Los rayos del sol se asoman por la ventana de aquella habitación golpeando su mirada, obligándole a levantarse de la cama para así mirar en que punto se encontraba, la noche anterior se había ligado a un coreano y seguidamente este le había llevado a su departamento, así que solo lo inspeccionó intentando comprender en qué momento le miro lo atractivo como para hacerle caso.
Estaba muy tomada.
La resaca le golpeó cuando decidió ponerse de pie, caminando rápidamente al baño para así tomar una ducha y luego marcharse a su casa, con la esperanza de que su padre no se diera cuenta de su ausencia. Es joven, apenas tiene 17 años así que le parecía muy normal que su padre andará tras sus pies intentando controlar su vida, su madre nunca lo hizo y aunque en algún momento lisa deseo que esta al menos fingiera que le importa, eso nunca pasó.
¿Así que porque le importaría su muerte?
Termino de ducharse, vistiendo la misma ropa que traía, mirando un poco el espejo para ver si no estaba de muy mal ver. Seguidamente salió del baño para encontrarse con la sonrisa de aquel chico que aún descansado en la cama, le mira.
—¿Que tal la ducha? —Le Pregunto luciendo amable, sin embargo lisa se encogió de hombros y tomó sus zapatos para así disponerse a marcharse.—¿Te vas tan rápido? —Se Apuro a preguntarle y la menor solo asintió.
—Debería estar en clases ahora—Le comentó y el joven solo se hecha a reír.
—Bien, ¿Puedo al menos saber tu nombre?—Le pregunta entusiasta. Sin embargo la menor solo revira los ojos y se niega.—venga, al menos quiero saber con quién he pasado la noche, ¿Tu no?
—Mira, no eres el primero, asi que me da igual —Toma su mochila para después tomar el su móvil que había dejado sobre la mesa.
—Entonces tu vas por allí acostándote con cualquier hombre que se te cruce— La menor asiente y el joven solo Bufa, decepcionado. —Pensé que eras la indicada..
—¿Tu crees que vas a encontrar a la mujer correcta en un bar, por la noche y sobretodo borracha?—hablo con ironía. —¿Crees que esta es una novela? —le pregunta, burlándose de la mirada con desden del joven. —Puede que incluso sea menor que tu.
—¿Pues que edad tienes?—le pregunta solo para salir de dudas.—Tengo 26 así que si eres menor de 18 será mejor que salgas por esa puerta y no aparezcas más—le anuncia, levantándose de golpe para tomar su ropa.
Lisa solo le mira y tras eso se marcha dando un fuerte portazo a su puerta para continuar su camino. En efecto el no era el primero con el que pasaba la noche, Así que conocía muy bien que tenía que hacer después de eso, salir y marcharse y si le es posible nunca volverle a ver en su vida, pues aunque en ocasiones le costaba, sabia que la mayoría era mayor de edad.
Camina por las calles sujetando su móvil en manos mientras mira el número de llamadas que le ha dejado su padre y alguno que otro, Rosé. Los ignora y en su lugar le envía un mensaje a la rubia con la esperanza de que esta no le dijese a su padre que ella no se había quedado en su casa, así que camina con prisa para así poder llegar a su hogar.
Tenía en cuenta de que si llegaba y el le ve, entonces le regañaria como las tantas veces que lo ha hecho, sin embargo debía tomar uno de sus libros y cambiarse de ropa.
Toma las llaves de su bolsillo y se adentra en su casa, intentando ser lo más sigilosa posible para así pasar desapercibida, sin embargo el hombre le sorprende a medio camino echándole la misma mirada de decepción de siempre.
—¿¡Crees que esto es un hotel!? —La voz de su padre resuena por toda la casa, lisa solo permanece en silencio.—¿Donde estuviste? ¿dónde pasaste la noche?—le pregunto aún más enojado.
—Me he quedado con rosé —le dijo mientras le mira con incomodidad, sin embargo su padre negó rápidamente.
—Le he llamado a su madre, ella me dijo que Rosé a llegado a su casa sola— Le comento.—¿¡cuantas noches más lalisa!?—Pregunto enojado.—¿¡cuantas noches más vas a mantenerme despierto a esperarte!? —Grito, al punto del colapso.
Lisa permaneció en silencio, sabiendo que no es un buen momento para discutir con el, Su padre la miraba como si estuviera harto de ella y eso le consumía.
Por que solo quizás lo estaba.
—Pensé que tras la muerte de tu madre cambiarías, intentaría al menos ser una chica responsable—Hablo más para si mismo, bajando la voz mientras la mirada de la joven sigue sobre el.—pero tu solo eres una..
—¿Soy que padre?—Le interrumpe, enojada mientras el hombre solo le mira.—¿Lamentable?— le cuestiona mientras sus ojos se cubren de lágrimas al sentirse frustrada.—A Lo mejor mamá se murió por que no pudo con la vergüenza que tu le hiciste pasar al engañarla, ¿Lo recuerdas?—Escupió, sin importarle lo que su padre le dijese.
—Eso es algo que no tiene que ver contigo—Intento callarle pero la menor no estaba dispuesta a guardar silencio.—Eso fue problema de tu madre y mío..
—¿Entonces yo no puedo meterme en tu vida pero tu si en la mía?—El hombre tenso la mandíbula intentando contenerse.
—¡Por que yo soy tu padre!
—¿Lo eres?—Le cuestiono fingiendo incredulidad.—No fuiste tu quien le dijo a mi madre que no sabías si yo era tu hija, por que ella se había acostado con otro—El hombre se sintió nervioso por tal cosa.
El había podido jurar que lisa jamás había escuchado esa conversación con su madre. Incluso la presión en su pecho fue alta por que la menor aún recuerda eso, habían pasado 7 años desde que tuvo esa charla con su esposa, entonces ella aún recordaba las crudas palabras del hombre al negar su paternidad.
—Tu silencio solo lo confirma—Hablo a media voz por que incluso en el fondo deseaba que fuera mentira.
Así que pasa de el, tomando sus llaves para volver a irse, ignorando la voz de su padre que incluso después de sus palabras le pedía a gritos que volviera, pero no lo haría. Su corazón dolía y incluso su cuerpo dolía por tal enfrentamiento y aunque su plan era cambiar de ropa y dormir un poco, no lo hizo.
Quizás le haría mejor estar un rato más afuera.
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Llevo Grabado Tu Nombre [Jenlisa]
FanfictionLisa es una chica de 17 que tras la muerte de su madre comienza a sufrir problemas de drogadicción y ha auto lastimarse a sí misma, Su padre harto de eso decide internarla por un tiempo en un centro de rehabilitación. Aunque al principio la idea le...