A pesar de su corta edad, Jungkook ha pasado por momentos difíciles en su vida, lleva mucho tiempo pensando en qué había hecho mal, cuestionándose a sí mismo y así había sido toda su vida, no tenía a nadie en quien pudiera confiar... ¿Acaso era el d...
Aquella noche había quedado totalmente dormido mientras el sonido de las gotas de lluvia me arrullaban, creo que era una de mis maneras favoritas de quedarme dormido y por esa razón me había sentido tan nuevo cuando amaneció. Desperté con un gran ánimo, lo primero que hice fue ir al baño, tomé una ducha corta y salí, me vestí y no olvidé ponerme solo un poco de aquél perfume... Me sentía a la perfección y era el momento perfecto para sacar conclusiones, averiguar, investigar y saber qué intenciones tenía Taehyung al hacerme tal obsequio. Pero mis ánimos se fueron al piso cuando lo vi al bajar las escaleras y entrar en la cocina.
-Buenos días- Tanto Yang Mi como Taehyung estaban reunidos tomando una taza de té, los saludé a ambos cordialmente.
-¡Buenos días Kookie! ¿Cómo dormiste anoche?
-Muy bien, gracias por preguntar, sabes que me encanta dormir con el sonido de la lluvia.
Mientras tanto, Taehyung solamente miraba su celular y no dirigía ni una sola palabra a ninguno de los dos, supongo que lo que estaba haciendo era muy importante como para hablar conmigo. Pero, ¿Qué me pasa? es absurdo sentirme de esta manera cuando solamente tenemos una noche de conocernos. Recordé que tenía que pagarle por aquél obsequio y se me ocurrió una idea brillante.
Pasaron los días y Taehyung apenas me saludaba, quizá después de todo, solamente fue producto de mi imaginación el hecho de que él se sintiera atraído hacia mí.
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Estando en casa me sentía más aburrido que cuando me quedaba en la casa de Yang Mi, no tenía nada que hacer esa tarde así que decidí preparar el pago de su costoso regalo. Me dirigí a la cocina, tomé un bowl y todos los ingredientes para preparar un pastel, no era por presumir pero era muy buen repostero, seguro le agradaría esta forma de pago.
Decidí que haría un pastel de fresas, en una ocasión Yang Mi mencionó que era el favorito de Taehyung así que puse manos a la obra. Luego de terminar la decoración, lo puse en una caja para que se conservara, al día siguiente se lo entregaría.
Desperté feliz, preparé todo y me fui al trabajo, toqué la puerta y esperé varios segundos a que la abrieran.
-Hola Jungkook, buenos días- quien había abierto la puerta era Taehyung, estaba sonriente y se le veía de buen ánimo. Al parecer era bipolar porque ayer apenas me dirigió la palabra.
-Hola hyung, buenos días- Mi saludo estaba algo cargado de respeto.
-¿Hyung? jaja, eres un poco extraño Jungkook, ¿Qué tienes en las manos? pasa, no te quedes ahí afuera
-Es una caja- Lo miré divertido mientras entraba a la casa
-Lo sé, pero ¿Qué hay dentro?- Su mirada estaba llena de curiosidad, se notaba que quería saber lo que había dentro de la dichosa caja.
-Es mi pago por tu regalo de aquél día- Reí un poco
-Ahh, te dije que no era necesario, pero ¿Qué hay dentro?- Se veía demasiado gracioso, parecía un pequeño niño curioso viéndome de esa manera.
-Es un pastel... de fresas, espero que te guste y que sea suficiente para pagar lo costoso que es ese perfume- Sonreí tímido.
Tomó la caja entre sus manos y pude ver como una sonrisa se dibujaba en su rostro, se le veía realmente feliz de ver este detalle.
-Llegaste en el momento perfecto, tengo muchísima hambre y no he desayunado así que considera tu "deuda" saldada.
-¡Genial! me siento aliviado de haber pagado
-Eres un poco raro Jeon Jungkook
-Buenos días chicos, ¿Cómo están? ¿Qué hay en esa caja Taetae?
-Oh, es solo que Jungkook quiso traer este pastel de fresas para "pagar" el perfume que le regalé, pues se sentía "endeudado" conmigo
-Aww, Jungkookie es tan adorable! que bonito detalle de tu parte, me gustaría probar como quedó ese pastel.
Se reunieron en la cocina y yo me dirigí a la oficina, me sentía feliz de ver aquella reacción en Taehyung, se le veía realmente agradecido. Desearía que todos los días se comportara de esa manera conmigo, desearía ver esa sonrisa tan peculiar más seguido porque por primera vez en las dos semanas que lleva aquí, lo había visto sonreír de manera genuina, como si de verdad se sintiera feliz, al menos por unos minutos. Sé que era estúpido de mi parte pensar en esos pequeños detalles, pero Kim Taehyung era un misterio que yo quería resolver, sin importar cuanto tiempo me tomara, quería saber más acerca de su persona, de sus gustos, su manera de pensar y todo lo que tuviera que ver con él.
Escuché sonar mi puerta siendo abierta y esto me hizo salir de mis pensamientos, era Taehyung, tenía la boca cubierta de crema pastelera, se le veía contento.
-Solamente vine a darte las gracias por el pastel, ¡estaba exquisito!- dijo aquello limpiando las comisuras de sus labios con su lengua, era una imagen tentadora
-No hay de qué hyung, recuerda que es el pago de una deuda- sonreí ampliamente.
Sonrió nuevamente y se retiró de la oficina, me quedé inmerso en la imagen de su boca siendo limpiada por su lengua, su sonrisa, sus ojos brillantes y su voz llena de felicidad. Kim Taehyung podía ser un ángel y un demonio al mismo tiempo, podía ser inocente y el mismo pecado en carne y hueso. Me atraía y me asustaba al mismo tiempo, esto no era algo a lo que quisiera arriesgarme, pero yo era como la polilla que se siente atraída al fuego y por alguna razón sé que no está bien acercarme, pero no lo puedo evitar.
