La Madriguera siempre había sido el principal lugar de reunión de la familia Weasley y sus amigos más allegados. Durante años las paredes han visto la ida y venida de la familia, así como sus paredes habían escuchado todas las conversaciones contadas incluidas aquellas susurradas para mantenerse en secretos. La Madriguera había visto llegar al mundo a cada uno de los pequeños pelirrojos y los había visto marcharse en busca de su propio camino, había visto las lágrimas y risas de los presentes, había sido parte de la historia de esa familia.
Molly se sentía orgullosa de su hogar y del aire que se respiraba en su interior, incluso cuando los visitantes se reusaban a integrarse entre los demás miembros.
La matriarca suspiró fuertemente. Habían pasado tres meses desde que la nueva ley había sido llevada a cabo y en ese tiempo ninguno de sus hijos había pisado la casa provocando que Molly organizará una reunión familiar a la que no solo estaban obligados a ir sus hijos sino también los amigos de estos como Luna Lovegood y Neville Longbottom.
Al principio las conversaciones habían transcurrido con normalidad centrándose en el nuevo negoció de sus hijos o en los problemas provocados por los alumnos de Hogwarts. Molly se sentía feliz y plena, al menos hasta que los aurores llegaron.
En menos de un minuto la casa se vio llena de serpientes con cara de pocos amigos provocando que el ambiente se helara.
-¿Qué ha pasado?- pregunto Percy serio a uno de los aurores, tras este Snape se mantenía en silencio agarrando fuertemente entre sus brazos un bulto y manteniendo oculto tras su espalda a un tembloroso Goyle.
- Señor Weasley- comenzó el aurore ha producido un incendió en su tienda, ha sido controlado, pero aún así ha habido daños, hemos traído a sus mortífagos para evitar daños colaterales. Le mandaremos el informe en cuanto sean evaluadas las pérdidas.
-Muchas gracias por favor póngase en contacto con mi abogado para tramitar los papeles.
Percy cerró la puerta con una sonrisa en su cara y se giró lentamente a ver al alfa a su cargo.
-¿Qué ha pasado?- preguntó intentando aguantar la ira, todavía no había oscurecido por lo que tenía que controlarse.
Severus se mantuvo en silencio apretando el bulto en sus brazos y manteniendo a Goyle a sus espaldas lejos de la mirada de Ginny Weasley que desprendía fuego por sus ojos.
-¿Qué coño ha pasado?- volvió a repetir el pelirrojo al ver que no tenía respuesta.
-Una de las pociones explotó- dijo Severus en un siseo.
-¿Cómo puede ser eso?- interrumpió Ginny- ¿cómo has podido equivocarte en una de las pociones?
El silencio volvió a inundar el lugar. Severus se preguntaba si decir la verdad o no, aún ha sabiendas de que si esta salía a la luz sería severamente castigado.
-He sido yo- dijo en ese momento Gregory- me puse a jugar con Eris alrededor del caldero y provocamos que cayeran polvos de cuerno de unicornio sobre la poción crece huesos.
Las miradas se dirigieron a Hermione interrogantes.
-Es cierto- dijo esta- la reacción es muy volátil, el incendio debe a ver sido un daño colateral.
Ginny suspiró fuertemente y miro a su hermano, a pesar de que el negocio iba bien tras su apertura, esas pérdidas tan pronto suponían un problema. Molly veía en silencio a sus hijos y se compadecía de los mortífagos, sobre todo de aquel alfa no mayor que su hija, conocía a Ginny y sabía que lo castigaría severamente esa noche.
-¿Quién es Eris?- interrumpió el silencio Arthur.
Percy miró a su padre y el rojo inundó su cara camuflándose con su pelo. Severus ante el silencio del Weasley dio un paso adelante y destapo el bulto mostrando a un niño de apenas 7 años completamente dormido.
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La venganza (Harry Potter)
FanfictionLa guerra por fin ha terminado pero el bando de la luz quiere su venganza, la ira les inundan. Una nueva ley les permite cumplir su sueño. Por la noche todo vale. Los personajes no son míos. Parejas poco comunes. He cambiado algunas muertes. Conten...