Hola pequeña familia unicornias. Un nuevo capítulo. Se que me he tardado mucho pero tengo mis razones y lo siento. Espero les guste creo que es corto pero algo es algo ¿no?~~~~~~~~~~~~~~~~~
Daniel Garcias, el chico mas latino que te podrías encontrar en toda tu vida y existencia. El es una de las pocas personas que saben la verdad de mi vida, y espero no tener que pasar por silenciarlo. La familia de Daniel viene de Puerto Rico, aunque el padre de Daniel es de México y la madre de Chile, Daniel nació en Puerto Rico. Yo diría que la familia de Daniel tiene sangre de toda latinoamerica. Su abuela y abuelo de otros paises y asi sucesivamente.
— ¿Desde cuando no te veo? — el me mira mientras frunce el ceño y se lo que va a decir asi que no le dejo hablar para que no diga en donde. — Si, ya me acuerdo. Pero dime, ¿que haces por aquí? — veo que Daniel mira a Zack. — Oh, perdon. Zack este es Daniel. Daniel, mi mejor amigo Zack. Y ahora dime. — le miro nuevamente y el sonríe.
— Tu nunca cambias. — niega con la cabeza y yo me encojo de hombros. — ¿Que tal si te cuento en el almuerzo? Ya voy tarde a clases y creo que no es bueno llegar tarde a tu primer día, ¿no? — yo rio y asiento. — Bueno, adiós. — dice esto mientras se va perdiendo entre la multitud que van llegando tarde a sus clases.
— Y nosotros vamos a llegar tarde si nos quedamos aquí. — dice Zack y empezamos a caminar hasta su casillero.
Ya cuando hemos llegado al casillero de Zack el saco todo lo que necesitaba y yo me quede pensando en que pasaría si Daniel abriera la boca de más. Tengo que decirle a todos, pero no se como ni cuando. Se que será bastante dificil pero tengo que decirle.
Nos dirijimos a nuestro salón y no vemos a ninguna de las gemelas. Es bastante complicado hacer que esas dos falten a clases y mas si faltan juntas. Funzo el ceño en dirección a Zack y el se encoje de hombros. Tendré que llamarlas luego en el almuerzo.
— ¡Pst! — escucho detrás de mi como alguien me llama. No se si es a mi pero es totalmente insoportable el ruido que hace. — Sky — susurran. Gruño frustrada y me volteo a ver quien es el idiota que me llama.
— ¿Que diablos quieres Kithdany? — susurro molesta y se le asoma una sonrisa en la cara.
— Realmente quiero que vallas a la fiesta. — dice esto y se le ve sincero. Sus palabras no todo el tiempo son sinceras, y lo se porque se burla de ti o algo, pero en estos momentos son lo mas sinceras que nunca.
Las clases pasan realmente muy lentas y me aburro mas y mas. Mientras Zack y yo hablamos en las clases para que no se hagan eternas me pongo a pensar en lo que me a dicho Kithdany. ¿Voy a ir? La verdad es que no se. Siento y quiero ir pero tengo miedo. Miedo a que me pase como toda típica chica que cae en manos del chico malo de toda la escuela.
— ¿En que piensas? — Zack me saca de mis pensamientos aterrizando en el mundo nuevamente.
— Nada. — digo pero siento que deberia decirle. — No se si deberia ir a la fiesta de Kithdany. — digo y lo miro. En sus ojos veo algo pero no se que es. Siento que me va a decir algo.
— No soy quien para decirte que puedes hacer o no. — empieza pero se que lo que dice es cierto y lo dejo hablar. — Si quieres ir, buen viaje. — me dice esto y suena el timbre para almuerzo. Agarro mi mochila y meto todo lo que había sacado anterior mente en ella para alcanzarlo.