my bf is a pornstar ✧ chanlix

✧ 23: Emotional worker? ✧

Luego de una reunión larga, donde básicamente su mánager le suplicaba a Chris mudarse, JeongIn caminaba junto a él por lo pasillos de su empresa.

Por un lado, su ya amigo, no sólo seguridad, se preguntaba por qué se rehusaba tanto a irse; si un par de veces fans golpeaban su puerta y su madre no sabía qué hacer.

Pero claro; no podría dar pocos pasos y ya estar en casa de Félix.

—Es más seguro— le abrió la puerta del vehículo—. ¿Lo entiendes, no?

Christopher entró sin decir ni una palabra; JeongIn rodó sus ojos y caminó hasta el lugar del conductor.

Ahora tenían otra reunión, y sólo él sabía lo importante que era. Le aterraba que Chan arruine todo, por el simple hecho de estar enojado.

—Mira, escúchame— ya se encontraban en camino—. Ahora tienes otra-

—No, no quiero— bufó mirando a la ventana—. No estoy de humor.

—Creéme que quieres estar de humor para esto.

El resto del viaje permanecieron en silencio, y entonces JeongIn comenzaba a ponerse nervioso.

Sentía que su mencionaba el hecho de recibir una propuesta de otra empresa, empeoraría el humor de Chan al cien por ciento.

Pero también estaba seguro que podría ser todo lo contrario, y levantarle el ánimo

Un poco de miedo sintió al pensar que el edificio dejaría bien en claro qué empresa era, y entonces bajaron del auto.

—El teaser de Adidas Originals fue tendencia— hablo Chan algo más tranquilo.

—Sabías que lo sería, ¿o no?

—Sip— sonrió—. ¿De qué marca es la reunión?

—Lo verás, Chan, lo verás.

Tal vez se habían a entrar en lugares lujosos, pero este se estaba llevando el premio mayor.

Tanta elegancia los hacía sentir raros, como si no pertenecieran ahí. Pero debían seguir.

Pronto, observaron a dos hombres de traje, esperando.

—Joder, son mucho más grandes que tú, JeongIn.

—Silencio.

Aquellos saludaron a JeongIn, obvio si es que se trataba de él, y lo supieron con sólo ver a Chris.

Cualquiera puede sorprenderse con tan lindo chico.

Caminaron aún más, y hasta subieron quién sabe cuántos pisos. Aparentemente todo llevaba a una oficina.

—Que pase él solo— indicó uno de los hombres.

Chris miró automáticamente a JeongIn, pues no tenía ni puta idea de lo que estaba a punto de pasar.

El mismo lo miró con tranquilidad, intentando transmitirle lo mismo, y que iba a esperarlo.

Si antes había sentido cosas raras ante la elegancia del lugar, ahora tendría que desmayarse.

Parecía oficina de un perfeccionista extremo, multimillonario y básicamente dueño del mundo.

Tal vez aquel eran el hombre de espaldas, frente al gran ventanal.

—Siéntate— indicó.

Hizo caso, los sillones eran bastante cómodos.

—¿Cómo estás, Chris?

—Bien. Pero es incómodo no verte la cara.

Rió—. Lo siento— volteó—. ¿Qué tal ahora?