedor.
La casa de Connecticut no se parece a la de Nueva York, no me acostumbro aún y esto me harta mucho.
Bajo las escaleras hasta el comedor y veo a mi primo Thomas comiendo cereal, mi tía me sirve el desayuno y yo me siento en la mesa al frente de mi primo. Este sube la cabeza para mirarme y me saca la lengua, un gesto muy infantil como el. Y aquí vamos de nuevo.
— Te despiertas como ogro. — empezó a y yo rode los ojos. La verdad odiaba todo lo que me decía, nada productivo. — ¡Oye! Es tu primer día, por lo menos no empieces hoy a dar miedo, guarda eso para otra ocasión. — yo me estaba limitando a ignorarlo. El sabia muy bien que no me quedaba callada y aunque fuera el propio gobernador quien me insultara o algo. — Skylar, tus viejas tenis cambia las por el amor de dios. Ya llevan casi un año. — y ahí estuvo la gota de que derramo el vaso.