Capítulo 21

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Hermione miraba a sus compañeros con ira y deseos probablemente homicidas. Hacía tan solo una semana que los mortífagos habían sido liberados y, a excepción de Eris, nadie había recibido noticias de ellos, al menos hasta ese día cuando la elegante lechuza atravesó su ventana y le tendió la odiosa carta con elegante caligrafía.

-¿Paráis ya?- pregunto indignada- lleváis riéndoos de mi un cuarto de hora.

-Tienes que reconocer que es una situación graciosa- contesto Ginny mientras secaba las lágrimas de sus ojos.

La morena  levanto el dedo del medio a su amiga y se recostó sobre el sofá con un suspiro indignado. Cogió su pluma junto a un trozo de pergamino viejo y garabateo una palabras simples coronadas con varias palabrotas para otorgárselas a la lechuza que todavía no abandonaba su hogar.

-No puedo creer que la primera que haya tenido noticias de ellos seas tú- afirmó Harry- y mucho menos que sea para esto.

Hermione fue a protestar cuando la puerta se abrió con fuerza y Percy entró jadeante por la carrera, desde que le prohibieron transportarse o usar red flud debido a su embarazo acudía corriendo a todos lados para no llegar tarde.

-¿Es verdad que han contactado contigo?- pregunto- por favor dime que dicen donde están, a Eris solo le llegan regalos con cartas de cariño pero ninguna dirección.

-Hola Percy- comenzó con sarcasmo la morena- por favor entra, como si estuvieras en tu casa.

-Te consejo que no le enfades- le susurro Ginny- esta muy susceptible por las hormonas.

Hermione miro al pelirrojo en silencio. Su barriga apenas era visible pero se notaba el cambio del omega en su ropa de vestir, principalmente porque había dejado de lado los elegantes trajes y lustrosos zapatos cambiándolos por ropa muggle de colores pastel y zapatos de deporte.

-No pone dirección- contesto-simplemente un par de gilipolleces.

Percy miro a los presentes interrogativo.

-Le ha pedido la custodia compartida de Maggie- explicó Harry- aunque ha especificado que si vuelven a la dinámica amo-esclava pero con él al mando no habría problema- Harry intento aguantarse la risa- porque de esa forma volverían a vivir juntos.

El pelirrojo comenzó a reírse con fuerza mientras se agarraba del sofá para evitar caer.

-Es la peor declaración que he escuchado en mi vida.

Hermione se agarró el cuero cabelludo con frustración, aquella situación era surrealista, se suponía que Rodolphus debía odiarla por lo ocurrido en los meses de convivencia, en cambio este prefería volver a verla e incluso retomar esa época.

La elegante lechuza volvió a entrar por la ventana cansada sin prestar atención a los reunidos y volando al bebedero.

-Será cabrón- se quejo Ginny- esta agotada.

La morena acarició con cariño la cabeza del animal y le dio una de las galletas deluxe que tenía guardada para cuando su lechuza hacía largos trayectos, luego retiro con cuidado el pergamino de su pata.

-Quiere quedar en persona conmigo- comenzó tras leer la nota- esta en el Londres muggle durante una semana, me pide que organice la reunión y me avisa de que la lechuza es una actriz que hace lo posible por conseguir dulces extras.

Los cuatros miraron al animal que había dejado de lado toda señal de cansancio y ahora cantaba feliz. 

-¿Qué vas a hacer?- pregunto Ginny.

-Ir- respondió Percy- obviamente.

Los tres jóvenes le miraron con una ceja arqueada.

-¿Qué se te ha ocurrido?- pregunto Hermione.

La venganza (Harry Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora