Para cuando JiMin despierta, ya no se encuentra en la sala. Más bien está en la cama de su habitación, esposado a los barras metálicas de la cabecera sobre su cabeza. Intenta safarse tirando de ellas pero no puede, ahora está más asustado que antes.
—No debiste hacer eso, te lo advertí. —hablo desde mí posición en el pequeño sofá de su habitación, lo que lo hace girar en mí dirección para clavarme la mirada. —Bonita habitación, JiMin. ¿Es aquí donde traes tus ligues? —el pelinegro frunce el ceño confundido.
—¿De-de qué hablas? ¿Quién eres tu? ¿Has estado siguiéndome?
—Querido JiMin, no hace falta seguirte para obtener información sobre ti. Eso se consigue fácil y a buen precio en el mercado—estoy siendo dura con él, lo sé —No eres más que un pedazo carne fuente de dinero para algunas personas, pero no estamos aquí para hablar de eso.
Los ojos del pelinegro se tornan lagrimosos y respira con dificultad. Eso le dolió, y está bien porque pretendo debilitarlo atacando su baja autoestima.
—¿A qué estamos jugando? —pregunta cauteloso luego de una breve pausa silenciosa.
—Primero, ¿Tienes hambre? Traje algo para ti. —de la mesita de noche recojo un platillo de fresas con chocolate que robé de su refrigerador. —Anda come, las traje para ti. —JiMin no mueve ningún músculo de su cara. —¿No confías en mí? —delante de sus ojos llevo la primera fresa a mí boca, está deliciosa. El sonido del estómago de JiMin me hace sonreír. —Ahora vas a comer, toma. —Esta vez, reticente, abre su boca y recibe la primera fresa con chocolate, seguida de unas cuantas más. El chico llevaba horas sin comer, al parecer.
—¿Vas a matarme? —pregunta el pelinegro y casi me atraganto con la fresa que llevaba masticando. —Me dejaste ver tu rostro, en las películas eso significa que vas a matarme.
—Esta es la vida real. Y no, no te mataré. —suspira aliviado. —A menos que hagas algo muy, muy estúpido...
—Hay muchas personas que me aman y se pondrán realmente tristes si me matas. —yo soy una de ellas, quise decirle pero sólo me dedique a asentir. Hasta que recordé...
—Bien, me he tomado la molestia de cancelar tus citas de los días siguientes. No estarás disponible.
—¿Qué? ¿Cómo hiciste eso? —pregunta alarmado.
—Pues, mientras tú estabas allí babeando casi muerto yo hacía los deberes. Es fácil si tienes la opción de reconocimiento facial, entonces pude quitarle la seguridad. Me excusé con tus padres y con HoSeok, les dije que durante los días que te dieron libres viajarás de vacaciones con un amigo por si se presentan aquí. Hombre, deberías responder los mensajes, tienes cientos —observé la pantalla de su celular, todas las aplicaciones tenían notificaciones. ¿Acaso este sujeto no mira su celular? —Por eso no respondes mis correos, ni siquiera los ves. —aquello lo dije en voz baja, sin embargo JiMin lo escuchó y frunció el ceño.
—Eres... ¿Eres una intrusa? —la expresión de JiMin se tranforma a una de asco.
—No podría decir que lo sea. Vamos, no me mires así. No soy tan repugnante, ni siquiera te he tocado para obtener tu sangre, sudor y lágrimas y luego revenderla por internet. —bueno, aún.
—Me has electrocutado.
—Te lo buscaste, yo te lo advertí. —señalo. Me pongo de pie de repente y salgo de la habitación desatendiendo sus llamados.
No soporto esa mirada, prefiero su temor a su odio. Lo dejaré un momento sólo para que se calme.
Mientras exploro su casa me encuentro frente al enorme espejo del baño principal, no me reconozco. Llevo maquillaje de una manera que nunca antes he usado, eso me da un aspecto maduro y diferente. Mí cabello que solía ser rubio, como el de mí madre, ahora es negro azabache justo como JiMin lo lleva ahora. Me observo y soy todo lo contrario a lo que antes fui. Una vez más, era parte del plan verme irreconocible. Después de renunciar al trabajo en la cafetería y encontrarme un reemplazo con la Sra Johnson, hice todo este cambio. Si logro salir de este lugar la policía podría buscarme, JiMin relataria mí aspecto, pero no lograrían ubicarme debido a que las personas me conocen como mí yo antigua.
Oigo el débil sonido del llamado de JiMin desde la otra habitación, es una suerte que el apartamento entero sea a prueba de sonido.
—¿Qué? —hablo secamente desde el marco de la puerta.
—Pensé que te habías ido y me dejaste así.
—Todavia no. ¿Qué quieres? —me acerco a la cama.
—Que me desates y dejes ir... Pero como sé que no lo harás, agua por favor. —pongo los ojos en blanco y giro hacia la cocina a buscar una botella de agua. Cuando regreso JiMin me observa curioso. —¿Tienes un nombre? Es decir, uno por el que te pueda llamar. Te he estado diciendo "hey" todo el tiempo, y ya que me tienes aquí, debo saber cómo llamarte.
—JiMin, hablas demasiado como para estar secuestrado. —su expresión cambia a una impasible, le he recordado que no está conmigo por buenas razones. Hablo para cambiar el ambiente frío que se ha formado. —Puedes decirme Ana. —no es mí nombre pero no puedo decirle que mí nombre real es Kim Briana.
—¿Ese es tu nombre real?
—Sé lo que intentas hacer, no tendrás más información sobre mí —le advierto —No, no es mí nombre real pero me gusta.
—Bien, Ana...
Nos quedamos en silencio un instante. No sé que decir ahora así que acerco la botella de agua a su boca. Él bebe con ánimo, al parecer tenía demasiada sed. La manera en la que pequeñas gotas resbalan de sus labios, el movimiento de su blanquecino cuello cuando traga, sus ojos cerrados, me hipnotiza. No es bueno lo que estoy pensando, quería esperar un poco más pero no puedo.
Quito la botella de su boca de un tirón y pongo mis manos a ambos lados de su cara. Me acerco todo lo posible, JiMin me mira incrédulo con sus ojos muy abiertos, aún así lo beso. Sus labios están húmedos y esponjosos, aprovecho que abrió su boca por la sorpresa para meter mí lengua dentro y chupar su labio inferior. Es suave y delicioso. JiMin gime en respuesta y es allí cuando un golpe en mí mente de devuelve a la realidad, en ese instante caigo en cuenta de lo que acabo de hacer. Aún con mí boca sobre la suya abro los ojos y me encuentro con los desconcertados de JiMin. Me separó de él y sin decir una palabra salgo de la habitación. No se suponía que debía hacerlo de este modo.
...
ESTÁS LEYENDO
THE PLAN 计划 - Park JiMin (pjm) +18
Fiksi PenggemarPark JiMin es uno de los miembros del grupo musical más famoso del siglo. La tranquilidad del joven está a punto de cambiar cuando una intrusa irrumpa en su vida de la manera más insólita. Briana ha dedicado los últimos 4 años de su vida a estar en...