Pesadilla
Un Jungkook de nueve años regresaba a casa, su día en la escuela había sido muy largo, se sentía agotado después de haber pasado todo el día frente a libros, tantos que su cabeza dolía al recordar todo lo que tuvo que estudiar. Siempre quiere ser el mejor, por mamá y por papá, está seguro de que si ven que tiene muy buenas calificaciones dejarán de pelear, sí... De seguro se sentirán tan felices y orgullosos que ya no escuchará más gritos en la casa, ya no verá a mamá llorando y tampoco verá a papá llegar tambaleándose en las madrugadas.
Entró a casa, subió a su habitación y comenzó a terminar las tareas que le quedaban pendientes, cuando escuchó que subían pasos por las escaleras se asustó mucho, no quería que pasara de nuevo, no otra vez...
-Con que ya llegaste a casa, tu maestra me llamó y me dijo que tus calificaciones no son las mejores de la clase, me dijo que tenías el segundo lugar. Creo que hemos hablado de esto muchas veces Jungkookie, pensé que te había quedado claro que los que quedan en segundo lugar son los primeros perdedores... ¿acaso quieres ser un idiota perdedor?
Le asustaba mucho verlo así, ya sabía lo que iba a hacer, el pequeño se sentía realmente aterrado y no tenía nadie que le protegiera, sus lágrimas no tardaron en aparecer con mucha fuerza, salían de sus ojos y no sabía qué hacer más que contestar con temor a un enfadado hombre.
-No señor, no quiero ser un perdedor- dijo con una vocecita temblorosa, no podía evitar sentir el miedo apoderándose de sus pensamientos
-Ya sabes que tengo que corregirte, ¿no? ¿qué pensará tu mamá? Esto es su culpa, eres débil y no tienes ambiciones, no te pareces en nada a mí.
Sus ojitos se llenaban de lágrimas al escuchar tan hirientes palabras, pasó sus pequeñas manos sobre sus ojos para limpiarlos
-¡Levántate! Vas a aprender por las buenas o por las malas, pero me niego a tener un bastardo perdedor como hijo
En ese momento jaló al pequeño por uno de sus brazos, el miedo dentro de este aumentaba a medida que su padre caminaba sosteniendo fuertemente su extremidad.
Aquél hombre lo llevó al sótano de la casa, lo condujo consigo hasta una esquina de la habitación. En el piso se encontraban unas chapas de refresco con las puntas hacia arriba pegadas al mismo.
-Ya sabes que hacer- dijo aquel hombre con un tono de voz frío y distante
-Papi, por favor no me hagas ésto, me duele mucho. Prometo estudiar más, prometo esforzarme aún más, me duele mucho- el pequeño niño dijo aquellas palabras sintiendo mucho dolor al colocarse de rodillas sobre aquel piso, las chapas se le clavaban a sus rodillas causándole nuevas heridas.
-¿No olvidas repetir una oración mientras estás allí?
-Debo ser ambicioso, debo ser ambicioso, debo ser... -el pequeño continuaba con la sentencia, sintiendo como el dolor le hacía más difícil el repetir aquella oración.
Jungkook
-Jungkook, es solo una pesadilla, despierta, nada es real
-No me dejes por favor, no te alejes de mí, sálvame te lo ruego, por favor no me abandones.
-No me iré a ninguna parte, estás a salvo, solo fue un mal sueño- pude reconocer su voz de inmediato, la persona que me estaba abrazando era Taehyung
-Gra- gracias por despertarme, discúlpame por haber interrumpido tu sueño
-No pasa nada, no interrumpiste mi sueño, la verdad es que tenía insomnio y me acerqué aquí porque te escuché
-Lamento que hayas tenido que escucharme, hace tiempo que no tenía esa clase de sueños, lo siento
-Por favor deja de disculparte Jungkook, no pasa nada malo, además no es que puedas controlar lo que sueñas o no- Ambos permanecíamos muy cerca del otro, al inhalar pude sentir el aroma de Taehyung, era demasiado acogedor y embriagador al mismo tiempo, era agradable el poderlo sentir tan cerca de mí. De repente me sorprendió un poco al acariciar mi cabello, era una muestra de cariño que nadie más que mi mamá hacía para mí, pero hace años que no pasaba
-¿Puedes acompañarme?
Ni siquiera medí mis palabras, no había pensado antes de hablar y se que estaba del todo mal pedir algo así
Taehyung solo abrió un poco los ojos, con un gesto un tanto sorprendido, lo meditó por unos segundos
-Está bien, pero no te acostumbres, haré una excepción porque tuviste pesadillas pero eso no significa que vayamos a dormir juntos de ahora en adelante.
La cama era lo suficientemente grande para que los dos ocuparamos el espacio muy cómodamente, Taehyung se sentó sobre esta para luego recostarse y acomodar las mantas sobre su cuerpo. Se veía realmente hermoso, a pesar de tener puesto un pijama sencillo seguía siendo muy atractivo
-¿Qué esperas para dormir?- Me sacó de mis pensamientos, realmente era fácil quedarme inmerso en su imagen
-Ya me voy a acostar, no hay porqué pelear - reí un poco mientras me acomodaba en mi lugar
-Bien, buenas noches
-Gracias, buenas noches
Nos habíamos dormido dándonos la espalda para respetar nuestro espacio personal pero al cabo de dos horas pude sentir como Taehyung me abrazaba colocando su mano sobre mi cintura, yo no quería despertarlo así que fingí que estaba dormido. No pude evitar imaginar cómo sería dormir así todas las noches, que me abrazara como si de un oso de peluche se tratara, era un sentimiento cálido y hermoso, pude sentir como mis mejillas se calentaban.
Taehyung
Joder, me había quedado dormido en la habitación de Jungkook, ahora lo tenía pegado a mi cuerpo, ¿qué carajos me pasaba? Pude escuchar pasos al otro lado de la puerta y supe de inmediato que se trataba de mi mamá, salí corriendo al baño de Jungkook y fingí lavar mis dientes, salí de aquella habitación y pude ver a mi mamá llamando a mi puerta
-Oh, Tae buenos días, ¿por qué no estabas en tu habitación? y ¿por qué sales de la de Jungkook?
-Lo que sucede es que... la llave del lavabo de mi baño no funcionaba, por eso entré silenciosamente y tomé prestada la de Jungkook
-Claro hijo, lo entiendo. Luego llamaré al plomero para que lo arregle.
Salí libre de esta, que alivio que mi mamá no pensó nada malo, no quiero imaginar la vergüenza que habría sentido si se entera que dormimos juntos.
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Viviendo con mi crush (Vkook)
FanfictionA pesar de su corta edad, Jungkook ha pasado por momentos difíciles en su vida, lleva mucho tiempo pensando en qué había hecho mal, cuestionándose a sí mismo y así había sido toda su vida, no tenía a nadie en quien pudiera confiar... ¿Acaso era el d...