my bf is a pornstar ✧ chanlix

✧ 26: Like a love song ✧

¿Qué debería pensar exactamente?

Felix se veía muy tranquilo, relajado, totalmente en su mundo, lavando su auto, lento, pero estaba lavando su auto.

Tal vez sin ganas, porque WooYoung lo obligó, su obsesión con las cosas limpias; Lixie era impredecible.

Aún le costaba decirle al tal Jared que lo deje solo, que no necesita seguridad en ese momento. ¿Cómo hacerlo?

JeongIn lo sabría con sólo mirarlo.

En fin, ni bien se liberó de aquel gigante, se decidió por avanzar y a ver más de cerca a su “mejor amigo”.

—Sabes, en el porno, serías el chico que intenta demasiado provocar... pero deberías quitarte la camisa.

Volteó—. Ajá; mi mejor amigo es un pornstar, no yo.

—Tienes razón— abrió la pequeña puerta, avanzando hasta él mientras se quitaba la camisa.

Tomó la cubeta de agua y jabón, para el limpiar el vehículo, mientras Felix sujetaba su prenda, y estaba totalmente boquiabierto.

—No puedes hacerme esto— dijo de manera inaudible, cerrando sus ojos controlando sus impulsos y pensamientos.

Aunque después de todo, estaba soltero, Chris no salía con MinHo, ¿podría disfrutar un poco?

En silencio.

Le sorprendía el hecho de ambos pasando mucho tiempo juntos últimamente, era random, era cualquier cosa; pero lo hacían juntos.

No sabía si estaba del todo limpio y si es que hizo otro cosa más que mirarlo de reojo, o cómo carajos él también estaba descubierto por su parte de arriba; sólo sabe, que el atardecer les pegaba, estando encima del auto, un poco mojados y silenciosamente pensativos.

—Oye, Lixie— llamó.

—Lo sé, no voy al gimnasio desde... ¿nunca?

—No hablo de... no— sonrió—. Sólo quería hablar de lo de hace algunos días.

—Oh, ¿de qué?

—Tú sabes, tontito. Cuando me dijiste lo de SeungMin.

Miró hacia su derecha—. Eso. ¿Qué ocurre? Estoy bien, yo estoy bien.

—Sí, eso parece— aquella radiante sonrisa seguía ahí.

—Hyung, ¿qué? No soy adivino, dime-

—No estaba dormido. Nunca lo estuve.

—Osea-

—Sí, ese día— asintió—. Ese lindo día.

Felix dejó de mirarlo automáticamente, intentando recordar qué pasaba por su cabeza cuando lo besó.

O sea.

¿En qué momento pensó que sería una buena idea?

Bastante pensar. Christopher seguía mirándolo con su sonrisa perfecta, era imposible mentirle, y su corazón lo estaba matando.

—Tengo una explica-

—No necesito una— negó—. Porque en serio quería que lo hagas... desde hace un tiempo, te tardaste, sí, pero; yo también tardé, y mucho.

—Pero, ¿en qué tardast-

—En decirte que me gustas, me gustas demasiado— una mano descansó en su hombro—. Demasiado.

Se miraron unos segundos y hasta que Chan bajó del auto, para secarse.

Él no había dicho ni una palabra, estaba sorprendido y con un rostro de bobo enamorado segurísimo.