Capítulo 1

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El ministro de magia estaba reunido con los vencedores de la guerra. Había sido duro llegar hasta donde estaban y muchas vidas de habían perdido en el proceso, pero por fin el mundo mágico descansaría en paz.

- Por culpa de ellos hemos sufrido tanto- dijo Ronald Weasley todavía dolido por la pérdida de su hermano Charlie- el beso del dementor no es suficiente castigo, necesitan sufrir lo que hemos sufrido nosotros.

Varios asentamientos fueron dados por los presentes, incluso la tranquila omega Hermione Granger apoyaba lo dicho por su amigo.

-¿Y qué proponéis?- dijo están vez mirando al niño que vivió- ¿cuál castigo es lo demasiado justo para vosotros?

El silencio reinó en la sala, querían sufrimiento para los culpables de tanto dolor, pero sabían que algo físico no sería suficiente.

-Quítales la magia- empezó a hablar Percy llamando la atención de los allí reunidos- destroza las varitas frente a sus caras y ponlos a servir como elfos a nuestro mando, uno para todo aquel que lo desee.

-¿Eso queréis?- pregunto el ministro-¿Tratarlos como esclavos?

-Déjame terminar- contesto Percy serio- tendremos prohibido ponerles la mano encima durante las horas de sol, al igual que ellos, cuando la gente mira seremos educados y comprensibles con ellos pero, al llegar la noche, al igual que cuando ellos atacaban todo estará permitido.

Los allí reunidos miraban asombrados al omega.

-Así sufrirán como nosotros, sin saber qué pasará o cuando, con el miedo a morir en cualquier momento.

El ministro miro al omega seriamente, era una idea buena teniendo en cuenta lo que querían, sufrimiento.

-¿Alguien en contra de la idea del señor Percy Weasley?- pregunto el ministro al ver que nadie proponía ninguna idea diferente.

-No- hablo por fin el niño que vivió- es perfecto.

Un mes más tarde la sentencia fue otorgada a los mortífagos y un día más tarde comenzó la elección.


Hermione y Neville se miraron a los ojos de manera desafiante, la batalla estaba en su máximo apogeo, ambos querían lo mismo y daría todo por conseguirlo, alrededor de ellos, sus amigos veían el intenso duelo con risas silenciosas y es que ver a esos dos jugando a naipes explosivos era motivo de risa, ambos eran igual de malos.

-Venga Herms- animaba Giny- tú puedes.

-¡Oye!- se quejó Neville- se supone que eres mi amiga, anímame a mí.

-Lo siento Neville, pero las chicas debemos estar unidas.

Neville le saco la lengua a la pelirroja de manera juguetona y continúo concentrado en el juego. Hermione era igual de mala que él, pero también la movía un deseo de venganza fuerte y es que ambos querían al mismo mortífago con verdaderas ansias.

Durante la batalla Molly Weasley había matado a Bellatrix Lestrage, para todos fue un alivio saber que esa loca no volvería a hacer daño a nadie, para todos menos para Neville y Hermione, ellos querían su venganza. La alegría les inundó cuando el marido de su mayor pesadilla fue atrapado, ahora un mes después, ambos se jugaban el tenerlo en su poder.

-Joder- exclamó Neville cuando una carta explotó en su cara.

-Perdiste- se burló Hermione con una sonrisa- Lestrage es mío.

Neville le envío una mirada de fingido enfado, había sido el pacto de ambos y no podía enfadarse con su amiga.

-Vamos-dijo Harry- la puja empezara en apenas unos minutos.

Los chicos salieron de la madriguera despidiéndose de una alegre Molly Weasley y se encaminaron a la mansión Malfoy, antiguo cuartel del que no debe ser nombrado y lugar donde se realizaría la puja.

-¿Vas a pujar Harry?- pregunto Giny- tengo entendido que en esta estará Snape.

Harry negó con la cabeza, tenía en su mente otro mortífago, uno que había pasado desapercibido por todos, pero cuyas dulces feromonas le tenían loco desde que lo conoció.

-Fred y George consiguieron a Draco Malfoy- puntualizó Ron- por lo que se ve fue de los más cotizados, les costó todos sus ahorros.

-No me extraña- prosiguió Neville- los Malfoys son odiados por la mayoría, es una suerte que lo consiguieran.

Los adolescentes callaron al entrar en el enorme comedor, a Hermione se le puso la piel de gallina al reconocer el sitio y acarició con odio la cicatriz en su brazo.

En el centro, a la vista de todos, varios mortífagos se encontraban de pie, con fuertes luces apuntándoles. Al contrario que la puja anterior, la cual había durado horas, se notaba el efecto de una poción adormecedora, esos adultos eran mucho más peligroso.

Los chicos observaron en silencio, con la cara alzada y mirada desafiante, querían que supieran quienes iban a ser culpables de su dolor.

-¿Algo interesante?- pregunto Giny a Neville, como si estuvieran mirando una prenda de ropa en Madame Malkin.

- Puede-contesto el pelinegro- ¿Ese es Rabastan Lestrage?

-Si- contesto la pelirroja observando al hombre señalado por su amigo- según tengo entendido su hermano lo protegió hasta el agotamiento de los aurores, lo debe querer mucho.

-Perfecto- dijo Neville con una sonrisa en la boca.

Harry miró analízate a cada uno de los individuos sobre la tarima. Una ventaja de ser el Salvador del mundo mágico era que le habían pasado la lista del orden en que saldrían a subasta cada uno de los mortífagos, lista que obviamente había compartido con sus amigos. Suspiró. Hasta la cuarta subasta no sacarían a la luz quien él deseaba.

-Madames y mesieres- sonó la voz de Fred a través de unos altavoces en una mala pronunciación del francés- debido a un cambio de última hora, nosotros, los maravillosos gemelos Weasley nos haremos cargo de la puja actual.

-El primer mortífago a subastar- continuó su hermano- es nuestro querido Snivellius. Sus dotes son odiar a todo el mundo y no usar champú- bromeo- la puja comienza con 500 galeones. ¿Alguien da más?

-600- se escuchó una voz en el fondo.

- Yo conozco esa voz- dijo George con una alegría inusual- es de mi querido hermanito Percy.

El pelirrojo mayor le hizo un corte de manga desde el público ganándose la risa de varios.

-Muy bien- continuaron los gemelos- ¿alguien ofrece más?

Varias pujas se oyeron en el lugar, Severus se había ganado varios enemigos con los años, pero no tantos como otros.

-2. 000- volvió a pujar Percy con la varita en la mano y mirada amenazante.

-Vendido a mi querido hermanito con mirada psicópata. Por favor acuda a la sala que le señalará el auror a recoger su premio.

-Continuamos- dijo Fred llamando la atención de los presentes de nuevo- el siguiente ejemplar es la reina de las rubias y una de las manos derechas del que no debe ser nombrado... Lucius Malfoy.

-La puja empieza en 700 galeones- continuo su hermano- ¿ quién da más?

Las cifras comenzaron a subir como la espuma llegando a valores desorbitados. La mayoría de los presentes habían perdido al menor de los Malfoys así que no permitirían que nadie se los quedara.

-8.000 galeones- se escuchó una voz al fondo del salón.

-Uhhhhh otro hermanito- dijo George con burla- 8.000 galeones a la una, a la de dos, adjudicado a mi hermanito mayor William Weasley.

La puja continuó durante varias horas entre comentarios de los gemelos que provocaban la risa de los asistentes mientras que los mortífagos apenas eran capaces de mantenerse en pie del cansancio. Era el comienzo de su venganza.

La venganza (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora