Waist. { TODOBAKU }

11.

—Maldito, aleja tus estúpidas manos de mí—gruñó el rubio entre dientes—. hueles horriblemente a carne quemada.

—¿Ah? ¿Cómo puedes ser tan cínico? —el ojiazul tomó de la mandíbula al rubio y acarició la mejilla, que tenía un gran moretón gracias a un buen golpe propinado por él mismo, tratando de “calmarlo”—. Te encanta Shoto y tiene una gran quemadura también.

—Deja de mencionarlo, sólo manchas su nombre cada que lo dices.

—¿De qué estás hablando, maldito mocoso? —apretó su mandíbula más fuerte, pegando su cabeza hacia la pared—. no sabes absolutamente nada.

—No me interesa nada de tu mierda.

Apenas pudo decir aquello por la gran mano que sostenía con rudeza su rostro, le dolía, sentía que el pelinegro podía quebrar su mandíbula en cualquier momento, pero no iba a demostrar debilidad.

—¿Realmente no te interesa? ¿no quieres saber por qué quiero quitarle lo que quiere? ¿hacerlo sufrir en vida? ¿dejar que se arregle con Endeavor, para después matarlo frente a él?

Una risa escalofriante salió de sus labios y se separó del rubio, sentándose en el sillón desgastado y viejo, mientras miraba su propio cuerpo con sus viejas cicatrices, ya que se había quitado la camiseta antes.

—La razón por la que quiero verlo sufrir hasta el fin de mis días, es porque él llegó a arruinarlo todo, a quitarme lo que más quería, a tener lo que yo quería.

apretó sus puños con fuerza, no parpadeaba, sus ojos estaban fijos mientras parecía ido.

—Por eso quiero matarte también.

Sintió una fuerte sensación en el pecho, no sabía qué decir ni qué hacer. Literalmente estaba en una habitación desconocida con un jodido loco que de bonus estaba obsesionado con el chico que le gusta y no había dejado de estarle tocando el cuerpo desde que lo esposó. No podía ser peor. Quería provocar una explosión y salir de esa mierda, pero ¿qué podría ganar? había gente allá afuera y lo sabía, era un puto edifico.

—No tengo nada que ver con él.

—¿Me crees idiota? de igual manera, no me interesa si tienen algo o no, se sabe que tiene sentimientos por ti y eso es lo que vale.

El de ojos azules tomó su camiseta y se la colocó, mirando hacia el rubio de nuevo.

—No hemos podido pasar de fase tres, así que te recomiendo cooperar mañana.

Y sin más, salió de la sucia habitación.

sin embargo, sí sabía que estaba totalmente asquerosa, pero por primera vez en su vida, se sintió más asqueroso el mismo.

Había sentido las grandes manos de un asesino recorrer su cuerpo.

Solamente quería salir de ahí, agarrarlo a golpes y meterlo a la cárcel.

Llegar a los brazos de Shoto, llorar, bañarse y quitarse aquella horrible sensación.

No quería ser tocado y tenía muchísimo miedo de ser abusado, ¿qué se supone que tenga qué hacer?