Cántame {Larry Stylinson}

Capítulo 1: "Yo te canto"

"Cántame que con tu voz se calma mi dolor"

Eran las 7 de la mañana y él aún no había podido dormir. El insomnio había vuelto y las pastillas no le hacían efecto. Durante toda la noche trato de cerrar los ojos y dormir un rato, pero no lo logro. Se la había pasado toda la noche mirando el techo. A sus cortos 6 años sufría de esa horrible enfermedad. Que según los doctores era muy fuerte para la edad que el poseía.

Por más que le habían recetado jarabes, pastillas y uno que otro té, en las noches no lograba conciliar el sueño. Se volteo en la cama quedando con la mirada pegada a la puerta. En cualquier momento su madre entraría y le preguntaría si había dormido. No quería preocuparla más de lo que ya se encontraba.

–Lou –tocaron la puerta desde afuera–. ¿Puedo pasar?

–Claro –contesto enseguida sentándose en la cama feliz.

La puerta se abrió revelando a un niño pequeño de 4 años. Con sus cabello alborotado a pesar que lo tenía cortado en forma de honguito y liso. Venia abrazando a ese peluche que nunca soltaba. Un bonito oso color marrón.

El pequeño Harry se sentó en la orilla de la cama mirando a su amigo. Miro esas bolsas que tenía debajo de sus ojos junto a ojeras que se veían en kilómetros sin exagerar.

–¿Domite, Lou? –hablo tiernamente. Él no sabía que significaba la palabra "insomnio" solo entendía que el castaño no podía dormir durante las noches.

–No, Harry –contesto agotado–. No pude dormir durante toda la noche.

Louis hablaba correctamente, a diferencia de Harry que no sabía pronunciar bien algunas palabras.

–Mi mami cuando no puedo domi, me canta una canson muy bonita –le dijo abrazando su peluche–. ¿Quedes que te cante?

Louis lo pensó. No perdía absolutamente nada aceptando. Así que se acomodó de nuevo sobre la cama y se arropo con las sabanas.

–Cántame, Harry.

El infante se acomodó a un lado de él. Comenzó a tararear una canción. Louis no lograba descifrar cual es. La voz de Harry era armoniosa, era pequeña, dulce. Digna de un bebé niño como él.

Los parpados de Louis cada vez pesaban más, trataba de mantenerse despierto para seguir disfrutando de la canción que le cantaba su mejor amigo pero no podía. Se había quedado dormido.

–Harry tu mama... –la madre del castaño se cayó al ver a su hijo dormir. Se le aguaron los ojos de la felicidad. Su hijo se veía tan tranquilo durmiendo. Harry estaba acariciando su cabello–. ¿Cómo se ha quedado dormido? –Pregunto emocionada al pequeño.

–Yo sodo cante –contesto sonriendo-

–Tu mama te espera abajo. Es mejor que vayas.

Harry se bajó de la cama sin antes darle un beso en la frente a su mejor amigo. Agarro su oso y se fue del cuarto.

Jay bajo junto al pequeño dejando a su hijo dormir tranquilamente.

–¿Johanna? –Pregunto Anne–. ¿Por qué lloras?

–Tu hijo –dijo conteniendo el aliento.

–¿Qué tiene mi hijo? –contesto entre preocupada y confundida. Harry solo la miro con sus ojitos dándole a entender que no sabía de lo que hablaba.

–Tu hijo ha hecho que mi Lou se quedara dormido –y rompió en llanto.

Entonces la madre de Harry entendió. Ella sabía que Louis sufría de insomnio y que nada lo hacía dormir. Miro a su hijo mientras este estaba abrazando a su oso fuertemente. Es que nunca lo soltaba.

–Mami –las señoras voltearon para encontrarse con un soñoliento Louis a unos escalones de la escalera.

–Bebé, pensé que estabas durmiendo –pregunto preocupada al ver que había pasado solo minutos.

–Quiero que Harry me cante.

Jay miro a Anne pidiéndole permiso para ver si su hijo le podía a cantar. Esta acepto diciéndole al pequeño que subiera con su amigo.

–No sabes cuánto te lo agradezco, Anne –la abrazo emocionada.

Ambos subieron las escaleras hasta llegar al cuarto del mayor. Este se volvió a acostar en su cama. Mientras Harry tomaba la posición que estaba antes.

–Dueme, Lou, yo te canto hata que te duemas.