Capítulo 5

14 3 1
                                    

Antes de que leas este capítulo. Quiero advertir que existe una escena fuerte de violencia, por ende, si no es de tu agrado, puedes saltar hasta el capítulo 6. Sin mas nada que acotar, espero y sigan disfrutando de la historia. Los te amo

Voy a ser sincero conmigo mismo y a aceptar que desde que sali de la vivienda de August, tengo sentimientos encontrados, por un lado me alegra no ser el único odiando a Agatha, queriendo hacerle daño, viéndola suplicar y arrastrándose como yo lo hice; mientras que por el otro, me inquieta lo que August, puede hacer con ella y cuánto daño puede causarle a ella o al mocoso.

- Maldita sea- Grito apretando el volante con frustración mientras acelero. Tengo demasiado en mente como para venir a preocuparme por la seguridad de ella.

De repente, siento mi móvil vibrar. Con furia y fuerza doy un dolor al volante y activo el bluetooth - Diga

- Ernesto, es Mario. Tengo buenas y malas noticias - siento un leve temblor en mi cuerpo

- No estoy para juegos Mario, di lo que tengas que decir- trago grueso esperando lo peor.

- la mala noticia es que la policía hizo una emboscada y cayó Máximo y dos de sus hombres, los muy cobardes pensaban soltar la lengua.

Frené el auto de golpe haciendo que las ruedas chirriaran y que varios autos pitaran con molestia en mi dirección, por ende, estacioné a un lado de la carretera. Mis manos comienzan a temblar de forma incontrolable y la respiración se vuelve cada vez pesada haciendo que se me dificulta respira.

<< ¡maldito Máximo!>>

Estamos perdidos, si ellos llegan a delatarnos nos jodemos. Doy varios golpes al volante mientras reto nuevamente la llamada. Agitado, volví a hablar

- por favor dime que la buena noticia es beneficiosa - le suplique sintiéndome acorralado y temeroso

- afortunadamente yo iba en ese operativo, fui el responsable de llevarlos hasta la comisaria. Tuve que fingir un accidente para poder impedir que soltaran la lengua, ya que si ellos hablaban, nosotros estaríamos hundidos también.

>> hace veinte que están en los almacenes que pertenecían a su primo, a las afueras de la ciudad. Es todo suyo Ernesto. Espero estar haciendo lo correcto

- Ten por seguro que esto te será muy bien recompensado, Mario, gracias.

Corté la llama eufórico. Hace mucho tiempo que no sentía alegría verdadera. Por poco y no nos salvamos de esta, definitivamente todo está saliendo bien, y volver a asociarme con August, trajo nuevamente adrenalina a mi vida.

Automáticamente llamo a August, para informarle sobre nuestra victoria y también para saber que hacer, o que instrucciones seguir en cuanto a Máximo y sus hombres. Al instante en que contestó le informe y relate desde el principio sin omitir ningún detalle sobre nuestro triunfo.

- creo que sabes muy bien que hacer Nesto, son ellos o tú. Quiero que sufran lentamente, que mueran como los perros que son... Nuestros hombres estarán allá para cuando tu llegues- sentenció con firmeza y cortó la llamada.

La orden ha sido precisa y concisa. August tiene toda la razón, son ellos o yo, y no voy a permitir por nada del mundo que ellos dañen el trabajo que con tanto sacrificio hemos hecho.

Con la tranquilidad ya adueñada en mi sistema, vuelvo a encender el auto con rumbo hacia mi próximo destino.

(...)

La estancia se encuentra con poca luz, pero con la necesaria para ver a Máximo y sus hombres arrodillados frente a mí, y por lo poco que puedo divisar, ya han recibido una cálida bienvenida por parte de August. El olor del vómito, orina y sangre es ver nauseabundo, la combinación de dichos olores era demasiado sofocante, y aún así, ese no es impedimento para sentir alegría por estar aquí.

