Capítulo 10

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JiMin se encuentra en la misma posición en la que lo dejé, tiene su rostro hacía el lado contrario de donde estoy parada. No me mira, sabe que estoy presente en la habitación pero no parece tener ningún afán de moverse. Me siento a su lado y le quito la cinta que cubre su boca. Ahora ha cerrado sus ojos con fuerza.

—¿JiMin? ¿Qué sucede? —no responde, permanece de ese modo durante unos segundos más hasta que abre sus ojos nuevamente y me mira. Están rojos, de ¿Ira? ¿Enojo? —Hey, JiMin yo-

—Cállate, vete de aquí. —me dice con desprecio, abro mi boca sorprendida para decir algo pero me interrumpe nuevamente —Eres una perra, no quiero verte. ¡Termina lo que viniste hacer y lárgate de aquí!

—¡¿Qué mierda?! —le grito de igual manera —Tienes cojones para hablarle así a quien tiene todo el control aquí. Puedo hacer lo que quiera contigo, JiMin.

—¡No me importa, maldita perra! ¡¿Con follarte a JungKook no te bastó?!

El sonido del rostro de JiMin siendo golpeado hace eco en la habitación, resonando diferente dentro de mí ser. He dado golpes fuertes antes, borrachos queriendo aprovecharse, las zorras de la escuela que me molestaban, aquello me provocaba satisfacción y me encantaba darles su merecido, pero esta vez no es así. La última vez no lo había golpeado ni de cerca tan fuerte como ahora. Mi corazón y mí cabeza duelen, lo que provocó ese golpe fue tan doloroso para mí como para él, mís oídos zumban mientras todo se paraliza. No tenía intenciones de golpearlo, no debía ser de esta manera, sólo quería callarlo. Así que cuando JiMin comienza a llorar de manera desgarradora gritándome cuánto me desprecia, lo único que puedo hacer es tumbarme a su lado y abrazar su cintura. Puse mí cabeza contra su pecho, este sonido me gusta más. El de su corazón latiendo rítmicamente en mí oreja. JiMin se ha quedado sin más palabras, aún llora y poco a poco se va calmando su respiración. Pero su corazón sigue latiendo descontrolado.

—Perdóname JiMin, yo no quise... —me callo de repente por el nudo en mí garganta.

Nos quedamos de esta manera por demasiado tiempo, pudieron ser minutos u horas, no lo sé. Pero me gustaba, probablemente él ahora esté confundido y está bien porque yo tampoco se lo que está pasando.

—¿Qué hiciste? —es el primero en hablar, levanto la mirada desde mí posición sin entender. —Con JungKook. —dice finalmente y hago una mueca.

—¿Acaso no has visto? —le digo tajante —Tuvimos sexo. —miento descaradamente —Y muy bueno por cierto —sonrío de lado.

JiMin se mueve intentando quitarme de encima pero me aferro más a él, de todas maneras no puede moverse demasiado porque continúa con las esposas.

—¡Ya! ¡Quitame estas cosas!

—Lo haré, pero debes dejar de comportarte como un idiota. —me levanto y me siento a su lado. —Además, ¿Qué cojones te sucede? Me divertí un poco, fin de la historia. No dramatices.

—¿Que no dramatice? Trajiste a JungKook a mí casa y te lo tiraste en mí puto sofá, pusiste una cámara y estuviste a punto de enseñarmelo todo. Estás loca...

—Creo que te hará bien quedarte así un par de horas más. —salgo de la cama y voy hasta la puerta. Estoy a punto de irme.

—¡No! Suéltame, necesito moverme. No me dejes así.

—Te dije que dejaras de ser un idiota. Te jodes, volveré luego con tu comida. Y... Umh un poco de hielo para eso —señalo su rostro enrojecido —Lo siento —digo en un susurro. Cierro la puerta a mis espaldas ignorando los llamados del gilipollas.

No entiendo para nada su reacción, se suponía que debía estar caliente y con ganas de follar, no caliente de ira. Pienso lo que puede estar pasando con respecto a su actitud y... ¿Le gustará JungKook? Me río. No, le gustan las chicas, además he visto todos sus mensajes y a mí parecer no hay indicios de que JiMin sea homosexual. Y si lo fuera, bueno... Traería a JungKook aquí y lo obligaría a tener sexo con él, JiMin es hermoso, le tiene que gustar.. Mierda, ¿Qué estoy pensando?

