Portada hecha por mí~
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Han pasado 5 años desde el caso de Eda, sin embargo después del escape desaparecieron. Amity con el corazón roto tuvo que acostumbrarse a su vieja y "perfecta" vida, y es aceptada en el aquelarre de...
Buenas de nuevo! Antes que nada, vengo a mostrarles el diseño principal de luz, luciendo el traje de Eda ✨✨
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Próximamente también traeré el diseño de Amity y otros personajes, solo espérenlo ❤️❤️
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-No... en mi casa -Luz estaba sorprendida ¿No iba a entregarla al emperador? Respiró con alivio, obviamente no lo haría. Después de todo, era Amity Blight, su mejor amiga. Ella jamás creería que Amity haría algo para afectarla, soltó una pequeña sonrisa al saber que estaba frente a la verdadera Amity, la bruja fuerte y amable que conocía.
Unos minutos de silencio eran incómodos claro, así que Luz creyó ideal comenzar una broma.
-¿Así que a tú casa, eh? -preguntó con un tono coqueto, mientras que la otra bruja solo respondió con una enorme sonrojo volteando su cabeza hacia otra dirección.
-C-calla! Además recuerda que sigues siendo una prisionera y cumplirás con lo que yo diga -demandó en un tono totalmente nervioso y Luz siguió con el juego.
-Y ¿Qué desea usted, señorita Blight?~ -moviendo sus manos aún esposadas sobre su silueta de forma atrevida. Amity era un tomate ahora! Admitía que si fueran niñas resultaría algo gracioso, pero ya no lo eran. Luz ya no tenía el cuerpo de una niña de catorce, observó su cuerpo tratando de ser discreta. Maldita pubertad! Estaba jalando de las esposas a su amor platónico del pasado. Luz ya le parecía bonita desde niña, pero ahora de adolescente estaba que ardía!
-Hey Amity, ¿Todo bien? Llevas mirándome tres minutos -¡¿Tres minutos?! Por Belos! Parecería una acosadora si no encontraba una excusa, y rápidamente la encontró.
-E-el vestido de Eda -señaló a las ropas de la morena. Por suerte, Luz se la creyó.
-Ah, sí. Ya no tengo el mismo cuerpo que hace cinco años ¿sabes? Entonces Eda comenzó a prestarme su ropa -explicó alegremente. -¿Por qué? ¿Se me ve mal? -su mirada se entristeció.
-¡NO! No quise decir eso, por el c-contrario. Yo c-creo que luces muy linda! -fuck. ¿Realmente había dicho eso? La morena la miró sorprendida, y un gran sonrojo se apoderó de sus mejillas.
-S-supongo que es lindo saberlo -¿Ella era linda para Amity? De algún modo eso la hacía sentir... Bien. Quizá demasiado. Unos segundos en silencio, y la morena continuó. -yo creo que también eres muy linda. -y la morena no mentía, siempre había visto una belleza inusual en la pelimenta. Si tuviera que compararla con todas las personas que conocía, definitivamente la bruja los superaba en gran ventaja.
-... -ninguna de las dos volvió a dirigirse la palabras por algún tiempo. Finalmente llegaron a la parte trasera de la mansión Blight. La pelimenta habló. -L-luz, no podemos arriesgarnos a entrar por la puerta principal. Tendemos que entrar por la ventana de mi habitación. -la morena no entendía los nervios de la pelimenta, hasta que ésta invocó su báculo y le dirigió una mirada con un claro mensaje
"Súbete"
La morena acató la orden y se sentó en el báculo seguida de la bruja detrás de ella. Todo normal hasta que la pelimenta la abrazó de la cintura. No pudo evitar sobresaltarse un poco con el agarre.
-E-s para que no te caigas o algo por el estilo -se justificó nerviosamente. -No puedo permitir que mi prisionera se lastime. "Mi". Esa palabra rebotaba en la mente de la morena quien solo atinó a sonrojarse furiosamente. Pero su pensamiento fue interrumpido cuando finalmente llegaron a la habitación.
¿Esta era la habitación de Amity? Por Azura! Parecía una habitación de muñeca, tan organizada y limpia. Se apenó al compararla con la suya, la morena admitía ser un desastre en el tema del orden.
Amity la miró fijamente a los ojos y las muñecas de la humana se sintieron ligeras: Amity le había quitado las esposas.
-Puedes permanecer sin las esposas por el momento -y sin decir una palabra, se dirigió a ¿Quizá el baño? Salió con una blusa básica negra y un pans del mismo tono. -iré a verificar que el camino esté libre. Y si te atreves a escapar, te capturaré. Y esta vez irás directo al castillo -amenazó con voz fría y seria. Esto extrañó a la humana, era la primera vez que actuaba tan amenazante en todo lo que habían pasado horas antes. Solo asintió.
Amity solo desapareció por la puerta sin mirarla.
"Que fría. Y yo que pensaba que ya estábamos bien" pensó la morena.
Cinco minutos. Cinco minutos y la pelimenta no parecía volver a la habitación. Para una impaciente Luz, cinco minutos podían sentirse como horas. Ya había hecho de todo, había observado al menos una diez veces todos los objetos sobre el tocador de Amity, había contado todos y cada uno de los peluches sobre la cama y los había nombrado con nombres ridículamente adorables, y había estado pensando algunos temas triviales. Una idea fugáz pasó por su mente, sin pensarlo asomó su cabeza por el baño por dónde había entrado Amity, y lo vió. Pensó por un momento, aún con duda
"¡A la chingada, me importa un bledo!"
Pasó las prendas de la pelimenta con fluidez sobre su propio cuerpo, subió su cierre y se miró al espejo. Le faltaba un pequeño detalle. Labial. Sacó de su viejo traje un tipo de labial y lo frotó contra sus labios coloreándolos. Estaba lista.
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Amity finalmente se disponía a dirigirse a la habitación con plato de comida para la morena.
Aún sentía todo el suceso como un cliché de alguna obra fantasiosa pedorra. Abrió la puerta puerta, y casi suelta la bandeja de comida al no ver a la humana en su campo de visión.
"No, no, no, no. Ella no se había escapado ¿Cierto? Idiota, idiota, idiota. La dejaste ir!"
Estuvo cerca del llanto. Ella se había ido, la había abandonado. Sintió su corazón desquebrajarse un poco.
-Amity, ¿E-estás llorando? -preguntó a sus espaldas una preocupada Luz. Rápidamente la volteó a ver, allí estaba. No se había ido, eso la relajó. Luz no quería ver triste a la pelimenta, e inició una broma. Porque a los ojos de Luz, una buena broma endulzaba hasta el más amargo momento. -Bueno Amity, los roles han cambiado -sonrío con actitud de superioridad presumiendo el traje de la bruja. Amity no se había dado cuenta hasta ahora, un pequeño sonrojo se asomó por sus mejillas. Luz lucía bien con cualquier cosa. -Soy Luz Noceda, líder del aquelarre Pedos, digo Belos -Amity rió con la broma. Luz siempre sabía alegrar el momento.
-Sí, sí. Como diga gran Luzura. Anda, quítate eso. Te prestaré una piyama -sonrió tranquilamente. Y luz bajó el cierre de su espalda. -P-pero en el baño idiota!
-Tu te lo pierdes Blight~ -le guiñó el ojo. Amity le dió el piyama y luz se adentró al baño.
