Jimin y Hoseok son novios desde hace un tiempo pero los celos de Jimin se hacían cada vez más fuertes según el tiempo pasaba.
A Jimin le molestaba que su novio hablará con otros chicos que no fueran él, no quería que nadie que no fuera él llamará la...
Jimin estaba sólo en casa, agradecía y maldecia estar sólo por que al mismo tiempo que se sentía en paz y relajado, su segunda personal aprovechaba a llenar su mente con recuerdos, pero no recuerdos cualquiera si no, recuerdos de cuando estaba enamorado de ese chico que jugó con sus sentimientos, es decir, su roomate.
Flashbacks
El cuerpo del chico se sacudia sobre la cama, su rostro y cuerpo estaban cubiertos de una fina capa de sudor, sus labios estaban rojos mientras que sus ojos entrecerrados por el placer bailaban entre el techo y el rostro del mayor el cual se encargaba de ponerlo en ese estado, los gemidos contrarios eran graves, arremetiendo sin ningún cuidado y con brutalidad contra el pobre chico que de vez en cuando gemia en llanto por piedad; Pero él Moreno no hacia caso, buscaba saciar su hambre de sexo sin importar que al menor le doliese o no quisiera del todo, pero a Jimin no le importaba llorar y gritar el nombre de Jongin, sólo buscaba ser amado, sea como sea.
Jongin eyaculo afuera, sobre los muslos internos del chico, dejándolo hecho un ovillo desastroso en el colchón, el chico tenia su respiración errática mientras buscaba la sábana con su mano temblorosa para tapar su maltratado cuerpo.
— N-no me corrí.— comentó el menor sentándose en la cama con un dolor horrible en su espalda baja, Jongin volteo a verlo y se encogió de hombros.
— Tu orgasmo no es mi problema.— Susurró, se acercó a Jimin y le tomo de las mejillas con algo de brusquedad, haciéndose que el pelinegro en ese entonces se quejara. Jimin tenía la cara roja y los ojos cristalizados, además parte de sus mejillas estaban húmedas. — Vete ya a tu cuarto, no quiero verte.
Jimin suspiró cuando soltaron sus mejillas, no sabia ni como ni cuando había dejado que su roomate lo pisoteara y humillara, conoció a ese chico en una fiesta, se hicieron amigos y él le insistió varias veces para salir hasta que accedió, Jimin le comentó que no tenía donde vivir y el chico se aprovechó de eso llevándose a Jimin con él, ahora ya sabemos como esta yendo todo.
— C-Crei que querías estar conmigo esta noche.— murmuró mientras se acercaba al moreno.
— Ya tuve lo que quería de ti, ahora largate si no quieres que te saque a patadas.— Al escuchar esa amenaza, sintió su corazón descascararse aún más, tomo su boxer y se lo coloco y luego la demás ropa entre sus brazos, salió de la habitación del moreno y se fue a la suya.
Dejo la ropa en el cesto de ropa sucia, se sentó en la cama y se hizo un ovillo en esta, llorando desconsolado, ¿Por que lo trataba así? Después de todo lo que está haciendo por él.
Paga la mayor parte de la renta gracias a su trabajo de medio tiempo y un dinero que su familia le manda. Amaba a ese chico y se siente tan mal por hacerlo, no deberías amar a la persona que más daño te hace, pero justo es lo contrario, pareciera que entre más daño le hacia el moreno más se enamoraba de él.
Así pasaron los días y los meses, en donde él Moreno se aprovechaba de Jimin, amenazandolo y obligándole a acostarse con él, estaba harto, harto por ser un simple juguete sexual, pero lo que más le enfurecia era que Jongin le mintiera, le deci a que lo quería para tener un polvo y luego lo mandaba a la mierda, en ocasiones le habia dicho que no era un marica, ya que Jimin lo besaba ya Jongin no le gustaba eso si él no tenía la iniciativa.
Un día harto de todo, quiso hacer un cambió y no sólo con respecto a Jongin y el maltrato que recibía por su parte, quería ser él, el que jugará ahora con las personas, cambio su peinado y el color de su cabello a un castaño claro, lo havia lucir encantador y sexy. Desecho parte de sus conjuntos de ropa viejos y adquirió ropa nueva que lo hacía ver realmente atractivo y con dominancia.
Se prometió a él mismo no volver a ser juguete de Jongin. Cuando regresó de hacer las compras se fue directo a su habitación, sabía que pasaría lo mismo de todas las noches, Jongin lo llamaba para tener sexo pero esta vez sería diferente.
Ya no se dejaria pisotear nunca más.
Cuando se escuchó llamar el nombre del ahora castaño, este sonrío y caminó al cuarto, Jongin estaba en la cama, sonrío divertido al ver el cabello de Jimin, su ropa negra y gris.
— Falta mucho para disfrazarse de algo que nunca serás ¿No crees? — pregunto irónico y Jimin se encogió de hombros.
— Ya no quiero hacer esto contigo, no quiero que vuelvas a tocarme ¿Me entiendes?.
— ¿Y si lo hago que? ¿Tú que harías? — Se río en su cara, Jimin no aguanto más y le estampó su puño cerrado en su cara, haciendo que su mano derecha se fuera a sus fosas nasales tapando estas para que impidiera el sangrado, nunca imaginó que la mano de Jimin fuera tan pesada al golpear.
— Maldito idiota.— se quejó por el dolor en su puente.— ¡Pero me amas!
Le gritó, el castaño volteo a verlo y asintió.
— Si, pero no seguiré luchando por un poco de tu miserable amor.— iba a irse de la habitación pero añadió una cosa más.— Seguiré viviendo aquí, pero no quiero que te acerques a mi, otra cosa, personalmente iré a pagar al banco ¿Crees que no me di cuenta de que me estabas cobrando de más?
Río mientras negaba.
— Ya no soy tu juguete Kim, aprende a respetar, si no me voy y te quitan la maldita casa.— Susurró , sabía que en un acto de desesperación él le habia pedido ser su roomate ya que no podia pagar toda la casa y si no, iban a quitársela.
Jongin quedó expuesto y miro a otro lado sin decir nada, los próximos días fueron tranquilos, el moreno a penas le hablaba y eso era mejor que aguantar su maltrato.
Los meses fueron pasando y conoció gente mueva pero era imposible no ser algo exigente y controladora con esas personas, hasta que conoció a Hoseok, ni el propio Jimin no llamaba como amor a primera vista pero si cree que tuvo una conexión enorme con él.
Trataba de no ser celoso pero era realmente difícil, pero por suerte Hoseok era como su penicilina, lograba calmar sus ataques de pánico.
Nunca cambiaría a Hoseok por nada del mundo.
Actualidad
Jimin terminó por quedarse dormido, le habia entregado una copia de su casa a Hoseok, este iba entrando, vio todo oscuro y fue a la habitación, viendo al menor envuelto en las sabanas, era adorable, admiro su rostro y cubrió mejor el cuerpo del chico con las mantas y dejó un beso ahí.
— Te amo, Jimin.
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Aquí sabemos que fue lo que ocurrió entre Jimin y Jongin, pronto traeré el pasado de Hobi, es para que comprendan mejor a ambos personajes.
