My Little owl lady- Lumity TOH AU

Reina

Odalia buscaba exhaustivamente en el libro frente a ella la solución a sus problemas.

Todos sabían que Belos no era el único gobernador sobre las Islas, después de todo las Islas Hirvientes eran más grandes de lo que cualquiera se imaginaba.
Aún restaba el lado desconocido, el lado dónde estaban las escuelas de Glandus y Sr. Epiderm, cada una situada en un sitio diferente. Tres sitios desconocidos para ser concretos.

Era obvio que era demasiado terreno para un sólo emperador, así que en total se conocían tres gobernantes.

Lorreine.

La bruja marcó con su uña dicho nombre en el libro y sonrió maliciosa. Lorreine era el nombre de la reina al lado sur de la isla.

Sin dudarlo mucho empezó a leer con dedicación y cuidado toda la información que podía. Aún desconocía el puesto del sujeto que abarcaba el tercer puesto, pero poco le importaba. Había conseguido la información de una y eso era más que suficiente.

Cerró el libro y buscó en entre el escritorio de su esposo un mapa de las Islas Hirvientes en su totalidad, tardó un poco debido a los extensos papeles pero lo logró.
Al parecer su viajecito al lado sur de las Islas tardaría medio mes, era demasiado. Esta vez ni su báculo podría ayudarla a llegar rápido, era un lugar realmente distante, además necesitaría papeleo para pasar y otros aspectos que tendría que contar.

-Eso no será un incoveniente para Odalia Blight -musitó decidida antes de guardar el mapa en el bolsillo secreto de su vestido e irse a su habitación especial. Al parecer Amity no había sido la primera en tener un escondite, quizá era de familia.

En la misma habitación en la que dormía junto a Alador. Se agachó hacia el suelo y sacó un ladrillo de mármol con un tono discretamente más claro al de los demás, con el espacio hueco lo jaló, invocó un hechizo y el estrecho interior se vió iluminado dando la vista clara de que se trataba de unas escaleras secretas. Bajó por las mismas como si nada y cerró el sitio.

Era hora de investigar.

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La humana y la bruja estaban caminando tranquilamente por el bosque, charlando y riendo sobre algunas anécdotas y bromas que les había contado Gus.

-Apenas puedo creer que hayas caído con una ilusión mía -rió divertida Luz. La mayor se sonrojó de la vergüenza.

-El chico Porter ha mejorado mucho en su habilidad, no me culpes -habló firme, Luz la miró coqueta. -¡N-no me mires así!

-Lo siento, es sólo que me da gracia que casi besas a una ilusión -respondió insinuante. -Me alegra no ser la única que cayó redonda en esa broma.

-Está bien, caí en su juego ¿Sí? -refunfuñó molesta.

-Sí querías un beso, sólo tenías que hacérmelo saber, cariño -contestó con una radiante sonrisa. Amity que ya conocía el significado de esa palabra sonrió bobamente.

-Creo que no me vendría uno mal en este momento -musitó avergonzada. Luz sonrió y tomó su rostro para darle un sonoro beso en la mejilla, Amity negó. -N-no en la mejilla.