El viaje parecía eterno, Félix odiaba esas cosas de los buses.
Mientras escuchaba algo de Drake, compartiendo audífonos con Chris, y examinando su cámara que había comprado con su propio dinero; así fue como llegaron finalmente.
Parecían unas oficinas comunes, inocentes, aburridas, típicas de economía u administración, desde la recepción.
Pero al pasarla, podría ser cualquier otra cosa, al ver tantos chicos lindos, y mujeres perfectas.
No le atraía en lo absoluto, y ni siquiera estaba de acuerdo con la pornografía; pero a Chris le encantaba probar cosas nuevas, y sacarle provecho a su tan fuerte amistad.
—¿Puedes cambiar ese rostro? No es una funeraria— río.
—Lo siento, pero no me gusta este lugar. Procura terminar rápido, ¿quieres?
—No consta de mí.
Rodó sus ojos mientras veía como llamaban al chico a su lado, y la sonrisa que se iluminaba en el mismo.
No lo entendía, y tal vez nunca lo haría.
Los minutos pasaban, ahora los tiempos pasados de Fifth Harmony lo consumían por completo, mientras su cabeza se reposaba en el hombro de Chan.
Sintió como la mano de su mejor amigo acarició su cabello para despertarlo.
—Hyung-
—Estaré bien— sonrió mientras se levantaba y acomodaba el nombre que le habían pegado en su chaqueta—. No haré nada que no me guste.
Algo le daba al verlo irse en ingresar en aquel cuarto.
Chris no era igual que el resto, era único para él, pero pensar que tal vez no la pase tan bien lo hacía temblar.
Su nerviosismo hizo que el reloj corra, y un mensaje le había llegado.
Channie <3: Lixie, me pidieron que haga otra escena. No sé porqué. Si quieres irte, vete, nos veremos luego.
Perfecto.
Aunque sea llegó a su casa y salió del ambiente el cual no le gustaba.
Fue cuestión de suerte, de que Chris lo llame y diga “—Si me aceptan, llamarán”.
Y que días después haya recibido una llamada.
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