CHURROS

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Él estaba completamente aburrido o simplemente desinteresado en esta cita como para preferir jugar 6 partidas consecutivas de Among Us a prestarme atención.

-¿Vamos al de allá? -pregunte emocionada

Alejandro seguía inmerso en su juego por lo que ni mis palabras pudieron alejarlo de el.

-Oye, ¿Alejandro? -Era inutil -¡Alejandro Rivera!

-Dime

-¿Iremos a otro juego o estaremos aquí hasta que nos salgan raices?

-Claro -dijo sin quitar la vista de su teléfono- Ve ahora, ya te alcanzo.

Rode los ojos y crucé mis brazos, sin embargo esta acción también pasó por alto. Decidí ir a comprar dos boletos para subirnos al barco; durante nuestro tiempo esperando, él sonreía, y emitía pequeños gruñidos cuando era derrotado en su absurdo juego, sin importarle la atención innecesaria que generaba con las parejas delante y tras nuestro.

-Alejandro, ¿A dónde vas? ¡Ya nos toca subir!

-Lo siento Tania, debo ir al baño. Diviértete -grito alejándose a pasos largos.

Sin mucho ánimos y frustrada, me subí al juego sola, sintiéndome como una tonta pensando que Alejandro se había fijado en alguien como yo.

-Exactamente, ¿Cuántos besos llevan? - Rodrigo

Negué al ver el mensaje de mi mejor amigo.

+Pregúntame cuántas veces he sido ignorada en el transcurso de la noche, y te lo diré con segundos y todo, amigo

-Utiliza el arma secreta.

+Si te refieres a los juegos ya me encuentro en uno y adivina qué? Estoy sola.

-Rayos, Tania, estamos graves. Pero existe otra opción.

+ Ahora qué?

Espere unos minutos y lo único que contesto ese tonto fue una imagen de churros...

+No entendí.

-LENTA. A Alex le encanta los churros, no se podrá resistir a ellos, Inténtalo.

+¿Lo crees?

-Claro que si. Vamos!

Apenas se detuvo la atracción, apresure mi paso para llegar con Alejandro al puesto y espere mi turno.

-Tania, ¿nos iremos? -Pregunto 

-No, aun no.

Él siguió en su teléfono y mientras la fila avanzaba por alguna razón, me sentía nerviosa, llevamos más de 3 años conociéndonos y si esto fallaba, solamente me había invitado a esta cita por obligación, mas no como la chica que le gustaba. Realmente fue muy extraña esta salida, porque Rodrigo y Daniel el mejor de Alejandro vendrían con nosotros, pero por alguna u otra cosa, a los se les presentó un inconveniente y solo vinimos nosotros dos, en plan de una cita, pero nada está resultando como lo imagine esta mañana...

- Que sea uno, por favor...

La señora asintió y me entregó la pequeña bolsita.

-Necesito que dejes el teléfono.

-¿Por? -murmuro sin fijarse en mi molestia.

-Vamos Tania, ¿no te estás divirtiendo?

-Te daré un golpe en frente de todos, si no lo guardas, Alejandro...-frunci mi ceño, me miro serio y levanto una ceja, pero al ver que mi mirada no se quitaba de su apreciado teléfono, decidió esconderlo en su bolsillo trasero.

ONE - SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora