En el presente... (16 de agosto de 2021)-Mimi por favor... - sollocé al no recibir respuesta.
-Lo fue todo - dijo en un susurro, que no logré escuchar.
-¿Que? - levanté la cabeza para ver si, de una vez por todas, podía encontrarme con esos ojos verdes que yo conocía.
-¿Te acuerdas de aquel día en la playa verdad? Me dijiste que me ibas a querer pasara lo que pasara y que todo iba a ser diferente.
Puede ver como lágrimas caían por sus mejillas, ya sin control.
-¿Y es que no lo he hecho? ¿No te has enterado de lo que te acabo de decir? - levantó su mirada, al fin.
-Te fallé, lo hice todo mal y te dejé aquí, Miriam. No te supe querer como tú me querías a mi - dijo con un hilo de voz- te dejé aquí y tiré todo por la borda haciéndote daño porque tuve miedo, porque soy una cobarde...
10 de julio de 2016
-¡Mimi, joder! - dije echando a correr detrás de ella.
-¡Quién llegue primero al camping, gana! - gritó ella.
Simplemente reí y paré de correr porque no me apetecía echar la cena nada más salir del restaurante.
Ella al ver que no la seguía volvió corriendo hacia mi y rodó los ojos.
-Eres una aburrida ¿lo sabías? - chisté con gracia.
-Y tu un kamikaze - ella soltó una carcajada.
-Eso es de hace tiempo, lo tenías que saber. Me tienes que querer con eso también - la abracé por la cintura y dejé un beso en su mejilla.
-Estás loca - sonreí dejando caer mi cabeza sobre su hombro.
-Por ti.
-¡Oh, vamos! - solté una carcajada - ¿Volvemos a tener catorce años buscando frases para ligar?
-Ah bueno, pues ya no te digo nada más - se separó de mí y caminó más rápido dejándome atrás.
-¡Pero Mimi! No te enfades que es broma, peque - la agarré del brazo y al darse la vuelta la vi riendo. - Que puta eres.
Se limitó a abrazarme y dejar varios besos en mi frente antes de seguir caminando.
Llegamos al camping entre bromas y algún que otro comentario salido de contexto.
Alquilamos la tienda y la montamos enseguida, justo en la parte donde la luna se veía mejor y cerca de un foco para no tener que sacar las linternas.
No había mucha gente por allí. Solo unas cuatro tiendas montadas al lado de la cafetería y unas tres o cuatro caravanas.
-¿Te apetece una cerveza? - le pregunté a la rubia saliendo de la tienda con un par de latas en la mano.
-Si, porfi. Pero siéntate aquí conmigo -Sacamos una manta que había traído para no sentarnos directamente en el césped y poder mirar bien las estrellas.
Le rodeé la cintura con el brazo libre, colando mi mano por debajo de su camiseta.
Sentí como su piel se erizaba y sonreí sin poder evitarlo. Acto seguido, dejé un beso en su mejilla.
-¿Tienes frío? - pregunté al notar como se entremeció ligeramente.
Era pleno julio y por mucho que estuviéramos perdidas en la montaña de noche, no, no había sido el frío y yo lo sabía de sobra.