Capítulo 10

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POV Agatha

Algo tuve que haber hecho, algo debe estar cobrándose el destino. ¡No es justo! ¡Yo no debería estar pasando por esto! Ya perdí a mis padres, a mi hermano, fui traicionada ¡dios mío! Y ahora... ahora mi bebé, mi dulce niño desaparecido ¡Que mierdas hice yo en la vida! Aun en las noches soñaba con August, los cuerpos mutilados, y a pesar que habían pasado seis años de aquello, al despertarme volvía a sentir que solo habían pasado horas.

— Agatha cariño debes salir, ya llevas demasiado tiempo— la voz de Samuel se escuchaba amortiguada ya que la puerta estaba cerrada

— Cariño los policías han estado demasiado tiempo esperando — volvió a hablar

— ¡que se vayan! — grité — lo único que han hecho es estorbar, ni una maldita pista han conseguido— me rompí. Desde hace tres días llorar era lo único que hacía

El agua caía en mi rostro mezclando las lágrimas con el agua. Lleve mis manos a mi cara y grité, grite de rabia y desesperación. Mi cuerpo cansado resbaló por las paredes de la ducha hasta caer sentado en el piso. Escuche un golpe, aun así ni me inmute, podría caerse el mundo y nada me importaría, solo encontrar a mi bebé y desaparecer con él.

Unas manos me tomaron de las axilas y me levantaron del suelo, alce la cara y como siempre ahí estaba él, siempre ayudándome, reconstruyéndome, regalándome ese amor tan hermoso que jamás voy a poder devolverle. Me abrazó sin importarle llenarse el traje de agua. Apoyé mi cabeza en su pecho, él me dejo sollozar y lamentarme en silencio. Sentí como me secaba y me cargaba hasta depositarme en la cama, me arropó y se acostó a mi lado abrazándome, apoyándome y dándome el valor que tanto necesitaba para seguir adelante y luchar por mi hijo.

— Gracias — susurre

— Sabes que nunca tienes que agradecerme cariño— también susurro

— No es justo, no es justo Sam. Mi bebe... ¡dios! Él es inocente, el no debería sufrir — hipé— ¿y si le están haciendo algo malo Sam? ¿y si... y si ya me lo mataron? ¡Ay dios! mi hijo— me costaba ser coherente, ya que los sollozos se mezclaban con las palabras— ¿Y si... y si me lo secuestraron para... para lo que hacía August? — trague grueso

— ¡No pienses esas cosas Agatha! Él es un guerrero como su mamá — dijo abrazándome más fuerte — vas a ver que solo será una extorción, pedirán dinero y esto solo será una historia que contarle a tus nietos. Trata de descansar que mañana será la primera búsqueda. Duerme

La cabeza me iba a explotar, no fue muy buena idea dormirme sin secarme bien, sabiendo que hoy necesitaba para la búsqueda. Abrí la gaveta de la mesita de noche, saqué un antigripal y los tome sin agua. A mi lado Samuel estaba dormido con la misma ropa de ayer, vi la hora en el reloj digital, dándome cuenta que faltaban solo dos horas para salir. Me arrastré hasta el lado de Samuel para despertarlo

— Sam... Sam, despierta, necesitamos estar listos — dije pinchándole el hombro

— Buenos días cariño— abrió un ojo mirándome— dame unos cinco minutos y te alcanzo, ve a desayunar

Me paré de la cama arrastrando los pies hasta el sanitario, hice mis necesidades y me cepille los dientes. Camine sin ganas, solo quería a mi hijo conmigo. En momentos como estos eran cuando odiaba vivir en una casa con escaleras, está realmente cansada subir y bajar escaleras cuando ni siquiera podía con mi alma, muchas veces Samuel tuvo que subirme o solo me dormía en el sillón

— Buenos días mi gata— dijo Allison mientras bajaba del último escalón

— Buenos días, Ali — saludé a mi mejor amiga

— Ven para que comas gata, hoy necesita energías, no puedes seguir así, Agatha. El niño necesita a su mamá entera, no en pedazos— dijo firmemente

— ¿dime como hago? ¿Cómo carajos hago, Ali? ¿de dónde saco fuerzas, si ni siquiera sé si aún está vivo?

Ella dejo a un lado lo que estaba cocinando y vino a abrazarme — no piense eso Agatha. El niño va a estar bien, de eso estoy segura, mi diosito no lo va a desamparar — dijo llorando— come mi gata bella.

