Kura no paraba de negarse por más de que yo le insistía, ella no estaba convencida con mi entrenamiento y aunque ya llevábamos tres días explorando mi poder, todavía no estaba completamente segura de que podía hacer con él y lo poco que sabía lo controlaba de forma deficiente. Así que parecía que una vez más estaba atada a los hermanos. La decisión evidentemente no me hacía feliz, así que cuando ella se fue, y me quedé no solo sin habitación sino sin amiga; me sentí frustrada y triste, no era una inútil, eso estaba ya clarísimo, pero simplemente todavía no era lo suficientemente buena como para enfrentarme a lo que viniera.
Fue así como los entrenamientos con Anjay aparecieron, nos veíamos al alba en la playa, y ahí entrenábamos hasta que empezaba a quemar el sol, aunque a veces, incluso aunque los rayos fueran intensos y el calor sofocante, seguíamos "El enemigo no descansa" decía él mientras me animaba a seguir. Yo no estaba realmente acostumbrada al esfuerzo físico, si que me había acostumbrado un poco durante todas nuestras travesías, pero realmente lo más que solíamos hacer era caminar, y cuando el cardio llegó a mi vida yo no estuve lista. De cualquier manera, el entrenamiento continuó por aproximadamente un mes y medio, hasta que estuve harta y enfrenté a Agastya, tenía que salir de la isla, estábamos a un par de días de que llegara el invierno y no había modo de que las cosas continuaran de esta manera, ya no, se podía sentir en el aire la pesadez de la temperatura, además de que cada vez que encendía la televisión las noticias solo me traían hechos desafortunados. Cincuenta y seis personas muertas por el golpe de calor en Zimbaue, y un millar más en malas condiciones en América del sur, era demasiado.
Agastya no cedió, se portó duro conmigo y me reprimió haciéndome volver a mis labores diarias, como huésped en la isla no podía gozar de una estadía libre de tareas, así que se me asignaban labores diarias que tenía que cumplir; llevar recados de tal mandatario a tal otro, subir por la calle principal cajas rellenas con peces recién pescados por los marineros de la pequeña civilización, arreglar una cerca o pintar un buzón. Mantenerme ocupada me hacía sentir menos culpa, pero el hecho de que se me trajera como ayudante en general para el mantenimiento si que me molestaba un poco. Sin embargo, no todo era malo, con la partida de Kura yo me había quedado sin hogar, ella había ofrecido dejarme su casa, pero me negué y terminé recibiendo una pequeña pero agradable propiedad al final de una de las calles secundarias donde pude asentarme y tener un pequeño rincón seguro del mundo, se me dieron muebles, ropa y un par de comodidades extra de las cuales había carecido durante nuestras travesías.
Aquella mañana estaba todo tranquilo, yo preparaba un desayuno junto con Anjay quien había accedido a comer conmigo después de nuestro entrenamiento, había invitado a Invierno también así que entre los tres nos encargábamos de preparar la mesa, un omelette que se veía bastante bien y un poco de jugo.
—¿Cuándo será la siguiente sesión? —pregunté a los hermanos.
Las reuniones entre hermanos habían continuado, solo que ahora eran algo menos formales y trataban pequeños temas que les molestaban, no de los demás, sino de ellos mismos. Ya no se me requería para eso, así que no estaba enterada sobre ellas.
—Mañana por la tarde habrá una —dijo Invierno sirviendo el jugo y poniendo los vasos sobre la mesa.
—¿y como va eso? ¿Van progresando? —continué mientras volteaba el omelette— ¿puede alguno pasarme unos platos?
—Estamos progresando, al menos yo siento eso —contestó Anjay pasándome los platos.
—Podríamos decir que si, pero no se cuanto tiempo más nos vaya a tomar esto.
Suspiré.
—Deberíamos ir a buscar sus poderes, ustedes ya no tienen nada que perder, y si no pueden disculparse entonces tal vez solo deben recuperar el equilibrio.
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Tempestad de primavera
FantasyLa leyenda de las estaciones 3 Después de una inesperada revelación, Jennifer se encuentra en un barco rumbo a una isla secreta perteneciente a una logia de la que ahora forma parte. Durante su estancia en dicho lugar, se da cuenta de que toda la si...