Cántame {Larry Stylinson}

2T-Capítulo 4: "Un bebé abandonado"

–Papas dice que te quieren –comunico Louis a Harry.

–Diles que yo también –contesto este desde el sofá mientras veía la televisión.

Louis se despidió mientras colgaba el teléfono. Lo coloco donde iba y se sentó junto a su novio. Harry estaba viendo una película, era de terror.

–¿Qué dijeron? –Pregunto absorto sin quitar la mirada de la pantalla.

–Que cuando vamos a volver, y que nos extrañan.

El castaño vio como el rizado ni siquiera le dirigía la mirada.

–¿Harry? –Pregunto pero solo recibió un "Hmm" de respuesta–. ¿Me estas prestando atención?

–Sí –dijo aun mirando la película.

Louis se levantó furioso mientras subía las escaleras haciendo que sonaran por toda la casa, dio gracias de que ni Anne ni Jay estuvieran presentes para así el poder hacer sus berrinches. Cuando llego a la habitación abrió la puerta y la cerro fuertemente haciendo un ruido algo fuerte.

Harry suspiro, sabía que la había cagado, él sabía cuánto odiaba Louis que lo ignorara y él lo había hecho, solo por estar viendo una película.

Subió las escaleras mientras se preparaba mentalmente para lo que diría. Fue abrir la puerta pero esta estaba cerrada con seguro.

–Bebé –susurro pero no obtuvo respuesta–. Por favor, ábreme ¿Sí?

–¡Vete! –Grito con la voz rota Louis.

–Sé que fui un estúpido por ignorarte pero por favor ábreme.

Escucho unas pisadas luego un click indicándole que el seguro había sido quitado. Abrió lentamente encontrándose con el chico castaño acostado boca abajo en la cama.

–Amor –susurro sentándose a un lado de él–. Lo siento.

–Tú sabes lo que odio que me ignores –hablo Louis–. Y aun así lo haces.

–Lo sé, soy un idiota. –Harry se acostó detrás de él mientras lo abrazaba por la cintura–. Pero también sabes que soy tu idiota –Ronroneo en su oreja–. Vamos dime algo, Lou.

–Eres un pendejo –contesto seco mientras sentía las caricias que Harry le estaba dando.

–Oh, bueno, gracias –comento dolido.

–Pero eres mi pendejo –Louis se volteo dándole la cara–. Y te amo.

Harry se acercó a su rostro mientras lo besaba, sus peleas eran tontas, pero siempre las arreglaban.

–Te amo a un más –hablo sobre el beso haciendo que Louis sonriera.

El beso fue subiendo de tono, Louis se había posicionado encima del rizado con sus piernas a un lado del torso del menor, mientras se seguían besando. El más alto metió sus manos bajo la camisa del castaño mientras acariciaba su espalda.

Sus lenguas se tocaban una con las otras haciendo que el ambiente se colocara más caliente. Louis comenzó a moverse encima de su novio haciendo que este gimiera al sentirlo sobre su erección.

El momento no les duro mucho pues alguien estaba insistentemente tocando el timbre.

–Tenemos que ir –Louis se bajó de Harry haciendo que este gruñera.

Ambo bajaron las escaleras tomadas de la mano mientras acomodaban sus pantalones para que no se notara la erección en ambos.

–¡Ya vamos! –Grito Harry al ver que no paraban de tocar el timbre.

Abrieron la puerta y no encontraron a nadie, el menor miro para todos lados y no había rastro de ninguna persona por allí.

–Qué raro –oyó comentar a su novio–. No hay nadie.

–Mucho mejor –Harry sonrió–. Podemos seguir con lo nuestro.

Fueron a cerrar la puerta pero un llanto los detuvo.

–¿Escuchaste? –Pregunto Louis mirando para todos lados.

–No oí nada Louis, mejor entremos.

–Ahí, Harry, viene de allí.

El castaño camino hasta un bote de basura mientras seguía el llanto, en el, había un bebé envuelto en una sábana rosada con una nota a lado.

–¡Harry! –Chillo mientras lo agarraba en sus brazos.

(...)

–¿Qué dice la nota? –pregunto el rizado mientras sostenía el bebé en sus brazos, sentado en el sofá.

"Por favor cuiden de ella"

–¿Cómo alguien puede abandonar a su hija? –comento Louis con el ceño fruncido.

–Alguien sin corazón. ¿Lou? –lo llamo.

–¿Sí, amor?

–¿Qué haremos con ella? –Pregunto preocupado mientras mordía su labio inferior.

El castaño lo pensó mientras miraba a la bebé.

–Es mejor que la llevemos a un orfanato.

Harry chillo asustado mientras lo miraba como que si le fuera salido otra extremidad ¿Un orfanato? Oh, no, definitivamente él no iba a dejar a esa niña en un orfanato. Lo miro con sus ojos abierto mientras la decepción crecía dentro de él.

–¿Un orfanato? –Repitió–. ¿Estás loco? No dejare a esta bebé en un lugar como ese, sobre mi cadáver.

–¿Entonces que propones?

Harry lo pensó bien mientras miraba a su novio allí parado frente de él.

–Adoptémosla.