Los nervios pueden jugarte una mala broma, hacer que veas cosas donde no los ves, cualquier movimiento, cualquier cosa que pase a tu alrededor piensas que es contra a ti.
Y este era el caso de Harry.
Había pasado otra semana entera donde no habían sabido nada de Ariana, eso lo ponía mucho más nervioso, el saber que en cualquier momento le iban a quitar a su hija –porque sí, Harry Styles consideraba a Sasha su hija–, lo atormentaba cada día más.
Miro a un lado de la cama y allí se encontraba la bebé durmiendo tranquilamente, dejo un beso en su frente mientras la arropaba más para que no pasara frío.
Se levantó y busco a Louis, pero no lo encontró, bajo las escaleras con solo un pantalón corto y una sudadera, sus pies iban descalzos y eso hacía que diera pequeños brincos al sentir la madera fría chocar contra sus pies.
En la cocina de espaldas se encontraba Louis, Harry lo abrazo por detrás haciendo que este diera un leve brinco por el susto.
–Buenos días, amor –susurro dándose la vuelta para quedar frente a su alto novio–. ¿Cómo dormiste?
–Muy bien –contesto con una sonrisa–. ¿Y tú, bebé?
–A tu lado siempre duermo bien.
El rizado se sonrojo mientras se acercaba a sus labios y lo besaba. Disfrutando de ese momento, alejando los nervios que lo atormentaban, porque su mejor remedio tenía nombre y apellido: Louis Tomlinson.
–¿Qué estas cocinando? –pregunto sobre los labios del otro mientras se separaba.
–Siéntate –ordeno el castaño delicadamente mientras mordía el labio inferior de su novio.
Este inmediatamente hizo caso y se sentó en la mesa mientras admiraba el cuerpo de Louis.
–Esta delicioso, Lou –comento con la boca full mientras tomaba un trago de jugo de naranja–. No tenías por qué pararte temprano a hacer el desayuno.
Agarro su mano por encima de la mesa mientras le regalaba una sonrisa con hoyuelos.
–Claro que sí, eres el mejor novio, algo tenía que hacer por ti –Louis sonrió mientras entrelazaba sus dedos–. Además sé que a ti te encantas las arepas.
–Te amo tanto.
(...)
Ambos estaban acostados en el sofá viendo una película, Harry ya había bañado a la bebé y ya le había dado su tetero y la había acostado con miles de almohadas alrededor.
–Lou –llamo el rizado mientras se acurrucaba más en los brazos de su novio.
–Dime, bebé –el castaño respondió mientras lo abrazaba fuertemente por la cintura pero sin lastimarlo.
–¿No has sabido nada de Ariana?
Louis suspiro, eso le venía rondando por la cabeza hace días y nada que podía conseguir la respuesta.
–No he sabido nada –contesto–, pero tengo una idea –soltó emocionado mientras Harry se volteaba para poder verlo a los ojos.
–¿Qué idea?
–Podemos irla a buscar en donde trabajas –levanto los hombros–. Ya sabes, en la heladería.
El rizado luego de varios minutos de dudar acepto. Dejaron a la bebé con la madre del rizado prometiendo que llegarían temprano.
Salieron agarrados de las manos, daban pasos lentos, como que si tuvieran miedo de encontrarse con Ariana, y de cierta manera, si la tenían.
–Buenas –Louis llamo al chico que se encontraba al frente.
–Sí, dígame señor ¿Qué se le ofrece? –Pregunto amablemente prestándole atención.
–Por favor con Ariana –contesto dudoso.
El chico de aproximadamente veinte años lo miro con las cejas levantadas por un momento, un nudo creció en su garganta al recordar a su amiga Ariana.
–Dis-Disculpa –tartamudeo–. Ella esta presa hace tres días.
La mandíbula de Harry casi, que casi que toca el suelo al oír aquello ¿Tres días? ¿Presa? ¿Esperen qué?
–Si no es muy imprudente de mi parte –hablo el rizado–. ¿Por qué esta presa?
–Iba en el auto con su abogado, al parecer iban discutiendo, y ella furiosa la clavó un cuchillo en el pecho –el chico explico–. Si me disculpan.
La pareja vio como el joven se iba a la parte de atrás. Salieron atónitos de la heladería, y se sentaron en el parque de al frente.
–Esta presa –susurro Harry mientras miraba hacia la nada.
–¿Sabes lo que significa eso? –pregunto un emocionado Louis, él quería hacer a su novio el hombre más feliz del planeta y lo iba a lograr. El rizado negó mientras lo miraba–. Podemos irnos Harry –comento emocionado–. Podemos llevarnos a la niña a Rusia.
–Dime que no estás jugando –Harry lo miro con sus ojos aguados.
–Jamás –contesto Louis–. Te amo tanto que estoy dispuesto hacer todo por ti.
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Cántame {Larry Stylinson}
FanfictionLouis no puede dormir, sufre de insomnio, pero eso cambia cuando Harry le canta.