Capitulo 5 [Lo mejor para ti]

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Lisa abre los ojos con lentitud, sin ser consciente del lugar en el que está, su cuerpo duele un poco entonces suelta un leve quejido para después aclarar su mirada y observar el lugar que le rodea. Observa la sala de aquel hospital sorprendida por el encontrarse allí. ¿Había hecho algo mal? ¿Se había metido en problemas y por eso estaba allí? ¿Alguien le había lastimado?, su cuerpo no parecia tener alguna herida, entonces; ¿por qué?

Entonces sus cortas dudas se quedan a media cuando ve entrar a uno de los médicos a la sala, mirándole un poco preocupado, camina hasta ella revisando que todo marchara bien.

—¿Que ha ocurrido? ¿Por qué estoy aquí?—Solto rápidamente las preguntas y el hombre solo se limitó a acomodar sus gafas para mirarle.

—Tuviste una sobredosis, los dueños del bar llamaron a la ambulancia y por eso estás aquí—Explicó brevemente.

La menor solo se quedó mirando por unos cortos segundos a la nada mientras su cabeza solo duele del pensar en todo lo que pasó por el a ver consumido aquello que le dio jay. Así que suspira levemente mientras cierra los ojos intentando controlar el dolor.

—Tu padre..—La menor abre los ojos de golpe.—El esta muy preocupado por ti..

—¿Llamaron a mi padre?

—Son políticas del hospital —Le dijo antes de caminar a la salida.—Le pediré que pase, se encuentra hablando con uno de nuestro colegas —le dijo antes de disponerse a salir de la habitación.

Lisa golpea su rostro con suavidad, sintiéndose superada por aquello, incluso si lo intenta no se cree capaz de mirar los ojos de su padre sin sentir vergüenza por si misma. Su mirada viaja hasta la puerta que se habré dejando ver el rostro inexpresivo de su viejo padre en compañía de un hombre con una bata Blanca que luce cn cara de pocos amigos.

—Buenos días señorita—El hombre fue amable mientras su padre se mantiene estático.—¿Te encuentras mejor?—La menor asiente cubriendo su mirada.

—¿Sabes por que estas aquí?—La voz de su padre resuena por toda la habitación, mientras la menor vuelve a asentir sin atreverse a mirarle.—Tuviste una sobredosis lisa—hablo con un nudo en la garganta bastante notorio. —Y no es solo eso, Encontraron tres tipos de drogas en ti.

—¿Y?

—¿Cuanto te importa tu vida? —El hombre caminó hasta ella, obligándole a apartar su mano de sus ojos para forzarle a mirarle.—Tu madre y yo siempre luchamos por darte lo mejor y tu te vuelves una drogadicta —le reprocho enfurecido. —Eres una malagradesida..

—¿Lo soy?—Le cuestiona con ironía.—¿Que debería agradecerte?, ¿el nunca estar para mi? ¿El siempre quejarte de lo que hago? ¿Que padre? —Las preguntas sólo consumieron al hombre delante de ella.

—Solo quiero que seas diferente que cambies y que valores más tu vida y..

—Yo no te pedí vivir—Los ojos de la menor se llenaron de lágrimas.—Tampoco elegi ser esto, sentirme así y ser así, no es culpa mia—Le miro enojada, mientras las lagrimas rodaron por sus mejillas.

Su padre le miro atónito mientras la imagen delante de él le hace sentir miserable, entonces suspira para poder mantener su mirada firme.

—Es culpa mia—Dice en voz baja mientras aún permanece mirándole.—Soy yo quien te hizo esto—Asumió, mientras baja la mirada para suspirar—Nunca estuve tan al pendiente de ti, trabajo para poder tener un soporte económico bueno, pero nunca me puse a pensar en ti..

La menor solo permaneció en silencio, mientras el hombre delante de él levanta la mirada y sus ojos se encuentran de la misma forma que los de ella, devastados.

—Por eso dejaré mi egoísmo de un lado—dijo acercándose a ella para tomarle de la mano.—Haré lo que cualquier padre haría por sus hijos —le miro, acariciando su mejilla. —Pensar en que es lo mejor para ellos, por eso..—sus palabras se quedan a medias antes de decirle una fugas mirada al hombre que le acompaña.—Te intentaré en un centro de rehabilitación.

Y tras aquello la mano de lisa empujó con furia la de su padre. Negando con rapidez a aquella loca idea pues la menor no podía creer como su propio padre quería internarla y mantenerla en un lugar aislada de todo.

—No iré —Sentenció, intentando ponerse de pie pero el dolor de cabeza se lo impidió.

—Pero este no es un centro común, también se encuentran otros tipo de chicos con diferentes casos—Se Apuro a hablar el hombre.— El lugar..

—¿Que no escuchó?, no iré —volvió a repetir la pelinegra mientras limpió con brusquedad los rastros de lágrimas.

—Irás —Su padre habló con rapidez.—Es lo mejor para ti.

—¿Lo mejor para mí?—Cuestiono con ironía.—Es lo mejor para ti, ¿no buscaste otra forma de deshacerte de mi? —Su tono fue tosco.

—Es una decisión difícil para mí, pero si quiero que tu seas diferente, tengo que hacer esto.

—Ese es tu problema, que nunca has podido aceptarme como soy—su voz salió fría, su mirada no tenía expresión alguna.—En octavo grado, cuando aquella mujer me acuso de besar a su hija, ¿es por eso que me odias? ¿Por qué no puedes aceptar que no soy como tú? —El hombre solo le miro, Inmóvil antes sus palabras.

—Se que te arrepientes, yo se que esto ayudara—Hablo más para si mismo.

Solo en cambio, intentando converserce así mismo.

—Estaría feliz si yo estuviera como mamá, ¿no?—la menor no podía medir sus palabras.—Si estuviera muerta, ¿sería mejor para ti?

—¡Lalisa, cállate!

—Si en lugar de mama, hubiera muerto yo, ¿Estarias feliz?—Su voz fue disminuyendo, mientras le retó con la mirada.—Yo también lo estaría —Murmuró antes de girarse para cubrirse con las mantas.

—Se que no lo entiendes ahora, pero te darás cuenta y serás normal—Dijo incluso si la menor cubrió sus oídos, negándose a escucharle.—Te llevarán por la mañana.

Y tras aquellos se marchó sin decir más en compañía del hombre que no podía creer todo aquello. Lisa dejó salir sus lágrimas que con mucho esfuerzo había retenido por que aquello seguía lastimandole. Cuando tenía 10 años en octavo grado, una chica le había robado su primer beso, Pero incluso si fue lo más lindo que le había pasado, también tuvo complicaciones pues el directo se había enterado y había citado a sus padres.

Desde ese momento su vida se convirtió en un infierno, pues su padre se nega en aceptar la realidad;

Su hija ama de una forma diferente.
De una forma poco usual.

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Llevo Grabado Tu Nombre [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora