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- ¡No pienso ponérmelo!

 El grito de HyungWon retumbó por el pasillo. Todos habían notado sus ausencias injustificadas al igual que su caía en el rendimiento, y los directivos no fueron la excepción. Las advertencias comenzaban a llegar: se tomaba las cosas en serio o quedaba despedido.

 Su maquillaje tomó más tiempo de lo normal. Los labios partidos, la piel opaca y las marcadas ojeras fueron difíciles de camuflar. Por un segundo alzó la vista hacia su reflejo, encontrándose con un completo desconocido. No quedaba rastro del chico que se había presentado meses atrás, él mismo se había encargado de dejar una calavera sin vida en su lugar. Y todo terminó de derrumbarse cuando, en el salón de vestuario, le tendieron solo un chaleco de cuero. Tenía que usarlo abierto y sin nada debajo, dejando sus brazos y parte del torso al descubierto. El pánico le controló al instante. Nadie debía ver su piel, nadie debía saber que cientos de profundos tajos atravesaban cada parte de su cuerpo. 

- Vamos Chae, no esas un puto crío y déjate de hacer rabietas. - unos de los directivos había intentado hablar con él cuando se negó en el vestuario, pero comenzaba a cansarse. - Madura de una vez y ponte esa mierda. No tenemos todo el día. 

- Pues espere cuanto quiera porque no voy a usarlo. 

- ¿Entonces no quieres la sesión? No te preocupes. - harto, el hombre marcó un número en su celular sin quitarle los ojos de encima. Cuando del otro lado de la línea atendieron, sonrío. - ¿Kim? Hay un pequeño problema, Chae rechazó la sesión. He visto a Im por los pasillos, mándalo a maquillaje y vestuarios. Dejaremos la sesión para alguien que sí tenga talento y madurez...

  HyungWon se congelo al escucharle, más su cabeza se convirtió en un huracán. Odiaba esa ropa, odiaba el no poder hacerlo, se odiaba a sí mismo como nunca jamás lo hizo. Sus ojos se cristalizaron al darse cuenta que pronto despertaría de su más grande sueño, y la voz de su jefe no hizo más que confirmárselo. 

- Gracias por sus servicios Chae, ya puede retirarse. 

Perfección // 2wonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora