VII

1.1K 186 49
                                    

—Rintarou... ¿Qué te pasó?

"Rintarou" ella siempre lo llama de esa manera, nunca "hermano". A él tampoco es que le hubiese importado mucho, pero ahora se daba cuenta de ciertos detalles en su familia que realmente no estaban del todo bien y ni siquiera se daba de que no estaba del todo bien.

Es cierto que no todos los hermanos se llaman de esa forma, están los Miya que son el ejemplo más claro de eso; sin embargo, ellos se llaman entre sí por apodos cariñosos porque ellos si demuestran su aprecio por el otro, no es mucho, pero algo es algo.

También discuten a tales niveles que cualquier persona cuerda podría asustarse, pero es así como ellos se trataban. Se aman con locura un día y al otro quieren tirar a su hermano por un acantilado.

¿Esa realmente es una relación de hermanos? Con su hermana había una distancia bastante notoria, Rintarou pensó que era por la edad o por ser mujer.

Él se limitó a suspirar, no quería ver a su hermana, de verdad que no quería, pero necesitaba su teléfono y su ropa. Especialmente necesitaba su teléfono, nunca se consideró una persona que sintiera alguna especie de ansiedad al no portar dicho objeto, pero realmente andar sin su teléfono le causaba gran inquietud.

Sobre todo en este momento, se sentía agotado.

Además, andar con ropa interior ajena es incómodo, no importa si es de tu novio.

—Nada.

Su hermana negó con la cabeza, completamente incrédula ante esa respuesta, estaba molesta.

—¿Como que "nada", Rintarou? ¿Dónde estabas? ¿Qué pasó anoche? Papá y mamá no me han querido decir .

Dio un chasquido con su lengua, no sabía cómo sentirse. Se notaba que su hermana menor estaba preocupada por él, genuinamente se veía preocupada.

Sin embargo ¿Donde estaba ella cuando él empezó a gritar? Aunque no tenía derecho a molestarse, de seguro ella también estaba asustada. Además ¿Qué podía hacer una niña de doce años contra dos adultos? Absolutamente nada. Era ridículo estar molesto con ella.

—Los golpes los ocasionó papá. —Respondió el mayor del matrimonio Suna.

Temari solo parpadeó confundida.

—Papá no sería capaz de algo como eso.

—¿Acaso no me crees? —Trató de no sonar dolido, pero no pudo.

—Papá jamás se atrevería a hacer tal cosa.

—Papá... Él no es lo que tú crees.

—Entonces dime que es lo que realmente es, porque no entiendo.

Antes de que pudiese abrir la boca dirigió su mirada hacia Osamu, lo observó directo a los ojos, su novio simplemente frunció el ceño al ver como lo observaba.

—Me gustan los chicos. —Confesó sin mirarla.

Él seguía viendo a Osamu. De alguna manera su novio le deba las fuerzas que le faltaban.

—¿Y eso que tiene que ver con nuestros padres? —Preguntó indignada Temari, luego su mirada pasó al suelo y volvió a su hermano— No...

Su hermana estaba llena de sorpresa.

—Si. —Afirmó Rintarou, trató de que su voz no se desgarrara.

—No. —Repitió Temari con los ojos tan abiertos como platos.

Realmente no sabía si estaban discutiendo sobre sus gustos o sobre sus padres, pero... ¿Eso realmente importaba?

—Si. —Volvió a decir.

100 band aidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora