Furioso con su esposa Jiang Fengmian apenas llegó a Yummeng la delegó de cualquier cuidado sobre Wei Ying, llevándolo a una alejada habitación donde le dieron atención, al parecer tenía algunas heridas internas, pero esperaba eso no afectara su vida futura. Jiang Cheng pidió no ser apartado del lado de su hermano, a lo que su padre aceptó tras asegurarse que el incluso intentó evitar la situación.
Wei Ying tardó en despertar de sus tratamientos pero cuando lo hizo tenía claro algo, debía salir de ahí ¿Pero como? Jiang Cheng le explicó que estaban solos ahora ahí, y que su padre le prohibió a Madam Yu acercarse. Wuxian se sintió aliviado, quizá no haría falta irse de su hogar, pensó, pero luego recordó Nie Mingjue, realmente comenzaba a extrañarlo, como si ese único encuentro hubiera bastado para prendarle de él.
Pasó una semana, él se sentía energético y repuesto, pero realmente temía alejarse, el sólo recordar aquel látigo le hacía temblar, más cuando se enteró que su tío debía ir a una reunión de líderes de secta. Solo se quedó en su habitación esperando en silencio, un gran ruido sonó cerca. -¡Que no se los olvide que yo también soy líder de esta secta, abran paso!- Wuxian empezó a sentir sus piernas fallar.
La puerta se abrió, volteó a ver aterrorizado, dos figuras blancas aparecieron. Uno lo cargó y salieron a toda velocidad, sin el saber si debía poner resistencia o no, quedando totalmente inmóvil sin saber reaccionar. Después de alejarse en medio de la maleza, Wuxian volteó, vio quien lo cargaba era Lan Zhan, entonces el que los guiaba definitivamente sería Lan Xichen. Tras un tiempo Wuxian preguntó -¿Porqué?-
-Supe que el líder Jiang iría a una reunión de líderes de secta, temía por tí por lo que pasó, así que le pedí estar cerca por si algo pasaba a lo que el aceptó un tanto indeciso- dijo Lan Xichen -¿Como sigues? ¿Estas bien?-
Wei Ying estaba atolondrado, solo dijo -Si, casi como nuevo-
Tras un rato llegaron a un pequeño pueblo donde se hospedaron, en la habitación en el suelo iba a quedar Lan Zhan y a lado en otra habitación Lan Xichen. Luego les llegó comida, incluida una jarra de alcohol de cortesía. Wuxian no lo había pensado hasta entonces, pero definitivamente esta era su oportunidad para partir con Nie Mingjue, pero si habían acordado con su tío Jiang no lo dejarían ir tan rápido. Wuxian decidió que la forma era hacer tomar al Lan Zhan y huir en la noche, así que le sirvió sin preguntarle y se la ofreció, pero el lo alejó con su mano.
No le hacía falta conocerlo mucho para saber lo necio que podía ser, un poco ansioso porque el otro Lan llegara tomó un trago y jaló la camisola del otro que estaba distraído y lo beso, hechando el licor en su boca. Lan Zhan se alejó ligeramente para toser, parecía que le correspondería cuando de repente su cabeza se desvaneció y golpeó la pequeña mesa. Wuxian se alejó asustado, checó que tenía pulso así que decidió tomar sus cosas y salir por la ventana antes de que alguien hubiera escuchado ese ruido, pero antes de ir hacia su salida, sintió una mano en su cintura,era Lan Zhan, Wuxian casi brinca del susto al verlo, pero había algo fuera de sí. Intentó asestarle un beso pero Wuxian lo esquivó, pero pensó rápidamente, -No tendrás otro si no me ayudas a salir- le dijo con un guiño
-No-
Wuxian quedó impactado con esa respuesta -Si quizá es el beso y te dejo echar un rápido vistazo.... aceptarías ayudarme?
-Mmm-
Pero antes de si quiera comenzar a desabrocharse la puerta se abrió. -Lan Zhan es hora de dormir y tu ven ahora mismo Wei Ying- dijo Lan Xichen con una sonrisa no muy sincera- Wei Ying viéndose atrapado no tuvo de otra más que seguirlo.
-Yo...- intentó Wuxian.
-No me importa que intentabas, pero no aceptaré que uses a mi hermano. Vete, nosotros nunca te retuvimos, eres libre de hacer lo que quieras.-
Wei Ying se sintió terrible, aún cuando el otro ni si quiera alzó la voz.
-Solo si quieres que te dejen ver como un arma, déjate tu mismo de ver como una cosa. Tenlo claro cuando llegues con Mingjue, espero equivocarme. Adiós-
Lan Xichen cerraba su puerta, Wuxian tenía un impulso de detenerlo y decirle que ya no quería irse, pero no pudo. Solo se quedó parado ahí, viendo aquella salida cerrarse, respiró profundamente, y emprendió su viaje en busca de aquel amor prometido.
