Ambos jóvenes salieron por la puerta mientras se despedían de sus madres.
–¿A dónde iremos? –pregunto Harry mientras agarraba la mano de su novio y entrelazaba sus dedos.
–A donde tú quieras –Louis lo miro con una gran sonrisa mientras besaba sus manos unidas.
El rizado sonrió enormemente. Caminaron unas cuantas cuadras recordando uno que otro momento de su niñez.
–No se vale –el menor hizo un puchero–. Tú tienes más recuerdos de tu infancia que yo.
–Eso es porque estabas muy pequeño, Hazz –el mayor le dio un beso en su puchero mientras comenzaban a caminar de nuevo–. Aun recuerdo cuando decías Haddy con doble ede –imito la voz de su novio.
Las mejillas del rizado se colocaron un tono rosado.
–Amo aun lograr que te sonrojes, me recuerda cuando te pedí ser mi novio.
–Ni me lo recuerdes –Harry sonrió avergonzado–. Me trataste como a un bebé.
–Es que tú eres mi bebé.
Louis detuvo el paso mientras agarraba a su novio y se inclinaba un poco hacia arriba para poder besarlo.
–Nos están viendo, Lou –susurro entre el beso.
–Mucho mejor, así todos saben que eres mío.
(...)
Llegaron a una heladería, Louis brinco como un niño pequeño mientras entraba corriendo al lugar, literalmente, soltó la mano del rizado mientras se apresuraba a entrar.
–Un helado de chocolate por favor –pidió.
–Enseguida, guapo –la muchacha que atendía le guiño el ojo mientras se daba la vuelta y movía sus caderas.
–¿Te está coqueteando? –una voz detrás de él pregunto.
Se volteo y allí estaba parado el rizado mientras veía los sabores de helado que habían.
-¡Sí! –chillo emocionado Louis mientras sonreía.
–¿Porque tanta alegría? –Pregunto confundido el menor mirándolo, pero entonces vio ese brillo en sus ojos y esa sonrisa traviesa–. No me digas que... –dejo la frase en el aire.
Louis sonrió mucho más mientras asentía.
–Aquí esta –la chica llego en el momento justo indicado.
Louis retomo su compostura, mientras recibía su cono de barquilla y tocaba a penas los dedos de la chica, guiñándole un ojo.
Era de estatura baja con una hermosa cabellera.
–Me llamo Ariana –dijo coquetamente mientras mordía su labio.
–Qué bonito nombre –Louis también coqueteo.
El castaño miro hacia atrás indicándole que atendiera al siguiente cliente, se hizo a un lado mientras Harry daba un paso con su rostro serio.
–¿A la orden? –La chica pregunta seca y seria–. ¿Qué sabor de helado desea?
–Mi novio quiere variado, por favor, Ariana –Louis interrumpió mientras la chica lo miraba atónita.
–¿Tu novio? –pregunto incrédula. Mientras miraba a Harry.
–Así es –asintió el mayor con una sonrisa.
Ariana se dio la vuelta mientras servía el helado. Escucho unos susurros a sus espaldas y por el rabillo del ojo vio como ambos chicas conversaban amenamente.
–No lo hagas –susurro Harry aguantándose la risa–. Harás que pasemos vergüenzas.
–No me importa –Louis tomo su semblante coqueto una vez más cuando vio que la chica se volteaba hacia a ellos.
–Aquí esta –le extendió el helado al rizado–. Es raro –comento–, casi nadie pide variado.
–Es que a mi novio le gusta experimentar igual que a mí –la chica lo miro confundida y Louis supo que era el momento–. Cada vez que vamos a follar, el helado nos ayuda de lubricante y es mejor, aunque es frio.
Louis y Harry aguantaron la risa mordiendo sus labios inferiores fuertemente al ver como Ariana abría los ojos y su boca al mismo tiempo.
–¿Q-Que? –pregunto asombrada.
–Bueno, gracias, adiós –Harry hablo mientras entrelazaba sus dedos con su novio.
–Tengo que ir a mamársela antes de que el helado se derrita –comento Louis como que si fuera cosa del otro mundo–. El helado sabe mejor en una polla.
Caminaron rápidamente mientras dejaban a la chica con su mandíbula casi que tocando el piso.
–¿Viste su cara? –Harry exploto en risas. Ya se encontraban del local, se sentaron en los columpios de un parque mientras reían.
–Así se le quita lo zorra de andar coqueteando conmigo, yo soy solo tuyo –Louis levanto los hombros mientras le restaba importancia al tema.
La tarde trascurría tranquila, ambos aún seguían sentados en el columpio. Ya habían acabado sus helados y ahora hablaban entre ellos.
–¿Me paseas? –Pregunto emocionado Louis como un niño.
Harry se levantó de su columpio y se posiciono atrás de su novio. Comenzó a moverlo mientras este levantaba sus piernas para agarrar más impulso. Se balanceaba adelante y atrás haciendo que el viento chocara contra su rostro.
–¡Harry! –Grito cuando ya había alcanzado suficiente rapidez para columpiarse el solo y llegar alto.
–¿Qué? –El rizado lo miro atento mientras se colocaba delante de él a una distancia para que no lo golpeara.
–¡Te amo!
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Cántame {Larry Stylinson}
FanfictionLouis no puede dormir, sufre de insomnio, pero eso cambia cuando Harry le canta.