capítulo 6 [Mundo de locos]

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La menor abraza su mochila, mientras el coche en el que viaja se detiene en medio del tráfico, mirando como las aves viajan sobre el cielo, deseando ser una, para poder vivir de esa manera tan libre, volar y viajar muy lejos, vivir sin muchas preocupaciones mientras el viento golpea sus alas. Entonces baja la mirada negándose a llorar, sintiendo la presión en el pecho consumirle y desea, solo desea que en algún momento las cosas fuera diferente.

No pidió ser así.
No quiere ser así.
Quiere cambiar.
Puede que incluso eso ayude.

El auto avanza y ella solo suspira tomando uno de sus ositos de peluche para abrazarlo con fuerza y sentirse un poco reconfortada como cualquier niña pequeña que se siente atacada. Mira entre sus cosas, olvidando por completo que antes de subirla al auto le habían quitado su teléfono y su cámara. Intenta encontrar la forma de contener su llanto pero incluso solo al recordarlo ya siente como su corazón duele.

Así que cuando el auto se detiene, en aquel lugar cubierto de rejas enormes, luciendo como una prisión, sus piernas tiemblan. Baja del auto y mira como algunos enfermeros caminan hasta ella para tomar sus maletas.

—¿Estas lista?— Le pregunta uno de los enfermeros. La menor niega tomando su mochila para ponérsela en los hombros.—No es un lugar malo.

—Pues no luce como un parque de divisiones —Hablo irónica. Caminado hasta la puerta en compañía del chico.

—Claro, a simple vista no lo es, pero la gente aquí es calida—comento, encaminando la hasta una de las habitaciones.

—¿Tendré que usar una bata Blanca y lucir como si no estuviera cuerda?—Pregunto, señalando a uno de los chicos a distancia de ella.

—Esos son chicos con diferentes casos, tu estás aquí por otros motivos —explico, Sonriendo un poco ante su comentario.—Veras, este no es un mundo de locos, si no de personas que necesitan ayuda.

La menor solo le miro, guardando silencio por el resto del camino mirándo por todas las partes de aquel lugar y observando a diferentes chicos pasear por los alrededores, algunos permanecían en algunas habitaciones, mirándole a distancia. Así que se abraza a si misma deseando que esto fuera una pesadilla.

—Este será tu nuevo hogar—Dijo finalmente para detenerse en una habitación y haciéndole una señal de que entrara.—puedes empezar a desempacar y acomodar tus cosas—volvió a sonreírle, mientras mira cómo la menor pasea su mirada por cada rincón.—Te acostumbraras—Intento darle ánimo.—Por cierto, mi nombre es mino, estaré de vez en cuando por aquí.

—Soy lisa—Dijo mirándole y el joven sólo asintió, despidiéndose de ella para finalmente abandonar la habitación.

La menor solo se quedó mirando el lugar, sintiéndose pequeña en aquella habitación que le rodea, caminando com prisa a una de las ventanas,tirando de ella para intentar abrirla, pero le resulto imposible pues parecía estar sellada para que los habitantes de aquel lugar intentaran escaparse o lanzarse de aquel lugar. Así que la menor solo tomo asiento a la orilla de la cama y de abrazo así misma.

No sentía capaz.
No quería estar allí.

Esta convencida de que nadie en ese lugar lo quería. Estar bajo cuatro paredes y encerrada por enormes muros, eran cosas que no parecían para nada lindos.

—¿que haces aquí?—La voz de aquella chica le hace salir de sus pensamientos, volteando su mirada para encontrarse con la pelinegra que yace parada a unos centímetros de ella.—No puedes estar aquí, largo —Le tomo con fuerza, para sacarle y la menor tiro de ella.

—Esta es mi habitación—Su voz tirito. —Yo solo..

—¡No es tu habitación, es mía!—Grito haciendo que la menor temblará. —No puedes estar aquí, así que toma tus cosas y vete a otra habitación—Tomo una de sus maletas y la aventó contra ella.

La menor solo guardó silencio, recogiendo algunas de sus pertenencias que se habían salido debido al golpe.

—¡Vete!—Volvió a gritar. —¡Dije que te vayas! —le empujó y la menor solo presionó sus puños queriendo hacer más.—¿Eres sorda o que? —le reto con la mirada y lisa solo suspiro.

—No puedo irme, está es mi habitación — Volvió a decir, su voz saliendo un poco temblorosa.—El enfermero a dicho que está seria mi habitación.

—¡Pues no lo es!— Grito de nuevo, camiando hasta ella, quedando a pocos centímetros.—Así que ve y pide otra por que aquí no te quedaras—Sentenció, dándole otro empujón para luego darle la espalda.

Lisa solo guardo silencio sujetando su maleta con fuerza sin poder decir alguna palabra, bajando la mirada mientras desea que aquello solo fuera una mala pesadilla y ella despertará en su cama como todas las noche.

—Ella se quedará aquí—La voz de aquel chico se hace presente. —¿Oh tienes algún problema irene?—Pregunto entonces cuando aquella chica giró a verle.

Lisa solo volteó, escondiendo su mirada cuando se encontró de nuevo al chico que había conocido la noche anterior y quien se había marchado con una mala imagen de ella, namjoon quien Lucía sereno ante la mirada fija de irene.

—No, ella no se quedara aquí.

—Irene eso no depende de ti y tampoco haremos lo que tu quieras —Namjoon hablo con voz calma mientras se adentró a la habitación y tomo la maleta de lisa para pasar de la chica que no dejaba de mirarle enojada.—Será mejor que te acostumbres, por que lisa será tu nueva compañera.

—¡No!—Volvió a decir.—voy a hablar con jennie, ella me dará la razón.

—¿lo hará?—Pregunto incrédulo—Fue la misma jennie quien pidió que se te asignara un compañero, dijo que era parte de tu progreso —Comento, asiendo que la pelinegra negará.—pero si quieres hablar con ella, puedo hacer que venga aunque hoy se su día de descanso.

Namjoon tomo su teléfono, buscando el contacto de jennie para marcar su numero. Irene solo le miro nerviosa.

—Para —pidió cuando escucho el teléfono marcar. —Puede quedarse, pero que no se meta en mis zonas —dijo, mirándole con odio para luego marcharse enojada.

Namjoon solo le sonrió a la menor que se mantenía en un lugar escondiendo su mirada del chico.

—Ponte cómoda lisa —dijo, pasando de ella sin decir más para salir de la habitación.

Lisa solo dejó salir un suspiro grande mientras se dejó caer en una de las camas de aquella habitación, cubriendo su rostro con una de las almohadas y golpeando con fuerza, no quería tener que soportar eso, ahora miraría el rostro de una de las chicas que parece querer matarla cada que la mira.

Así que desea morir.
Quiere morir.
O por lo menor sumergirse en un sueño profundo.

O por lo menor sumergirse en un sueño profundo

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Llevo Grabado Tu Nombre [Jenlisa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora