Waist. { TODOBAKU }

3.

–Hoy harán equipos para hacer un proyecto, mínimo dos personas, máximo cinco. No quiero peros, en el pizarrón está proyectado todo lo que deben hacer y sobre qué trata, no molesten.

Cuando el profesor Aizawa terminó de hablar, se encerró en la bolsa de dormir y no salió más, dejando a los chicos anotando, juntando sus bancas y hablando entre ellos para obtener ideas.

Todoroki buscó rápidamente al rubio con la mirada, para después darse cuenta que Kirishima, Kaminari, Sero y Mina, estaban por acercarse, por lo que se levantó rápidamente, sin notar que a unos pasos suyos sus amigos Midoriya, Uraraka, Tsuyu e Iida tenían intención de ir hacia él.

Katsuki se acomodó en su asiento, no le importaba hacer solo el proyecto, eso lo tenía claro, tampoco le importaba mucho quien fuera a ser de su equipo, sus amigos solían ser holgazanes, admitía que era entretenido regañarlos hasta que hacían lo que les ordenaba.

Igual, algo estaba por cambiar y eso sería evidente para todos los del salón.

–Bakugou, hazlo conmigo.

Todos dejaron de hacer lo que hacían y miraron a aquellos dos.

Bakugou se sintió algo extraño, más porque los del salón dirigieron su mirada como si algo impresionante estuviera pasando.
Todoroki y él ya habían formado equipo antes, no por voluntad propia, pero lo habían hecho.

–¡¿Qué miran, malditos extras?!

Y así volvieron a sus asuntos, menos ciertos dos chicos.

–¿Todoroki?

Midoriya estaba bastante confundido al igual que Kirishima, no sabían qué sucedía entre aquellos dos, siempre los veían salir o estar en el mismo lugar en las últimas semanas, al menos Midoriya, que al parecer siempre estaba al pendiente de lo que hacía Katsuki.

–Lo siento, Midoriya, lo haré con Bakugou.

–¡¿Ah?! ¿Y quién lo decidió?

Katsuki miró molesto a Todoroki, el peliverde no podía estar más confundido con la situación, pero tampoco quería meterse mucho en el asunto, no por ahora. Se alejó luego de asentir brevemente, empezando a ponerse de acuerdo con los demás. Kirishima no hizo mucho más que alejarse también, pero haría lo posible para hablar con alguno de los dos después.

–Yo.

–No quiero.

–Tendremos las mejores calificaciones.

–... Bien.

El más bajo se rindió y dejó que el bicolor juntara una de las bancas con la suya. En silencio empezaron a anotar algunas ideas.

Hasta que sintió cómo con la parte del borrado del lápiz recorrían la curva de su cintura, levantó la cabeza un poco y dirigió una mirada asesina a Shoto.

–Voy a ponerte una jodida restricción.

–No tienes qué hacerlo, no estoy tocándote –elevó ligeramente los hombros, viendo al rubio con inocencia y alejó el lápiz de la cintura ajena–. Sólo quería llamar tu atención.

Aquellas palabras hicieron que en el estómago de Katsuki hubiera una fuerte sensación agridulce, su rostro empezó a arder, por lo que solo desvió la mirada, sin entender las propias reacciones y sin saber qué decir.

“¿Qué me pasa? Debí explotarlo desde el principio antes de aceptar trabajar con él.” pensó mientras trataba de relajarse un poco.

–¿Estás enfermo? Creo de repente tienes fiebre.

De pronto ambas manos de Shoto tomaron las mejillas de Katsuki, haciendo que lo mirara y poniendo su lado frío un poco activo para bajar la temperatura de su rostro.

¿Cómo había terminado en esa situación? De eso estaba llena la cabeza del rubio, sin poder apartar sus rojos ojos de los bicolores.

Sentía que podía vomitar su corazón.

Nunca había sentido esa sensación, más bien, ninguno de los dos, hasta ese preciso momento en que no podían despegar sus miradas.

De pronto Bakugou se alejó, aún más rojo que antes, esto se veía a kilómetros por lo blanco de su piel. Salió sin pedir permiso del aula, Aizawa lo notó, pero no se lo impidió, había estado observando la situación desde hace un rato, pero sus teorías no estaban lo bastante confirmadas hasta ese momento.

Todoroki estaba dispuesto a salir detrás de él, hasta que una voz lo detuvo.

–No tienes el permiso de salir, sólo pueden irse de a uno.

El salón estaba totalmente callado.

–Vuelvan a sus asuntos, el proyecto me lo entregarán en esta semana –un largo “sí” proveniente de los estudiantes sonó, al mismo tiempo que continuaban con lo suyo. El adulto dirigió la mirada al chico que se encontraba dispuesto a salir–. Todoroki, Bakugou seguramente fue a la enfermería, no tienes por qué ir también, siéntate y continúa en lo que él regresa.

–Está bien, profesor.

No le quedó de otra más que continuar con lo que hacía, tomando los apuntes de Bakugou para comparar sus ideas.

También se sentía confundido con la situación, en un momento se había olvidado de todo y aquellos ojos rojos los había sentido tan adictivos como la primera vez que posó las manos alrededor de la estrecha cintura de Katsuki.

Realmente no tenía idea de qué le pasaba y tampoco creía necesario acudir a alguien.

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disculpen si hay algún error de ortografía, toy medio ciegaaa.