El lugar es claramente una réplica de una mazmorra, a un lado se encuentra una pared donde las cadenas están incrustada, la iluminación era poca, solo poseía dos bombillos amarillos, una única silla la cual, es lo que nos separa de ellos. Con paso firme y sin mostrar ninguna emoción me acerco hasta sentarme frente a los tres traidores, automáticamente mis hombres se posicionan cada uno a mi lado.

Veo a Joshua, otro de nuestros hombres que se encuentra detrás del grupo apuntandolos con una arma. Le hago una seña y éste entiende de una vez, por lo tanto, agarra la maltratada cara de Máximo y lo hace mirar en mi dirección. El hombre en cuestión me mira con horror y pánico, sabiendo que su vida está en mis manos. Lo detallo fijamente y apruebo el trabajo de mis hombres , ya que su rostro hinchado y lleno de moretones lo hacen ver irreconocible.

- La lealtad te quedo grande Máximo, os quedo demasiado grande- digo con fingida calma- ¿sabes que por esta traición la pena mínima es la muerte?

- Yo no... no quise... je...jefe

- ¡basta de excusas! - grité - no quiero escuchar ninguna de las sandeces que salgan de tu jodida boca. Hoy demostraré que nadie en esta vida se va sin pagarme una traición.

Vuelvo a hacer una señal a Joshua quien actúa enseguida levantando del suelo a Máximo. August fue demasiado claro en cuanto al castigo para cada uno de ellos. Por ende los hombres a mi lado dan varios pasos hacia adelante dejándome detrás. Uno de ellos agarra a un maniatado Máximo mientras que Joshua, toma su cara, para luego obligarlo a sacar su lengua. El hombre mira con desespero en mi dirección sabiendo que no tardaré en actuar

- Sabes que al ladrón en nuestro mundo se le cortan las manos - me levanto lentamente arreglando mi americana y caminar hasta llegar a - ¿sabes lo que se le hacen a los que hablan de más? - Máximo empezó a gritar desesperado, su mirada demostraba pánico al saber que no moriría rápidamente.

Asiento y uno de los hombres me pasa un cuchillo. Carlos, si no mal recuerdo su nombre, estira la lengua con fuerza y yo me acerco hasta quedar cara a cara
- maldito sapo-digo alzando el cuchillo y cortando la lengua, la cual cae al suelo con un sonido desagradable.

Los gritos de los demás hombres de escuchan en toda la estancia, mientras un desangrado máximo se revuelca en su miseria. Joshua me pasa un pañuelo y comienzo a limpiarme las manos, las cuales juré nunca mancharme de sangre, y que irónica es la vida, justo hoy me las estoy limpiando con la sangre de un hombre. Miro la escena dantesca, que estoy seguro que no me dejará dormir por un tiempo, pero no me arrepiento.

Termino de limpiar mis manos y boto el pañuelo en el piso para después dirigirme a carlos-limpien este desastre.

-entendido jefe.

Me planto en el medio de la estancia y miro a todos de forma desafiante - Espero y el mensaje sea claro para todos los que nos rodean. Quien me las hace, me las paga- declaro

- su mensaje será enviado, jefe -Dijo Joshua

Asiento y salgo ranquilamente hasta el exterior. Sé que lo que acabo de hacer está mal, pero son ellos o yo, y hace mucho tiempo que dejé de ser el hombre que todos pisan. A partir de ahora sabrán que conmigo no se juega, y espero que ese mismo mensaje haya llegando a August.

El trabajo está hecho y no es momento de arrepentimientos, no voy a negar que muy en el fondo me siento sucio, ya que unos hombres murieron por mi culpa, yo he sido el causante de que hoy, tres hombres dejaran de existir.

Me limpio con gel las manos, que ahora se han tornado de color rosa, froto varias veces pero el color no sale. Lleno de coraje prendo el automóvil acelerando haciendo sonar los neumáticos, agarro velocidad y salgo de los almacenes como si me persiguiera el diablo.

Mis hermosos cuervos, díganme ¿Que tal les ha parecido este capítulo?

No olviden votar y comentar ❤️

El sigilo del Fénix ( Cuervos 2) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora