¿Cuál es el lenguaje de los ángeles?
— Índice de cuestiones, Summa Daemoniaca.
oOooOo
Crowley odiaba con pasión infernal tener que levantarse cada mañana.
Pero vamos ¿Quién se levanta con una sonrisa a las cinco de la mañana? Monstruos. Solo ellos.
Cuando era pequeño y lo único bello que tenía en su casa era el cielo, Crowley miraba siempre las blancas estrellas antes de irse a la cama. Brillantes y cálidas estrellas que prometían un hermoso futuro. Así, sus sueños se plagaban con gente de amables sonrisas, con alegres chicos mágicos que lo invitaban a jugar y descubrir cosas nuevas. Y ese mundo invisible, lleno de imposibilidades, se convirtió en el único lugar en donde se sentía vivo.
Ahora que es la mascota favorita de Gabriel, lo único que puede ver antes de desmayarse en alguna aula abandonada es el sucio y frio suelo de piedra negra. Sin embargo, los sueños no han cambiado. Aun anhela ese mágico mundo que lo recibe con los brazos abiertos, el increíble hogar de un extraño niño. Un ángel de cabello tan suave y blanco como la bruma de las montañas. Un ángel que lo observa con azules ojos llenos de un cielo imposible de alcanzar. A veces ese niño le abraza y le canta en lenguas desconocidas, a veces ese niño se burla y lo ahorca hasta obtener su último aliento. No importa lo que ese brillante ángel haga, aun así Crowley siempre reza para nunca despertar.
Especialmente ahora que Gabriel está enloqueciendo cada vez más.
No solo era la mente de Crowley la que se negaba a regresar al mundo real. También los huesos le crujían, lo pulmones le ardían, la carne le picaba. Su magia siseaba a todas horas como un animal terriblemente enfermo y vicioso que busca la oportunidad perfecta para matar.
Sin embargo, esta mañana fue diferente.
Muy, muy diferente.
Con pereza enterró su afilada nariz en el cálido capullo hecho de delicada tela blanca. Estiró los brazos, escuchó sus vertebras tronar, bostezó sonoramente... era la primera vez que se sentía tan feliz y relajado en toda su vida.
El dulce aroma a cerezas lo guió a un placentero despertar.
Acidas y lujosas cerezas. Cerezas más oscuras que el vino. Suaves entre sus dedos y tiernas como un beso. Crowley casi podía sentir el fresco rocío manchándole los labios y sin poder evitarlo, sacó su larga lengua para paladear discretamente la marea de cítricos que impregnaba las frescas sabanas. Tal vez dulce naranja, limones recién cortados...
E inmediatamente notó que aquello que lo hacía sentir completo no tenía nada que ver con las cremas y lociones de su dueño.
La conmovedora esencia que su aterradora magia intentaba atrapar estaba muy lejos de ser humana.
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Una metamorfosis .. // Maridos inefables
FanfictionEn un mundo gobernado por el Señor Oscuro, aparece el heredero de la antigua casa Crouch. Un niño sin cicatrices y sin nombre del que solo unos pocos conocen su origen. Anthony Crowley se adentrará a un mundo desconocido donde su estado de sangre es...