Capítulo 9

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Veinte nuevas muertes, la mayoría nombres desconocidos excepto uno, Millicent Bollustrone. Recordaba a la omega de Hogwarts, no era realmente agraciada y comportamiento era propio de un alfa, aun así, no se merecía aquel final. Harry suspiró.

En un principio aquella idea propuesta por Percy Weasley habría sido loca para cualquier persona, pero él la había visto como una mano tendida para conseguir a Theodore Nott, aunque observando el comportamiento de algunos de sus amigos con sus mortífagos pensaba que ellos también se habían aprovechado.

Harry quería sentir pena por aquella omega y por todos los mortífagos que pasaban las noches sufriendo, pero le era imposible. Recordaba los momentos vividos en la guerra, el miedo inundando su piel, el constante estado de alerta y la angustia presente en cada paso, recordaba aquellos momentos cada día, como pequeños flashbacks que inundaban su memoria sin dejarle descanso. Volvió a suspirar. No podía sentir pena por ellos, su destruido corazón ya no se lo permitía, no le permitía sentir nada.

El alfa soltó una carcajada que retumbó en las paredes de la pequeña oficina. No sentir nada quizás era mentira. Sentía un profundo deseo por su omega. Cuando veía su furiosa mirada no podía evitar ponerse caliente, su alfa lo deseaba desde el momento en el que lo vio en el gran comedor caminando hacia el sombrero seleccionador. Gruño fuertemente. Aquel maldito trozo de trapo lo había separado durante demasiado tiempo del omega.

Harry volvió a centrar su atención en la montaña de papeles frente a él, tenía que dejar de pensar en Nott o acabaría teniendo una erección y todavía le quedaban un par de hora para finalizar su turno y muchas más para la llegada de la noche.

El alfa levanto la cabeza cuando Ron entro por la puerta sin llamar. El pelirrojo irradiaba una enorme sonrisa y las ojeras que siempre inundaban su cara habían desaparecido, incluso juraría que había ganado un poco de peso.

-Hola Harry- saludo mientras se sentaba frente al alfa.

-Hola Ron, ¿qué haces aquí?

-Necesito que firmes esto- contesto entregándole una carpeta- es la designación de rango de los nuevos. Este año no hay muchos per según he visto tienen muchas aptitudes.

El alfa asintió y miró rápidamente los folios para estampar su firma en el último.

-¿Te apetece salir hoy?- preguntó el omega- a tomar unas copas.

-Lo siento Ron, pero estoy deseando llegar a casa con Nott- explicó- si salgo contigo seguramente acabe borracho y no me pueda controlar, estoy esperando a su celo para marcarlo y tomarlo por fin- finalizó con una sonrisa.

El pelirrojo bufó.

-¿Por qué no sales con alguien más?- pregunto el alfa.

-Todos están ocupados con sus nuevas adquisiciones.

-No me refería a eso, sino a buscar pareja.

El omega miró sorprendido a su amigo.

-Eres un omega encantador, fuerte, atractivo, eres ideal- continuo Harry- no entiendo como nunca te he visto con una pareja.

Ron sintió como su vello se erizaba, la sola idea de pensar en un Blaise celoso por que otro alfa se acercaba a él era una pesadilla.

-Nunca he pensado en eso- mintió- además ahora con Zabinni en mi posesión no se si será lo adecuado, no quiero una pelea de alfas por territorio en mi casa.

-Siempre puedes regalarlo o devolverlo para que vuelva a ser subastado por el ministerio. Sinceramente no entiendo todavía porque lo compraste.

-Yo tampoco lo sé la verdad-susurró

La venganza (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora