my bf is a pornstar ✧ chanlix

✧ 25: New beginning ✧

El reloj se movía, para un lado, para el otro, tic, toc, mientras los ojos del joven veía la inmensa sonrisa que Christopher se cargaba, y uno que otro vistazo a las manos perfectas de JeongIn.

No tenía muchas excusas, pero necesitaba una, urgentemente.

Encendió su computadora, desactivando los ascensores y suspiró.

—Sabes, el contrato... lo dejé con Sana, Chan, ¿podrías ir por él?

—Claro— se levantó—. Es en la recepción, ¿no?

Asintió—. Ve.

El joven, sin sacar su radiante sonrisa y aquel aura de felicidad que lo rodeaba, salió de la oficina, para ir tras el contrato, o bueno, la puerta a la mansión Playboy.

—Estoy seguro, que los dejaste abajo por algo— habló con una voz nerviosa, JeongIn.

—¿Ahora me conoces?— sonrió—. No dejas de sorprenderme, JeongIn. Pero, no, el contrato está justo aquí— señaló unos papeles juntos, en su escritorio—. Los ascensores “no funcionan”, supongo que su físico se hizo gracias a algo, ¿o no?

—No entiendo, son diez pisos, ¿qué sucede?

JeongIn preguntó con la inocencia que mostraba su persona, con los nervios ante la respuesta de HyunJin.

No estaba listo larabun coqueteo, o bueno, nunca lo estaba.

—Pues, no quería hablar frente a él— dijo—. Sobre que... Bueno, necesita un verdadero guardaespaldas, JeongIn, no te ofendas.

—¿Qué?

—Ya sabes, los fortachones... los altos— ladeó su vista—. Ni bien su firma esté en estos papeles, lamento decirte que no trabajarás para él. Lo siento.

Automáticamente bajó su vista, apretando sus rodillas.

¿Por eso? ¿Para que el golpe sea menos fuerte, lo trataba de esa manera?

¿Por qué pensó que era especial ante los ojos de HyunJin, que vió en él algo que no ve en la gente rica a su alrededor?

¿Por qué siempre lo malo tiene la razón?

No sólo perdió su empleo, del cual vivía hasta entonces, sino que sería imposible comunicarse con Chan si HyunJin quería alejarlo de él. También tenía el corazón roto y se sentía usado.

—Algún día se me pasó volver a ser un portero— levantó su cabeza—. Y creo que llegó.

—Conozco la historia, Chan ama hablar sobre ti— asintió—. Pero necesito que esté seguros y creo que también quieres eso, ¿no?

—Nada me haría más feliz.

Decidido se levantó, no tenía pensado mirar atrás ni una sola vez a ese guapo rostro, que lo haría caer siempre.

Una y otra vez. Pero era más fuerte que eso.

Intentó abrir la puerta, pero rápidamente HyunJin la cerró, detrás suyo.

—No trabajarás para él, sino con él— lo hizo voltear—. Su mánager. ¿Qué pensaste? ¿Que te iba a botar?

Se hizo de las peores películas en su cabeza.

—Yo-

—JeongIn, JeongIn— tomó su mano, y caminaron de nuevo al escritorio—. No te voy a dejar ir; por Chan, y por mí.

Tomó asiento—. Debí imaginarlo, lo siento.

—No te disculpes, quise hacerlo dramático, aprendí del mejor.