Perdón

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Hola mis bellezas. Las mismas advertencias de siempre y no se preocupen, manden las maldiciones hasta el final.


oOo


"Eso debe doler como el infierno", dijo un tipo extraño antes de sentarse frente a Crowley y extender su larga mano. "Hola, soy Pier".


Crowley se encogió de hombros y continuó masticando silenciosamente el cereal que Winky le preparó para el desayuno.


"Noche difícil ¿cierto?", Continuó el moreno bajando su mano y guardándola rápidamente dentro de su túnica, "me agradas, no eres muy hablador. Bueno, como sea, tengo algunas pociones y vendajes guardados, te las puedo dar si las necesitas claro. A la mascota del director nunca le dan nada en enfermería y como soy muy amable, de mestizo a mestizo, can make some tratos contigo antes de que mueras. "


Crowley bajó su cuchara y miró fijamente al adolescente.


"Ve a estafar a alguien más amigo ", se burló el pelinegro antes de levantarse y alzar una mano como despedida, "Ciao Pier."


Pier Davoli funciona a Crowley salir del Gran Comedor, aun con una enorme sonrisa en los labios. No importaba cuantas veces lo rechazaran, todos, sin excepción alguna, terminan rogando su ayuda.


oOo


Pansy masticaba su galleta de una manera muy poco femenina. Sus largos dedos codiciosos sostenían como negras garras un delicado plato de porcelana blanca. Los niños que la acompañaban bebían silenciosamente su té de la mañana mientras ignoraban los constantes quejidos de la pelinegra.


"Estas galletas son horribles", se quejó Pansy por décima vez antes de tomar una nueva galleta roja, "aun sueño con los eclairs que te trajo el Ministro en las vacaciones".


"Por favor, no hablen más del salón amarillo", se quejó Blaise bajando su taza de té.


Pansy lo miró retadoramente antes de bufar.


"No espero que brutos como tú entiendan la delicadeza en la decoración del salón amarillo".


Aziraphale se rió suavemente antes de beber su propio té de rosas.


"Espero que el siguiente año Aziraphale pueda decorar el comedor", contestó Raphael tomando el delicado plato con galletas del regazo del pequeño rubio, para finalmente dejarlas sobre la mesa de café.


Inmediatamente Crabble y Goyle las tomaron con sus enormes manos de gigantes y las devoraron frente a los ojos del pobre rubio decepcionado y hambriento. Con brillantes ojos azules, Aziraphale los devorar las galletas que con tanto cariño había escogido; preguntándose si solo dos galletas serian suficientes como desayuno. Debian de serlo, al menos hoy no tenían clases y Aziraphale planeaba pasar todo el fin de semana tratando de reponer las lecciones y tareas atrasadas.

Una metamorfosis .. // Maridos inefablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora