▶Roman Holiday - Halsey
El corredor de la escuela se veía diez veces más largo, la gente caminando a una velocidad normal, parecían moverse en días. Después del mini-infarto que me provocó Dylan hace unos minutos, mis sentidos seguían un poco atolondrados y no podía concentrarme al cien porciento a mi alrededor.
Pero ahora que lo pienso, se trataba únicamente de la adrenalina que mi cerebro producía involuntariamente, con una noticia que sin duda me movió hasta los huesos. Y no únicamente a mí, en el fondo puedo sentir que a Dylan también le sorprendió mucho, pero de distinta manera, ya que a diferencia de él, yo sí tenía una historia diferente con... Theo.
La primera vez que te enamoras es especial, creo que no lo he vivido por completo y, en lo que cabe, puede ser que lo haya hecho (a medias).
Y el amor no es a medias.
Pero esto fue algo distinto, Theo fue el primer chico que me gustó, pero puede que haya confundido sentimientos en ese entonces, era joven y no tenía idea de lo que era amar, y mucho menos a otro chico, por lo que en mi cabeza planteaba miles de escenarios e historias que terminaban en puntos suspensivos.
Como lo que siento ahora con J.
Pero a quién quiero engañar, no tengo nada de qué preocuparme. Plenamente confío en que todo va a salir de maravilla, lo tengo que sentir. Lo tengo que creer plenamente (para que suceda).
Por eso trato de mantener un perfil bajo, no atraer pensamientos negativos para que cosas negativas no sucedan. Así de simple.
Decido no cruzar miradas con nadie y enfoco mi vista en el celular, sé que es un mal hábito de las personas, y aún lo sigo haciendo a pesar de todo. No tenía alternativa.
Cuando por fin llego al salón, me siento en el lugar correspondiente y por inercia saco mi cuaderno de apuntes y un bolígrafo negro. Lo dejo a un lado por el momento y espero a que el salón se comience a llenar con chicas y chicos muy ruidosos.
El maestro de historia llega al aula y nos pide tener el libro de texto a la mano, veremos un nuevo tema, del cual no escuché ni la mitad. Estaba en la clase, y al mismo tiempo no.
Tener que poner atención a un tema que simplemente no me apasiona es algo mentalmente agotador, pero eso nos imponen en el salón de clases, ¿no?
El sonido de la campana marcando la salida fue algo increíble, de alguna manera sentí que el peso de mis hombros comenzó a desvanecerse con los segundos transcurriendo.
Como de costumbre, el pasillo repleto de personas caminando y hablando fuerte por todas direcciones, por lo que decidí ponerme mis audífonos, activé la cancelación de ruido y reproduje una lista en aleatorio. Needy de Ariana Grande sonó y la piel se me erizó.
Es increíble cómo las personas te pueden hacer sentir tantas cosas con su voz, y sentir como te llega hasta el hueso.
El reloj corría, y los pocos minutos que me restaban para volver a clases los pasé con mi grupo de amigos, riéndonos de todo y de nada. Es curioso ver cómo estar con las personas que quieres te hace olvidar tus preocupaciones por unos segundos. Y los hacen maravillosos.
Aún no le he dado a nadie la noticia, mi primer "primera cita", es algo loco pensar que siempre imaginé este momento, el tenerlo tan presente y no saber en realidad qué hacer.
—Chicos, ¿ya vieron quién regresará a la ciudad? —preguntó Louisa.
—No inventes entonces, sí es verdad.
—Oigan, ¿podemos no hablar de Theo? Por favor, no creo que sea la gran cosa.
—Por Dios, Aaron, si tú y él eran como un chicle —dice Cameron como una mueca. Y Dylan pone los ojos en blanco, ya que los más cercanos ahora somos él y yo.
Lo que no saben, es que para mí no sólo se trataba de amistad, sino de algo más, que creció en mí. La primera vez que me gustó un chico, la primera vez que me sentí conectado con alguien de verdad, pero en ese entonces mi falta de experiencia y de autoconocimiento me hicieron dudar, y comenzar a distanciarme de él. Y un día como sin nada, dejó de ir a la escuela, se perdió de su graduación, de la fiesta, de todo. Y a mí, me dejó con un espacio en blanco, de una pregunta interminable: ¿Por qué nunca te despediste?
Desde ese entonces le guarda rencor, o al menos eso pretendo, me resulta imposible.
Por eso la noticia despertó muchos recuerdos que quería difuminar hasta que por sí solos se perdieran, y no fue así. Pero supongo que tu primer amor, y olvidar es imposible, ¿no?
No quiero verlo.
No ahora.
Tengo una cita que no pienso perder.
La escuela siguió su curso, y yo el mío.
Después del timbre de salida, no hay nada que me detenga de salir corriendo en dirección a mi casa. Excepto claro, mis amigos.
—¡Hey! ¿Por qué tanta prisa? —dice Cameron rodeando mi cuello con su brazo.
—Tengo una... un asunto pendiente —digo tratando de controlar mi lengua y no dejar escapar tanta información.
—Aaron ¡vamos! —comienza a reír y yo solamente me callo—. Sé que hasta tú sabes mentir mejor que eso.
—Pues no es mentira, de verdad tengo una... cita.
—¿Disculpa? ¿De qué me estoy perdiendo? —dice Louisa y de inmediato Dylan hace una mueca de sorpresa.
—Vamos a mi casa chicos, para poder tener un lugar tranquilo.
En el camino todos optamos por cerrar la boca y no mencionar ni una sola palabra. Parecía que se formaba un hilo de tensión alrededor de todos nosotros, y mejor esperamos a llegar a mi casa para poder decir lo que teníamos en la punta de la lengua.
—Pasen, chicos —. Les dije señalando el sillón, indicando que tomaran asiento.
—Ahora sí, podrías decirnos. ¿Qué es lo que está pasando? —dice Louisa, algo alterada.
—No estoy seguro, sólo te puedo decir que conocí a alguien perfecto para mí, y de hecho no lo conozco, somos básicamente desconocidos, pero lo conocí en un café y después de invitó un latte, por lo que le dije que debería invitarle el siguiente, a lo que él respondió, "Claro, deberíamos ir a tomar algo", y yo le dije que me parecía bien, y resulta que tiene libres los martes, y le dije claro, y hoy es martes y ya mejor me callo —.Tuve que tomar aire muy hondo después del desastre verbal que acababa de decir.
Los tres me miraron por unos segundos, tratando de pensar en la respuesta más adecuada. Se podían ver los pequeños intentos de hablar de cada uno.
—Aaron...
El sonido de la voz de Dylan, se vio interrumpido por el timbre de mi casa.
Me pregunto:
¿Quién será?
ESTÁS LEYENDO
COMO AZÚCAR PARA MI CAFÉ
Romance¿Crees en el amor a primera vista? ✨ Aaron descubrirá que sí, cuando por una inofensiva taza de café la cambie la vida y el corazón. Pero las ataduras que se han formado con el paso de los años en su corazón, por fin comenzarán a abrirle paso a algu...