Asentí dándome cuenta que frente a mi había un plato con el desayuno. Empecé a comer lentamente, dándome cuenta en ese momento que Allison se había convertido en una pieza fundamental en mi vida, y es que desde que Alex había nacido, ella había estado ahí para cuidarlo como si fue su propio hijo, y no solo al niño, entre nosotras había una conexión muy grande, muy parecida a la que tenía con mi hermano. ¡Dios, cuanto lo extraño!

Divise a Samuel bajando las escaleras, y me acorde del episodio del baño. Sentí mis mejillas ponerse calientes, así que solté mi cabello y cubrí mi cara con él — ¡que rico huele Allison! — lo escuche decir

Los escuche hablar por lo bajo mientras desayunaba, hasta que sentí su mano en mi espalda — toma— me entregó mi teléfono — lo dejaste olvidado en la cama. Debes hacer el live Agatha

Tome mi teléfono, lo prendí y accedí a instagram para hacer una historia.

Buenos días mis queridos cuervos, como les dije en el live pasado, hoy estaré en la plazoleta a las nueve de la mañana. Los espero y gracias por todo.

(...)

La camioneta se detuvo a dos cuadras de la plazoleta, Samuel y yo estábamos confundidos. Un oficial se acercó y Samuel tuvo que bajar el vidrio — buenos días oficial, nosotros vamos hacia esa dirección, ¿por qué hay un cordón policial? — pregunto

— Buenos días, el paso esta trancado debido a la cantidad de personas, ya que se acordó para el día de hoy una actividad. Si necesitan pasar, les aconsejo que guarden la camioneta en el parking más cercano e ir caminando.

— Gracias oficial — dijimos al unísono. Samuel subió el vidrio y me miro esperando cualquier respuesta — creo que hoy no podremos hacer la caminata — dije con una sonrisa triste — demos la vuelta y regresemos a casa

— No Agatha, no importa si hay un evento, tal vez lleguen algunas personas a apoyarnos, no te desanimes. Aquí estamos Allison y yo para apoyarte. No te desanimes

— Tienes razón — mire primero a Samuel, y luego vi a Allison en el puesto de atrás— hagámoslo.

Samuel condujo hasta unos cuantos metros, y justo como dijo el oficial ahí se encontraba el parking — bueno, es hora de partir— apagó el carro y se apeó de la camioneta

— Ánimos gata, veras que con gente o sin ellos vamos a buscar pistas.

Le agradecí con la mirada. El apoyo de estas dos personas era fundamental en mi vida, sin ellos no hubiese sabido que hacer, y hasta pude haber pensado cualquier locura. Caminamos los tres juntos, cada uno a mi lado; los tres íbamos vestidos de blanco, ya que en el live que había hecho una de mis fans pidió que fuésemos de blanco, para así demostrar la pureza del niño. A unos cuantos pasos vimos el mismo cordón policial, estos al vernos alzaron las cintas y nos dejaron pasar. Hubo un momento en el que me perdí en mi mente, uno tras otros los recuerdos de mi hijo y yo venían a mí, y fue imposible no derramar una lágrima ¡necesitaba a mi hijo!

— ¡AGATHA! — Gritó Samuel sacándome de mis pensamientos. Me tomo en brazos y me abrazo fuertemente. Apoyé mi cabeza en su pecho e inhale su perfume como hacia siempre, de repente me di cuenta que estaba temblando. Alce la mirada, dándome cuenta que estaba llorando

— ¿qué pasa? — pregunte alarmada — ¡¿por dios Samuel, que pasa?!

Trate de soltarme de su abrazo, pero él me dio la vuelta. Viendo el motivo del porque él se encontraba tan afectado. Frente a nosotros había una multitud de personas, todos vestidos de blanco; mujeres, hombres, blancos, de color, gordos, flacos, niños, niñas y hasta ancianos. Algunos llevaban en sus manos carteles que decían Pray For Alex, o nunca te dejaremos sola Agatha. Mi vista se empaño, en ese momento me di cuenta que la comunidad lectora tanto de Wattpad, como los del club de fans, era mi segunda familia y agradecí enormemente a Dios por darme el apoyo de estas personas. Lleve mis manos a la cara y lloré sin poder contenerme. 

El sigilo del Fénix ( Cuervos 2) PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora