Capítulo 15

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                         [¡Sorpresa! otro capítulo]

—¡JiMin! —solté un grito agudo en medio del sueño, lo que me hizo despertar. Estoy totalmente sudada, mí cabeza duele y sé que algo no está yendo bien con mí cuerpo, se siente débil. Tengo demasiada sed pero cuando quiero levantarme, un dolor intenso me devuelve a mí lugar de inmediato.

—¿Ana? ¿Qué sucede? —lo oigo llamarme desde el pasillo por el que apareció segundos más tarde. Cuando lo tengo en frente su rostro demuestra preocupación. Lleva una mano a mí frente. —Tienes fiebre —me informa. Mierda, lo que faltaba. JiMin se va y me deja allí sola con mí dolor. No lo culpo, después de todo lo que lo hice pasar lo más lógico es que me deje morir aquí. —Te pondré esto, está frío —me trago mis malos pensamientos cuando vuelve con una compresa fría y la coloca sobre mí cabeza.

—Agua... —alcanzo a decir en un hilo de voz, afortunadamente lo entiende, lo veo dirigirse a la cocina para luego regresar con un vaso de agua —Gracias —le digo y con mucho esfuerzo me incorporo para beberla.

—Te llevaré a la habitación —me dice e intento protestar, pues ahora que me ha ayudado no quiero molestarlo. Pero fue inútil, me carga sin esfuerzo entre sus brazos y cruzamos la casa hasta la habitación. Me deposita en la cama y se acuesta a un lado. ¿Y si estoy alucinando? JiMin sonríe —No estás alucinando —¿eh? parece ser que lo dije en voz alta. —Te traeré unas píldoras del botiquín para emergencias.

Una vez regresa minutos más tarde, trae dos píldoras consigo, una para la fiebre y otra para el dolor muscular, me informa. Las tomo de inmediato, me siento tan débil ahora que mí único deseo es dormir. Debido a la fiebre he sudado bastante, además aún traigo puesta la bata de JiMin. Afortunadamente él se percata de mí incomodidad y se retira nuevamente a hurgar en sus cajones, cuando regresa trae una camiseta y unos shorts que probablemente me quedarán enormes.

—Ana, debes quitarte la bata y ponerte esto. ¿Puedes hacerlo? —niego de manera débil. Él suspira, estoy a punto de decirle que no importa cuando habla de nuevo —Lo haré. —entonces comienza a quitarme la bata, recuerdo al instante que debajo sólo tengo puestas unas bragas pero el dolor corporal no me deja protestar. JiMin permanece con el ceño fruncido en concentración mientras me viste con su ropa, no le toma demasiado esfuerzo hacerlo. Yo por mí parte, aún en mí estado, pienso que es el ser más hermoso y sexy que he visto en mí vida.

JiMin me habla por unos minutos, vaya saber Dios de qué, y poco a poco voy perdiendome en el país de los sueños. Pero no sin antes sentir los labios de JiMin en la comisura de los míos.

—Gra...cias —alcanzo a decir antes de quedar totalmente dormida.

A la mañana siguiente me despierto debido al calor insoportable que siento, o más bien, que me aprisiona. Tengo la pierna derecha de JiMin envuelta en mí cadera y su brazo pasando por mí cuello. Casi no puedo respirar pero me las arreglo para quitarme su brazo de encima, intenté hacer lo mismo con su pierna pero es más pesado de lo que esperaba. Viendo a través de las cortinas me percato que apenas ha amanecido, el dolor que sentí en la noche casi se ha ido por completo, dejándome con sólo una leve molestia. Supongo que el medicamento de JiMin ha funcionado correctamente. Miro al costado dónde JiMin continúa durmiendo como un bebé, sin hacer sonido alguno. Se ve adorable, con el cabello revuelto, las mejillas hinchadas y rosadas. Jamás hubiera esperado que me cuidara... Pero, ¿Por qué se portó tan bien? Definitivamente no merecía su amabilidad. Tengo que compensarlo de alguna manera.

Una hora después, luego de asearme estoy moviéndome por la cocina. Decidí preparar un desayuno delicioso, arroz con kimchi, sandwich de huevo y pescado a la plancha. También podría añadir sopa, pero tal vez sea demasiado. ¿Cuánto puede comer? No importa, se la prepararé de todos modos. El trabajo en el restaurante en mí ciudad me ha ayudado a volverme mas eficiente a la hora de preparar comidas, en Corea tienen la costumbre de comer diferentes platillos en una comida, por lo que hay que ser rápidos al preparamos todos. Una vez está listo el pescado y el arroz, solo queda el sándwich de huevo. Me dirijo al refrigerador y obtengo dos huevos, creo que serán suficientes para él. Un recipiente, un utensilio, batirlos... Escucho pasos detrás de mí. ¡Genial! Que suerte que JiMin ha despertado justo a tiempo.

THE PLAN 计划 - Park JiMin (pjm) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora