Bloem era bastante rápida en su forma de lobo, su cuerpo animal se movía por el bosque con total facilidad, como si se tratase de agua descendiendo por un rio. Ella estaba en sintonía con el entorno, y se veía profundamente feliz. Un aullido interrumpió el rugir del motor de nuestro vehículo, la loba a la que seguíamos respondió al llamado y pronto cinco lobos más aparecieron de entre los árboles. Los animales se acercaron a ella de forma amistosa, lanzándole mordidas juguetonas y meneando sus colas con entusiasmo. No nos detuvimos, ni nosotros ni ellos; las creaturas se incorporaron a la carrera de Bloem, y pronto la manada nos guió a través del bosque.
Ni Becky ni Marlon dijeron palabra, y yo tampoco di ninguna explicación ya que estaba demasiado ocupada intentando sostenerme al vehículo en movimiento, el cual no paraba de dar brincos que amenazaban con dejarme caer. Afortunadamente ya no era tan débil como antes, el ejercicio constante y todas mis aventuras habían hecho de mi cuerpo una herramienta fuerte y ágil.
Los lobos comenzaron a reducir la velocidad hasta que se detuvieron casi por completo, Bloem volteó a mirarnos y yo bajé del vehículo cuando Marlon lo detuvo. Me quité la chaqueta y me acerqué al animal, el cual con un gruñido y después un quejido, adoptó su forma humana de regreso. Cubrí a mi amiga con la chaqueta y volteé a ver a Marlon y Becky, ellos se veían pálidos y completamente desconcertados.
—¿Qué sucede? —pregunté a Bloem.
—No sé si sea bueno que ellos entren también —contestó ella— a partir de aquí, si seguimos el camino, llegaremos al reino de Verano... pero no sé si él...
—Claro —murmuré, tal vez Verano prefería mantener su territorio en secreto— ¿cuánto más queda de camino?
Ella se quedó pensando unos segundos.
—Calculo casi hora y media...
—¿A pie?
Ella negó.
—¿Pueden llevarme? —dije mirando a uno de los lobos, el que se había quedado más cerca cuando se dispersó la formación.
Invierno me había llevado en su lomo con anterioridad, pero eso el tamaño del resto de la manada era bastante reducido a comparación del que tenían los hermanos. Bloem parecía estárselo pensando demasiado, era entendible que no supiera que hacer, pero no teníamos tiempo.
—Está bien —dijo por fin— entraremos todos, pero cuando estemos a punto de llegar... ellos se quedan.
Asentí.
—Será mejor que les adviertas —murmuró quitándose la chaqueta, me la devolvió y se dio la vuelta para segundos después llenarse de pelo y adoptar su forma animal.
Caminé hacia mis amigos con un nudo en la garganta, ellos la habían visto, a Bloem, no era más un secreto, pero no sabía cómo lo iban a tomar.
—Creo que pueden darse ya una idea de todo lo que les conté —dije haciendo una ligera mueca con mis labios— existen muchas cosas que ustedes no han visto y que podríamos creer imposibles... pero no es así.
—Jenny, no entiendo nada —Becky parecía creer que estaba volviéndose loca.
—Yo también soy diferente —intenté explicar— no lo sabía, pero mi papá es... —negué y solté un suspiro exagerado ¿qué pretendía decirles?
Becky negó con la cabeza y sujetó la mano de Marlon quien parecía estar un poco asustado, él mantenía una mano sobre el volante y la otra en la palanca de velocidades, como si de lo que dijera dependiera que ellos aprendieran la huida o no.
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Tempestad de primavera
FantasyLa leyenda de las estaciones 3 Después de una inesperada revelación, Jennifer se encuentra en un barco rumbo a una isla secreta perteneciente a una logia de la que ahora forma parte. Durante su estancia en dicho lugar, se da cuenta de que toda la si...