Desvió cualquier pensamiento morboso acerca de JiMin y JungKook, por ahora. Voy de nuevo con JiMin dejándole un gel frío para su rostro, luego me paso la tarde comiendo papitas y cuando apenas está cayendo la noche me digno en llevarle su comida. Sólo ramen, fideos negros y carne de cerdo.

Cuando entro a la habitación con la bandeja de comida encuentro a JiMin despierto. Siento pena por él, lo he dejado solo mirando la pared.

—JiMin, te traje comida. Debes tener hambre. Toma —llevo una cuchara a su boca pero la evita.

—Puedo comer solo sin ayuda si me quitas estas cosas. —lo pienso un momento y llego a la conclusión de que ya ha tenido suficiente castigo. Entonces hago lo mismo de siempre, le quitó las esposas de sus tobillos, le pongo unas nuevas en sus muñecas mientras le quitó la que está amarrada a la cama. Ahora solo tiene un par de esposas puestas.

—Bien, ahora que puedes comer solo te dejo esto aquí y me voy.

—Puedes quedarte si quieres —lo dudo un segundo pero me quedo. Me siento en el sofá innecesario que tiene en su habitación y lo observo comer —Tenia tanta hambre, has tardado mucho. Pero tengo la sensación de que lo hiciste a propósito.

—Me has pillado. Estaba evitando tener que ver tu horrible cara —me burló de él, pero puedo notar que se le ha quitado el enrojecimiento y su cara ha vuelto a la normalidad. Entonces me mira serio y su voz adopta un tono sombrío cuando habla.

—Si es así entonces déjame y vete de mí casa. No tendrás que ver mí horrible cara nunca más. 

—Buena idea, pero no gracias. Tengo mis planes.

—Ya dime ¿Qué quieres de mí? —dice terminando con su cena.

—¿Por qué insistes tanto? No creo que debas saberlo aún.

—Quiero saber lo que debo esperar de ti. Quiero estar prevenido.

Sonrío mientras niego con la cabeza, entonces decido decirle la verdad. Lo haré de todos modos, no puede impedirmelo porque por ello he llegado hasta aquí, es mí único propósito. Todo por él y por mis ganas de él. Y también por hacerlo sufrir y cobrarme lo que sentí cuando lo vi con aquella puta.

—¿De verdad quieres saberlo? —asiente decidido. Me paro de mí lugar y me acerco a él lentamente y me inclino hasta estar frente a frente. —Bien, lo que quiero es... follarte hasta dejarte seco, que se te nuble la vists del placer que te daré con mí apretado y vir... —carraspee — con mí coño y con mí boca también, ¿Por qué no? Ya lo disfrutaste —traga en seco ruidosamente y continúo —Montarte como si fuera tu prostituta por quién pagas una buena pasta y mí único deber es complacerte, apretar tu dulce polla con mí todos mis músculos internos... Si sabes a lo que me refiero. Y cuando termine contigo que no puedas olvidar la follada más dulce de tu vida. —termino omitiendo una pequeña parte, no planeo mencionarle que primero debe quitarme la virginidad.

JiMin se queda boquiabierto ante mis palabras, se encuentra en estado de shock y anoto un punto a mí favor.

—Lo-lo sabía.

—¿Qué?

—Que quieres violarme. —aquello me hace reír y JiMin frunce el ceño —Esto no es un chiste, es mí cuerpo del que te quieres aprovechar.

—Oh no, JiMin. Definitivamente no será lo que estás pensando.

—Lo será. Obligarme a hacer todo eso cuenta como una violación.

—No —me río —primero tengo otros planes para ti. — dicho esto me levanto y lo dejo solo con sus pensamientos. Esta vez no me detiene y me decepciono un poco, quería dormir con él pero supongo que después de lo que le dije querrá más espacio lejos de mí, durante el tiempo que yo se lo permita.

Me quedo en la sala y me preparo para dormir. Mañana comenzaré una nueva fase del plan y estoy emocionada. JiMin es un hombre después de todo, no puede resistirse mucho tiempo a algo que claramente le gusta, en algún momento me va a necesitar. Y yo estaré feliz en ayudarlo.





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THE PLAN 计划 - Park JiMin (pjm) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora