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–Vaya, qué raro, ¿por qué sólo estaremos nosotros cuatro aquí?

Habló la chica de cabello largo y labios carnosos, proveniente de otra escuela, mejor conocida como Camie, mientras hacía un par de muecas raras y se colgaba de Inasa, sintiéndose cansada.

–Probablemente algo salió mal con lo de la licencia.

–No me jodan, eso no es problema nuestro.

El rubio se acercó a la puerta del lugar donde habían estado con mocosos en su momento, pero no abría, por lo que se molestó más e intentó explotar la puerta, sin lograr nada.

–¡¿Qué mierda?!

–Bakugou cálmate -todoroki se acercó a él y lo tomó del brazo, alejándolo de la puerta- tal vez solamente es otra prueba.

Katsuki hizo que soltara su brazo con agresividad.

–¿Otra prueba? ¡Nosotros ya tenemos nuestras licencias!

De pronto, las luces se apagaron por completo, haciendo que dejara de ver lo que pasaba a su alrededor, Bakugou no podría sentirse más enojado, ¿a qué mierda estaban jugando?

–¿Todoroki?

Se regañó inmediatamente al decir primero su nombre, incluso prefería hablarle a la boba de Camie o al intenso de Inasa, no presentía nada bueno. Estaba tan dentro de sus pensamientos, alzando sus brazos para llegar a tocar algo o alguien, por lo que intentó usar sus explosiones como luz, pero por alguna razón estas no salían, comenzaba a desesperarse.

–Mataré a quien sea que esté haciendo esta mierda.

Su voz sonaba seria, desde que había desarrollado bien su quirk, había dejado su temor por la oscuridad, pero en aquel caso, ese sentimiento estaba volviendo.

Hasta que sintió unas manos en su cintura.

–Te encontré.

Bakugou solamente se sobresaltó un poco, pero nada muy evidente.

–¿Cómo sabes que soy yo, maldito doble cara?

–Tu cintura y aparte no recibo respuesta de nadie más, me hablaste.

El bicolor giró a Katsuki para quedar frente a este, aún con su agarre firme en la estrecha cintura ajena, el de ojos escarlata podría jurar que sentía la respiración del alto contra la suya, lo que lo hizo sentir los nervios a flor de piel, cerró sus ojos con fuerza y golpeó el hombro del contrario con algo de fuerza.

–Deberías encender tu otra mitad, Tontoroki, no se ve una mierda, por alguna razón no puedo usar mis explosiones.

–No lo he hecho porque algo puede ser inflamable.

Nuevamente confirmó la cercanía que tenían aunque no pudiera verlo gracias a la oscuridad en el lugar.

–Da una puta mierda igual, sólo hazlo, pero no me quemes, estúpido.

De pronto sintió una ligera calidez, Todoroki había prendido las llamas de la parte de su hombro y rostro, haciendo luz donde solamente ellos podían verse, Bakugou lentamente abrió sus ojos para no lastimarse la vista con la luz luego de no ver nada durante minutos.

Sus ojos se encontraron con los ajenos al instante, observaba que estos lo miraban fijamente, por lo que sintió un calor increíble en su rostro, alejó la mirada rápidamente e intentó alejarse, pero las grandes manos en su cintura no se lo permitieron.

–¿Quieres que nos perdamos de nuevo?

–Cállate, idiota y deja de mirarme raro.

–¿Raro? No lo hago, solamente no tengo nada más que observar y no me aburre mirarte.

Bakugou soltó una risa burlona y acercó su rostro inconscientemente al de Todoroki, por lo que este apagó las llamas de su rostro para no quemarlo. Incluso se sorprendió un poco cuando notó muchísimo más acerca al rubio, sus narices se rozaban.

–¿Acaso te gusta mirarme, Shoto?

Katsuki se daba una golpiza mental, ¿qué estaba haciendo? ni el mismo podía creerlo, ni un poco.

–Creí que ya lo sabías.

Las piernas del rubio se sintieron débiles, por lo que se recargó un poco en el contrario.

–¿De qué mierda hablas?

Vio al bicolor acercarse un poco más gracias a la leve llama que se encontraba aún encendida, la cual se apagó en cuanto sintió sus labios rozarse.

–Bakugou...

Una voz se escuchaba a lo lejos, Katsuki dormía profundamente en su cama, mientras que Todoroki buscaba una manera gentil de despertarlo, pero nada funcionaba.

–Oye, Bakugou.

Esta vez su voz sonó más fuerte, se le estaba haciendo tarde para clases, despertar a Kirishima había sido realmente fácil, ¿será porque ayer Bakugou no durmió a las ocho? Se sentía culpable, lo había hecho perder el tiempo por solo estarle tocando la cintura. Una idea vino a su mente, llevó una de sus manos por dentro de la sábana y por debajo de la camisa ajena, pasando su mano fría por la curva de su cintura.

Le gustaba mucho tocar a bakugou, no sabía por qué, pero no quería dejar de hacerlo, sabía lo que eran los sentimientos, en su infancia vivió unos muy fuertes, aquel que le provocaba el rubio era uno cálido, en el cual no tenía experiencia.

Bakugou abrió los ojos en par al sentirse frío y al ver la imagen, se levantó en la cama en segundos, con su pie empujó el pecho de Todoroki, haciendo que este cayera sentado al piso.

–Auch.

–¡¿Auch?! ¡¿Qué te ocurre, maldito pervertido doble cara?!

De un salto bajó de la cama e hizo que Todoroki se levantara para sacarlo rápidamente de su habitación.

–Solo venía a despertarte por indicaciones de Kirishima.

–¡No me importa! ¡Ese pelos de mierda se la verá conmigo más tarde!

–Creí que el único aficionado aquí por all might era Midoriya...

–¡Cállate, mierda!

Cerró la puerta con fuerza, haciendo que se escuchara en todo el edificio, dejando al bicolor fuera de su habitación.

Se recargó en la puerta y miró a la nada por unos segundos, sin poder creer lo que había soñado, incluso su propia mano fue hasta sus labios al recordar la sensación.

Solo podía pensar en que Todoroki le estaba pegando su rareza.

•••

la historia no tiene portada llamativa porque me da mucha flojera hacer una, pido perdón.

Waist. { TODOBAKU } Donde viven las historias. Descúbrelo ahora